Clonación: qué es y qué aplicaciones tiene
Escrito y verificado por el biotecnólogo Alejandro Duarte
¿Qué sabes realmente sobre la clonación? Existen muchos mitos alrededor de esta técnica, sus orígenes y su alcance. En vista del avance de ciencia y la tecnología, es importante distinguir entre la realidad y la imaginación. A continuación, repasaremos algunos aspectos importantes para aclarar qué es la clonación y qué aplicaciones tiene.
¿Qué es un clon?
El término “clon” procede del griego κλών, que significa ‘rama’, ‘esqueje’. Se utilizaba para referirse a cualquier organismo engendrado asexualmente (sin que exista fecundación) y cuya información genética proviene de un único progenitor, no de la combinación de los genes del padre y de la madre.
Si nos referimos al ámbito de la ingeniería genética, clonar es aislar y multiplicar en un tubo de ensayo un determinado gen o, en general, un trozo de ADN.
Empleando una acepción más amplia, un clon es una copia exacta de su original biológico. No constituye una manipulación genética, ya que no se altera el ADN del individuo engendrado. En contraposición a la reproducción asexual, a partir de la cual se generan clones, la reproducción sexual implica la participación de dos progenitores.
En los animales superiores la única forma de reproducción es la sexual. Cada progenitor aporta un gameto (óvulos y espermatozoides). Estos cuales fusionan su material genético dando lugar al cigoto, proceso conocido como fecundación.
En seres humanos, los clones idénticos se conocen como gemelos monocigóticos o univitelinos. Son el resultado de la fisión de un embrión temprano, lo que da lugar a dos individuos idénticos del mismo sexo. La probabilidad de que esto ocurra de forma natural en base al total de nacimientos es de aproximadamente un 0,4 %.
Los mellizos, en cambio, no constituyen copias idénticas de un mismo individuo. Se originan como consecuencia de la fecundación de dos o más óvulos por distintos espermatozoides. Los individuos pueden ser de igual o diferente sexo. La probabilidad de que ocurra de forma natural es de un 0,6 %, algo mayor que en el anterior caso, pero aun así muy baja.
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Tipos de clonación
En cuanto a la clonación artificial que se puede realizar en un laboratorio de modificación genética (como hemos dicho antes, clonar no implica la manipulación del material genético, que no nos confunda el término) podemos distinguir entre tres tipos:
Clonación por partición de embriones tempranos
Constituye la analogía con la gemelación natural explicada anteriormente. Es preferible emplear la expresión gemelación artificial y no debe considerarse como clonación en sentido estricto. Ocurre naturalmente en plantas e invertebrados.
Clonación verdadera
Consiste en transferir el núcleo (orgánulo de una célula eucariota que contiene la información genética) de una célula de un individuo ya nacido a un óvulo o cigoto al que se le ha extraído el núcleo (enucleación). Este tipo de clonación da lugar a individuos casi idénticos entre sí y muy parecidos al donante de la célula que aportó la información genética.
El primer científico que demostró que esto era posible fue John Gurdon en 1970. Él clonó a una rana empleando el núcleo de una célula de la piel y transfiriéndoselo a un óvulo enucleado de otro individuo de la misma especie. Otro ejemplo es el sonado caso de la oveja Dolly, clonada en 1997 en el instituto Roslin de Edimburgo.
Paraclonación
La paraclonación es similar al proceso de clonación verdadera. La única diferencia es que en este caso el núcleo que contiene el material genético del individuo que se desea clonar procede de un blastómero (etapa embrionaria temprana) o de células fetales en cultivo. Es decir, el progenitor de los clones es el embrión o feto.
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Utilidad terapéutica de la clonación
En primer lugar, la clonación y experimentación con seres humanos está totalmente prohibida en Europa. Lo es por el Convenio sobre Derechos Humanos y Biomedicina, impulsado por el Consejo de Europa y celebrado en 1997.
En dicho acuerdo, se establecieron nuevos criterios para la promoción y defensa de los derechos humanos en referencia a los avances de la biomedicina. España ratificó este mismo convenio dos años más tarde en Oviedo, pasando a ser conocido con el nombre de Convenio de Oviedo.
Estudios y evidencias
Pese a ello, no son pocas las evidencias de las utilidades terapéuticas de la clonación. Sin embargo, el proceso implica generar embriones que posteriormente serán descartados. Por ello aun hoy en día es un tema de debate y actualidad entre la comunidad científica.
Entre las muchas utilidades de la clonación, destaca la obtención de células madre pluripotentes con objeto de diferenciarlas posteriormente a tejidos sanos que puedan utilizarse para trasplantes. Otro ejemplo sería la obtención de células madre hematopoyéticas para curar defectos del sistema inmunitario.
De hecho, este fue el objetivo de un ensayo realizado en ratones hace casi dos décadas. En él se consiguió reparar parcialmente el sistema inmunitario de ratones inmunodeficientes gracias al trasplante de células madre hematopoyéticas obtenidas a partir de embriones clónicos.
A día de hoy no son pocas las demostraciones del potencial de la clonación terapéutica. Teóricamente, podría curarse casi cualquier enfermedad no congénita empleando este tipo de técnicas.
Si además incluimos en el proceso la manipulación genética de las células madre obtenidas a partir de embriones clónicos podríamos, incluso, hacer frente a enfermedades congénitas genéticas como la anemia falciforme, la hemofilia o la diabetes mellitus.
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