Clorfenamina: qué es y cómo actúa este antihistamínico
La clorfenamina es un antihistamínico de primera generación utilizado para tratar diferentes manifestaciones alérgicas. Entre ellas se encuentran la rinitis estacional, la conjuntivitis y la urticaria, por ejemplo. Además, junto con la epinefrina, se utiliza en reacciones anafilácticas.
A continuación, descubriremos cómo actúa la clorfenamina y qué usos tiene. También daremos a conocer cuáles son las reacciones adversas que puede presentar.
¿Qué es la clorfenamina?
La clorfenamina es un fármaco antihistamínico que impide la unión de la histamina a sus receptores. Esta es una sustancia química que es liberada por algunas células en las reacciones alérgicas por la acción del sistema inmune. Es, de hecho, la causante de la mayoría de síntomas alérgicos.
Existen 4 tipos de receptores diferentes para esta sustancia. La clorfenamina inhibe de forma reversible y competitiva la fijación de la histamina a los receptores H1. Estos se encuentran en el músculo liso de los vasos sanguíneos, del intestino y de los bronquios. También encontramos este tipo de receptores en el sistema cardiovascular y en el cerebro.
En condiciones normales, cuando se acopla la histamina a este receptor, se desencadenan una serie de reacciones que tienen como objetivo producir respuestas como las siguientes:
- Vasodilatación.
- Aumento de la permeabilidad.
- Hipotensión o presión arterial baja.
- Producción de edemas.
- Triple respuesta de Lewis: enrojecimiento, eritema y pápula.
Estas manifestaciones son típicas de procesos alérgicos dependientes de la activación de estos receptores H1. Al administrar clorfenamina, que tiene una acción antagonista frente a ellos, las suprimimos.
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¿Cómo actúa en el organismo?
Entre sus acciones farmacológicas predominan aquellas relacionadas con el antagonismo de los receptores H1 periféricos repartidos por el cuerpo. La clorfenamina se opone a las acciones de la histamina, como son las siguientes:
- Aumento de la permeabilidad capilar.
- Prurito.
- Contracción intestinal.
- Broncoconstricción.
Solo a nivel parcial antagoniza la hipotensión y el edema causados por la vasodilatación.
En el sistema nervioso central (SNC) predomina la acción sedante e hipnótica, que también varia según la persona. Por eso, la clorfenamina y los demás antihistamínicos de primera generación producen, en mayor o menor grado, sedación y somnolencia. Este hecho es un factor limitante para su utilización continuada.
Además, la clorfenamina produce efectos antieméticos, anticinetósidos y antivertiginosos: impide los vómitos, mareos y vértigos.
A dosis tóxicas suele producir una intensa estimulación central y puede llegar a provocar convulsiones. En niños puede producirse un cuadro de excitación y agitación. También puede originar sequedad en la boca y en las mucosas.
Reacciones adversas
Los efectos adversos de la clorfenamina son abundantes y relativamente frecuentes. Dependen de la dosis y del paciente. Las reacciones más frecuentes son las que se originan por depresión del SNC, como por ejemplo:
- Somnolencia.
- Sedación.
- Conducta delirante.
- Coma, en casos extremos.
Debido a estos efectos adversos, los pacientes deben ser advertidos de que este fármaco puede afectar de forma significativa a su capacidad mental. Hay que tenerlo en cuenta a la hora de conducir un vehículo o manejar una máquina.
Estas manifestaciones pueden desaparecer al cabo de unos pocos días. No obstante, si persistiesen es necesario considerar una reducción de la dosis o el cambio a otro antihistamínico. En estos casos, se debe consultar al médico.
La clorfenamina posee una cierta actividad anticolinérgica que se puede traducir en sequedad en la boca, nariz y garganta, retención urinaria, visión borrosa y midriasis.
También puede producir reacciones adversas en el aparato digestivo como náuseas, vómitos, pérdida de apetito o diarrea. Además, hay riesgo de producir taquicardia, hipotensión o hipertensión, extrasístoles y arritmias.
Precauciones
Hay que tener precaución si se está tomando algún otro fármaco porque podrían interferir entre ellos. Si lo efectos de la clorfenamina se vieran potenciados por otro medicamento, se podría llegar a producir toxicidad.
Es un fármaco capaz de atravesar la barrera placentaria. Esto obliga a utilizarlo con precaución en caso de embarazo o sospecha de este. En todo caso, habría que consultar al médico previamente.
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¿Cómo se administra la clorfenamina?
La clorfenamina se suele administrar por vía oral ya que se absorbe bastante bien. No obstante, también se puede administrar por vía cutánea, intramuscular o intravenosa.
La presencia de alimentos en el estómago hace que se retrase la absorción de la clorfenamina. El comienzo de la acción antialérgica de la clorfeniramina se observa a los 30 – 60 minutos y la duración de los efectos varía entre 4 y 8 horas. Hay que tener en cuenta que se metaboliza de manera muy importante en el hígado.
Clorfenamina, el antihistamínico de los preparados antigripales
Como hemos visto, la clorfenamina es un antihistamínico utilizado para tratar diferentes síntomas alérgicos como la rinitis, la conjuntivitis o la urticaria. Hay que tener en cuenta que suele producir cierta somnolencia.
Este antihistamínico forma parte de la mayoría de preparados antigripales o anticatarrales que se pueden obtener sin receta en las farmacias. No obstante, es importante no olvidar que también puede producir ciertos efectos secundarios. Por ello, es necesario consultar al médico ante cualquier duda.
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