Cómo cuidar la gaillardia para que florezca abundante y colorida
La gaillardia es una planta que llama la atención por su hermosa floración. A simple vista parece un girasol, pero también una margarita. Nativa de Norteamérica, es muy fácil de cultivar, pues no requerirá muchos cuidados, más allá de los básicos para vivir. Además, puede sembrarse directo en el jardín o en macetas.
Uno de sus principales atractivos son los colores vibrantes de su flor. Según la especie, pueden ser amarillos y naranjas sólidos, o también en tonos salmón. ¿Quieres aprender más sobre sus tipos y cuidados? ¡Continúa con la lectura!
Características y tipos de la planta gaillardia
Más que una planta, la gaillardia es un género de flores que pertenecen a la familia Asteraceae, que incluye unas 22 especies. También se conocen como gallarda o flor combinada. Pueden alcanzar un tamaño de hasta 50 centímetros de altura; sus hojas son de color verde oscuro y en forma oblonga lanceolada.
Cuando abren por completo, las flores alcanzan un diámetro de 10 centímetros. Suelen aparecer a finales de la primavera y durante el verano. Por sus llamativos colores y su forma, no solo se cultiva en los jardines, sino que se aprecia para realizar arreglos florales y para obsequiar en solitario como se haría con un girasol.
Entre las especies reconocidas, hay cinco que figuran como las más populares. En el siguiente espacio las detallamos:
- Gaillardia pulchella: es una planta anual que florece durante todo el verano. Se destaca porque la flor nace en tonos combinados entre blanco y rojo, dorado y blanco marfil y rojo y amarillo.
- Gaillardia aristata: conocida como gaillardia común, este tipo crece en una gran diversidad de hábitats. Su flor tiene un centro de color marrón, un tono circular rojizo y un contorno amplio en amarillo.
- Gaillardia arizonica: también conocida como el ‘girasol rojo’, esta variedad es un híbrido entre la Gaillardia aristata y la Gaillardia pulchella; por eso, tiene tonos rojos y amarillos.
- Gaillardia pinnatifida: al distribuirse en el sur centro y suroeste de los Estados Unidos, se le conoce como ‘cúpula roja blanketflower‘. Destaca porque de su tallo crece una flor en solitario de 7 a 12 pétalos amarillos en combinación con naranja, marrón y púrpura.
- Gaillardia cabrerae: se reconoce como un subarbusto con múltiples ramas en la base, con flores de color amarillo intenso, mezclado con un tono más ocre en el centro.
Cuidados de la planta gaillardia para que crezca abundante
Al ser una planta perenne, la planta gaillardia es muy fácil de cuidar. No obstante, no significa que pueda dejarse a su suerte. Esto es lo que garantiza que crezca fuerte y que florezca abundante y muy colorida. ¡Toma nota!
Siémbrala en una zona con buena iluminación
Lo primero que hay que considerar al momento de cultivar gallardía en casa es su correcta ubicación. Lo ideal es ubicarla en una zona muy soleada, pues los rayos del sol son los que garantizan un crecimiento y proceso de floración saludables.
Si bien esta planta tolera zonas con sombra parcial, en exceso no crecerá ni nadará flores. Por ende, procura garantizarle por lo menos seis horas de luz solar.
Asegúrale un buen sustrato
El sustrato ideal de la planta gaillardia debe ser suelto, con un buen drenaje y bien ventilado. Para ello, lo ideal es mezclar una tierra con buenos nutrientes con turba y arena perlita. Es necesario evitar que este suelo sea ácido.
Por otro lado, es conveniente que la plantes en primavera. Si optaste por el método de siembra de semillas, antes de plantarlas es necesario remojarlas en agua tibia durante 3 a 10 horas. Una vez absorban el agua, se extienden en el sustrato ya preparado.
Riégala con inteligencia
Esta planta requiere de un riego inteligente, es decir, acorde a sus necesidades, según la época del año. Por ejemplo, durante los meses de más sequía, el riego debe ser constante, pero sin llegar a encharcar el suelo. Por el contrario, en la época más fría y húmeda, será necesario ser moderados para no generar mayor humedad.
Debes tener presente que las raíces pueden dañarse debido al exceso de agua. Para ir a la fija, lo mejor es revisar el sustrato y regar cuando este esté parcialmente seco.
Pódala al final del verano
La flor de la gaillardia es muy apetecida para armar arreglos florales o para obsequiarla, por lo que debemos hablar de la poda. Esta se debe realizar hacia atrás cuando termine el verano.
Si bien esto significa sacrificar la floración de otoño, la del siguiente año será increíble, pues la planta tendrá tiempo de recoger una buena reserva de nutrientes. Ahora bien, cuando vayas a cultivar las flores, recoge aquellas que estén maduras y que hayan abierto por completo.
Cuídala de las plagas
Esta especie no es inmune a las plagas como los pulgones, que gustan de alimentarse de su savia. Esto hace que su crecimiento se detenga y que sus hojas se deformen, lo que le restará toda su belleza.
Otra de las plagas más comunes en esta planta son los áfidos, que excretan una especie de melaza que favorece el crecimiento de enfermedades como el moho y el hollín.
Si notas que tu planta tiene rastros de estas plagas, compra un plaguicida específico para tratarlas. Procura que sea un producto orgánico para optimizar su cuidado.
¡Cultiva y disfruta de tu planta gaillardia!
Ahora conoces los principales cuidados para cultivar esta planta en casa. Anímate a conseguir las semillas, plántalas y disfruta de la belleza de sus flores. Recuerda que las mejores épocas para sembrarla son la primavera y el verano.
Durante las épocas frías, reduce el riego para evitar que se marchite. Las bajas temperaturas harán que algunas de sus partes se tornen amarillentas; procura colocarla en un sitio donde reciba luz solar.
Este texto se ofrece únicamente con propósitos informativos y no reemplaza la consulta con un profesional. Ante dudas, consulta a tu especialista.