Logo image

9 secretos para peinar los rizos y mantenerlos definidos

9 minutos
¿«Frizz» y enredos? Aprende cómo peinar los rizos como una profesional con técnicas que evitan el quiebre y logran una buena definición, como «fitagem».
9 secretos para peinar los rizos y mantenerlos definidos
Escrito por Gabriela Matamoros
Última actualización: 16 junio, 2025

Peinar el cabello rizado puede sentirse como un campo minado: un movimiento en falso y tus bucles pasan de definidos a un desastre esponjoso. No es drama, es la realidad. Basta con aplicar mal un producto o usar la herramienta equivocada para que tu melena pierda definición y se llene de frizz.

Aunque no todos los rizos se comportan igual, hay ciertos principios que no fallan cuando se trata de respetar su forma y mantener su textura intacta. Desde varias técnicas —como el scrunching, el wet plopping y el rake and shake— hasta la manera correcta de desenredar, aquí te contamos los mejores secretos para lograr una rutina de peinado que potencie lo mejor de tu cabellera.

1. Peina tu cabello cuando esté mojado y con acondicionador o crema sin enjuague

Cuando cepillas en seco, el pelo rizado pierde elasticidad, se rompe con facilidad y se deshace la forma natural del bucle. Lo ideal es desenredarlo completamente mojado y cubierto de un acondicionador o crema leave-in. Estos productos suavizan la cutícula y facilitan el deslizamiento del peine o los dedos. Lo mejor es hacerlo en la ducha, mientras actúa el acondicionador. Si no puedes, humedece bien con un atomizador y reaplica producto.

¡Mucha atención! Si notas tu pelo áspero y que el producto se absorbe demasiado rápido, añade más agua. Cuando esté suave y resbaloso al tacto, sabrás que es el momento adecuado para peinar.

Tip: evita los cepillos rígidos o de cerdas finas, ya que alteran la forma del rizo y generan fricción. En su lugar, usa un peine de dientes anchos o tus dedos.

2. Divide tu cabello en secciones

Uno de los errores más comunes al peinar rizos es intentar trabajar toda la melena a la vez. Esto no solo dificulta el control, sino que aumenta el riesgo de nudos, tirones y quiebre.

La solución es simple: dividir el cabello en secciones pequeñas, según su densidad y largo. Esto permite desenredar de forma progresiva y aplicar el producto con mayor precisión, lo que mejora notablemente el resultado final.

Comienza separando el cabello en cuatro a ocho partes, sujetándolas con pinzas o ligas suaves. Desenreda cada sección de puntas a raíz, y asegúrate de que el producto cubra toda la hebra antes de pasar a la siguiente. Trabajar de esta manera también te ayuda a identificar zonas con más encogimiento o porosidad, y tratarlas según su necesidad.

3. Aplica crema de peinar

La crema para peinar es clave para definir y controlar los rizos desde el inicio. Aplícala con el cabello bien húmedo, justo después de desenredar. Divide en secciones y distribuye una cantidad moderada de medios a puntas. Usa las manos como peine: alísala con los dedos varias veces por cada mechón para asegurar que cubra toda la hebra.

Si tu cabello es fino, elige un producto ligero. Si es más grueso o seco, opta por una fórmula más densa. En ambos casos, evita saturar: el exceso de producto puede aplastar el rizo o dejar residuos visibles.

Tip: calienta la crema entre las palmas antes de aplicarla. Esto mejora la absorción y evita que se quede en la superficie del cabello.

4. Desenreda de puntas a raíz (no al revés)

El orden en que desenredas importa. Si empiezas por la raíz, arrastras los nudos hacia abajo y generas más tirones y quiebre. En cambio, al comenzar por las puntas, liberas progresivamente cada tramo sin dañar la fibra capilar.

Hazlo con el cabello húmedo, con crema o acondicionador aplicado. Usa los dedos —o un peine de dientes anchos— y trabaja en secciones. Sujeta el mechón con una mano para no jalar desde la raíz y pasa el peine o los dedos suavemente desde las puntas hacia arriba, liberando los nudos poco a poco.

Tip: si un nudo no cede, no lo fuerces. Añade un poco más de producto en esa zona y deshazlo con los dedos. La paciencia evita roturas innecesarias.

5. Peina hacia abajo o boca abajo, según el volumen que busques

La dirección en la que peinas tu cabello afecta directamente el resultado final. Peinar hacia abajo ayuda a alinear los rizos y lograr una caída más definida. Es ideal si buscas que se formen con control desde la raíz.

En cambio, si lo haces con la cabeza boca abajo, elevas la raíz y consigues más volumen. Esta posición separa los mechones desde la base, lo que da un efecto más ligero y aireado, perfecto si tu cabello tiende a aplastarse o si te gusta una silueta con cuerpo.

Tip: puedes combinar ambas técnicas. Peina hacia abajo en los laterales y parte superior para definir, y finaliza con unos minutos boca abajo al aplicar el último producto o al secar con difusor para levantar la raíz sin perder control.

6. Prueba la técnica del scrunching para activar los rizos

Esta técnica consiste en amasar el cabello desde las puntas hacia la raíz con las manos, como si estuvieras estrujando una camiseta mojada. Este gesto activa el patrón natural del rizo, fomenta su formación y ayuda a distribuir el producto sin romper la estructura.

Para hacerlo bien, inclina la cabeza hacia un lado o hacia abajo y trabaja en secciones. Coloca un mechón en la palma, súbelo en forma de acordeón hasta la raíz y aprieta suavemente. Evita frotar o retorcer el cabello, ya que eso puede deformar el rizo.

El scrunching es útil en cabellos ondulados o con rizos que necesitan estímulo para formarse. Puedes repetirlo tras aplicar el gel o mousse si buscas una fijación mayor.

Si sientes que tus rizos se ven pesados o estirados tras aplicar el producto, haz scrunch con una toalla de microfibra o una camiseta de algodón para absorber el exceso y devolverles rebote. Así evitas que se aplasten durante el secado.

7. Aplica la técnica fitagem

La fitagem es una técnica de origen brasileño diseñada para lograr rizos separados, definidos y con una textura pulida desde la raíz hasta las puntas. A diferencia de otros métodos, esta técnica permite moldear el cabello con precisión desde el momento de aplicar el producto, organizando las hebras para que cada una conserve su curvatura natural.

Se basa en dividir el cabello mojado en pequeñas secciones y aplicar la crema para peinar o el leave-in con los dedos, estirando el mechón de forma controlada desde la raíz hasta las puntas. Al hacer esto, se crean lo que las estilistas llaman fitas —cintas o tiras de cabello— que se agrupan según su patrón natural, logrando mayor definición.

¿Cómo se aplica paso a paso?

  1. Trabaja sobre el cabello limpio, húmedo y dividido en secciones. Lo ideal es que cada mechón tenga entre dos y tres dedos de grosor para facilitar el manejo.
  2. Aplica una cantidad generosa de crema para peinar o leave-in en cada mechón. Asegúrate de distribuir el producto desde la raíz hasta las puntas, sin dejar zonas secas.
  3. Desliza los dedos a lo largo del mechón varias veces. Esto no solo ayuda a distribuir el producto de forma uniforme, sino que organiza la fibra capilar y reduce el frizz desde el origen.
  4. Observa cómo el cabello comienza a separarse en tiras definidas. Si alguna zona luce saturada o sin rebote, puedes hacer un leve scrunch solo en ese mechón para devolver elasticidad.
  5. Continúa sección por sección hasta cubrir toda la cabeza. Tómate tu tiempo, ya que el éxito de esta técnica está en el detalle.
Para prolongar la forma y evitar que el rizo se abra durante el día, muchas estilistas recomiendan aplicar una pequeña cantidad de gel o mousse solo en las puntas. Esto ayuda a sellar la estructura sin endurecer toda la hebra.

8. Prueba el wet plopping para potenciar la definición

El wet plopping es una técnica sencilla pero eficaz para conservar la forma de los rizos mientras se absorbe el exceso de agua, sin alterar la definición. Consiste en envolver el cabello mojado con una camiseta de algodón o una toalla de microfibra justo después de aplicar tus productos de peinado.

Este método permite que el cabello repose en una posición que favorece el patrón del rizo, mientras se evita el frizz que suele aparecer con las toallas convencionales o al dejarlo secar al aire sin control.

¿Cómo se hace?

  1. Aplica tus productos con el cabello bien húmedo.
  2. Coloca una camiseta de algodón extendida sobre una superficie plana.
  3. Inclina la cabeza hacia abajo y deja que los rizos caigan sobre la tela.
  4. Envuelve el cabello como si fuera un turbante, sin apretar.
  5. Deja reposar entre 10 y 30 minutos antes de soltar y dejar secar al aire o con difusor.
Si tienes rizos con poco rebote o que se deforman fácilmente, el wet plopping ayuda a que la curvatura se mantenga intacta durante la fase de secado inicial.

9. Usa la técnica rake and shake para formar rizos con rebote

Si quieres rizos definidos, sueltos y con movimiento, la técnica rake and shake es una excelente opción. Consiste en peinar el producto con los dedos (como un rastrillo) y luego sacudir ligeramente las puntas para activar la curvatura natural.

A diferencia de técnicas que agrupan el rizo en bloques, esta favorece una separación más natural entre mechones, ideal para cabellos ondulados o rizos tipo 2C a 3B que tienden a apelmazarse.

¿Cómo se aplica?

  1. Con el cabello húmedo y con producto aplicado, toma un mechón mediano.
  2. Peina con los dedos desde la raíz hasta las puntas, separando bien los hilos.
  3. Antes de soltar el mechón, sujétalo por las puntas y sacúdelo suavemente hacia los lados o de arriba hacia abajo.
  4. Repite en toda la cabeza, trabajando por secciones.
Tip: no sacudas con fuerza. El gesto debe ser corto y controlado. Esto permite que cada grupo de hebras se enrosque de forma natural, sin frizz y con mejor caída.

Define rizos sin dañarlos

Peinar el cabello rizado no se trata de controlarlo a la fuerza, sino de respetar su forma, trabajar con su textura y acompañar su movimiento natural. Cada uno de los consejos que viste aquí —desde el momento de aplicar la crema hasta la dirección en la que colocas el difusor— tiene un objetivo común: definir sin dañar.

No necesitas seguir una rutina complicada ni llenar tu estante de productos. Lo que realmente marca la diferencia es la técnica, el orden y el cuidado con el que tratas cada mechón. Si aprendes a leer lo que tu cabello necesita y adaptas estas prácticas a tu día a día, los resultados van más allá del peinado: mejoran la salud, la forma y la relación con tu propio rizo.

Dale tiempo, observa lo que funciona para ti y recuerda que cada rizo tiene su propio lenguaje. Aprender a peinarlo es también aprender a escucharlo.

Este texto se ofrece únicamente con propósitos informativos y no reemplaza la consulta con un profesional. Ante dudas, consulta a tu especialista.