Cómo preparar sopas más saludables
Las sopas son ideales. Imagina que llegas a casa después de un día frío y agotador… Lo primero que quieres hacer es darte un baño caliente. Lo segundo, beber algo calentito y calefacción… ¿Una sopa? ¡Gran idea!
Además de ser un comida reconfortante, también es nutritiva y seguro que te recuerda a tu infancia. De hecho, la Fundación Española del Corazón nos anima en este informe a incluirla en nuestros menús.
En el siguiente artículo te contaremos cuáles son los beneficios de tomar sopa y cómo prepararlas de manera más saludable. ¡Prepárate para el invierno!
¿Por qué la sopa hace bien?
Cuando estamos enfermos, cuando queremos elevar la temperatura del cuerpo, incluso cuando queremos unir a la familia alrededor de la mesa… ¡Son muchas las ventajas de tomar sopa! Aquí te damos solo algunas:
Es una tradición
Generación tras generación, la sopa sigue encontrándose entre los platillos más consumidos del mundo. ¿Sabías que la primera referencia a esta comida data del Paleolítico? En grabados de las cuevas francesas de Les Eyzies de Tayac se representa un grupo de personas cocinando sopa.
Pero no hace falta que nos vayamos tan lejos ni que nos remontemos tanto en el tiempo. En tus recuerdos infantiles seguro que hay imágenes donde abuelas, tías o madre estaban preparando una sopa.
Es apta para todos
Bebés, niños, adolescentes, adultos y ancianos… ¡Todos pueden aprovechar las bondades de una rica sopa de verduras! Es un plato muy reconfortante y un entrante fantástico cuando hace frío.
Por ello es el primer contacto familiar en la mesa durante la cena. Se podría decir que un caldo hace de unión entre padres, hijos, hermanos, etc.
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Es nutritiva
Desde el punto de vista nutricional, la sopa nos aporta una gran cantidad de vitaminas y proteínas. Se elabora con vegetales, pero también puede llevar carne, pollo, pescado, pasta o arroz. Es una excelente manera de reunir todos los grupos alimentarios en una sola comida.
Es hidratante
Cuando estamos enfermos, con fiebre, por ejemplo, nos recomiendan beber sopa. Al tener un gran contenido de agua y minerales ayuda a que el cuerpo mantenga su equilibrio hídrico.
Es baja en calorías
Para cumplir con esta máxima es preciso prepararla únicamente con verduras y agua. Es decir, sin alimentos ricos en grasa ni tampoco hidratos de carbono como la pasta. La sopa aporta pocas calorías en relación a su volumen.
Es compatible con cualquier dieta hipocalórica porque, además, es saciante y evita que comamos entre horas.
Es de fácil digestión
Debido a que muchos de los alimentos están procesados o triturados se mastica y se digiere fácilmente. Por ello la consumen los bebés o los ancianos sin problemas.
Es medicinal
Una rica sopa ayuda a evitar resfriados o gripes en invierno. La tradicional sopa de pollo es un remedio casero espectacular para este tipo de enfermedades virales, según afirma este estudio de la Universidad de Nebraska.
Es asequible
Por último, la sopa es fácil de preparar y sus elementos los podemos encontrar en cualquier casa. Muchas veces se combinan vegetales que tenemos en la nevera con algún otro ingrediente de la alacena, un poco de agua y listo. ¡A la mesa!
¿Qué debe llevar una sopa perfecta?
Existen miles de recetas para preparar sopas y cada una de ellas tiene una tradición o fue creada por alguna abuela hace décadas. Te vamos a dar la receta “básica” (por llamarla de alguna manera).
Ingredientes
- Cebolla
- Pimiento rojo o verde
- Zanahoria
- Apio
- Puerro
- Ajo
- Perejil
Luego, podemos añadirle lo que deseemos:
- Tomate
- Patata
- Calabacín
- Hinojo
- Acelga
- Espinaca
No hay que olvidarse de los condimentos:
- Sal
- Tomillo
- Orégano
- Laurel
- Aceite de oliva
Y tampoco los adicionales:
- Arroz
- Pasta
- Carne
- Pollo
- Pescado
- Champiñones
Existen diferentes técnicas para preparar una sopa:
Juliana
El nombre deriva de la manera en que cortamos los vegetales de la receta. Es una preparación sin dudas colorida, llena de vitaminas, fibras y calcio.
Las verduras se cocinan con el agua condimentada hasta que todo esté tierno. Se le puede añadir arroz o pasta.
Cremosa
La sopa cremosa o crema lleva un proceso anterior al hervido. Las verduras se pasan por la licuadora. Puede mezclarse con leche, por ejemplo. Algunos la hacen con sémola.
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Salteada
Es una combinación con la primera opción ya que, una vez que los vegetales se cortan en juliana, se saltean con un poco de aceite de oliva. Luego se añade el agua o caldo hasta que esté todo cocido.
De un solo ingrediente
Puede ser cremosa, en juliana o con trozos más grandes pero con un único componente. Por ejemplo de tomate, de pescado o de calabaza.
Huertana
Se le agrega unos trocitos de jamón y lleva también caldo de carne. Se sirve bien caliente y se come con pan. Es un poco grasa y no está recomendada a quienes hacen dieta.
Sopa fría
Es perfecta para el verano y una solución para los amantes de la sopa porque no deben esperar al invierno para disfrutar este platillo. Se puede hacer por ejemplo con remolacha y pepino licuados y agregar caldo como de costumbre. Se deja enfriar y listo.
¿Y el cubo de caldo?
Existen diferentes opiniones en relación a las ventajas o perjuicios que puede tener el típico cubo de caldo que se le agrega a las sopas.
Que tiene una gran cantidad de sodio nadie puede negarlo. Sin embargo, también es cierto que le añade un sabor diferente a las comidas (no solo al caldo).
Algunos optan por no echarle cubos a sus platos y otros buscan maneras de sustituirlo con verdura procesada o incluso deshidratada. Puedes consultar con el médico qué te recomienda en el caso de que sufras hipertensión o problemas renales.
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