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Cómo prepararse para el sexo anal: guía para principiantes

11 minutos
La comunicación abierta, la higiene previa y el uso del preservativo te ayudarán a tener una experiencia sexual positiva y segura. No te pierdas esta detallada guía de consejos y precauciones.
Cómo prepararse para el sexo anal: guía para principiantes
Última actualización: 30 agosto, 2024

El sexo anal puede enriquecer tus ratos en la cama, permitiéndote descubrir nuevas formas de placer y conexión con tu pareja. Si estás considerando explorar esta práctica por primera vez, contar con la información y la preparación suficiente te ayudará a tener una experiencia más cómoda, segura y, sobre todo, disfrutada.

Este tipo de sexo involucra la estimulación del ano y la entrada del recto, ya sea con el pene, los dedos, la boca o juguetes sexuales. Para que la experiencia sea positiva y placentera para todos, debe ser consensuada y requiere del uso de lubricantes adecuados. Aquí te contamos todo lo que debes saber.

Un poco de anatomía

Entender la anatomía básica del recto puede ayudarte a sentirte más cómoda y preparada para el sexo anal o «hacer un griego», sobre todo si tienes preocupaciones comunes como la materia fecal. Sin entrar en una lección completa de anatomía, aquí hay algunos puntos clave que debes conocer:

  • Elasticidad del esfínter: el esfínter y el recto son elásticos y están destinados a estirarse, pero esta dilatación no es excesiva ni permanente.
  • Ubicación de las heces: la materia fecal se asienta más arriba en el recto y es poco probable que aparezca durante este tipo de sexo, en especial si ya has defecado ese día.
  • Falta de lubricación natural: a diferencia de la vagina, el ano no produce lubricación natural. Esto hace que el uso de un buen lubricante sea esencial para evitar la fricción y el malestar.
  • Orgasmos anales: la estimulación anal puede ser muy placentera debido a la gran cantidad de terminaciones nerviosas en el área. Los orgasmos son posibles tanto si tienes próstata como si no.
  • Cercanía con la próstata en los varones: en los hombres, el recto está cerca de la próstata. La penetración anal puede estimular esta glándula y proporcionar una sensación intensa y provocar orgasmos más profundos y placenteros.
  • Sensación de evacuación: la penetración anal estimula muchos de los mismos músculos y nervios involucrados en las evacuaciones intestinales. Esto podría desencadenar la sensación de que quieres ir al baño, pero no significa que realmente necesites hacerlo.

También es necesario comprender que este tipo de sexo no solo se refiere a la penetración, sino que incluye otras prácticas, como frotar o lamer la zona. El rimming, también conocido como analingus, por ejemplo, implica usar la boca, los labios o la lengua en el borde o la abertura anal, donde se encuentran muchas terminaciones nerviosas.

Primeros pasos: practica en solitario

Antes de probar el sexo anal con una pareja, es útil comenzar por tu cuenta para familiarizarte con la sensación y el proceso. Esto te permitirá saber si te sientes a gusto y qué tipos de estímulos disfrutas más.

Empieza aplicando lubricante en el área y explora alrededor del ano con tus dedos. La ducha puede ser un lugar cómodo para esta práctica. Puedes probar técnicas suaves, como presionar ligeramente con la parte plana de tu pulgar o mover el dedo en círculos.

Si te sientes cómoda, empieza a incorporar estimulación interna de manera gradual, usando mucho lubricante. Usa tus dedos o considera un tapón anal pequeño para acostumbrarte a la sensación de penetración. Con el tiempo, puedes probar juguetes sexuales de mayor tamaño.

Asegúrate de que cualquier juguete que introduzcas tenga una base más ancha para evitar que se pierda en tu recto.

Tomarte el tiempo para explorar y conectar con tus sensaciones te ayudará a sentirte más segura y disfrutar de esta práctica sexual de manera más plena antes de involucrar a otra persona.

Consideraciones antes de tener sexo anal con alguien más

La clave para disfrutar con otra persona es prepararse de manera adecuada. Conocer lo que vas a experimentar y evaluar cualquier eventualidad te ayudará a relajarte mental y físicamente, haciendo que la experiencia sea mucho más fluida y placentera.

Tener información suficiente, hablar con tu pareja y adquirir algunos artículos esenciales te predispondrán mejor para esta práctica. A continuación, te presentamos algunas consideraciones que debes tener en cuenta antes de pasar a la acción:

Comunicación abierta y consentimiento

Antes de probarlo con tu pareja, es esencial mantener una conversación honesta y abierta. Ambos deben estar de acuerdo y sentirse cómodos con la idea de explorar esta práctica.

Hablar sobre sus deseos y preocupaciones garantiza que ambos estén dispuestos a disfrutar de la experiencia.

En una relación sana, esta conversación puede ser natural y hasta emocionante. Se trata de negociar las preferencias sexuales y decidir juntos qué explorar. Si uno de los dos quiere probar algo nuevo, es importante discutirlo y acordar cómo llevarlo a cabo.

Además, es fundamental confiar en tu pareja y estar preparados para cualquier duda o inquietud que pueda surgir. Recuerda que es válido cambiar de opinión en cualquier momento.

Consideren hacerse pruebas de infecciones de transmisión sexual para garantizar una experiencia segura para ambos.

Lubricantes adecuados

Sí o sí deberás usar un lubricante para «hacer un griego», ya que esta zona del cuerpo carece de lubricación natural. Estos productos ayudan a reducir la fricción y el riesgo de molestias o lesiones.

Opta por lubricantes de alta calidad a base de agua o silicona, que son compatibles con preservativos de látex y juguetes sexuales. Existen productos específicos para esta práctica sexual que suelen ser más espesos y proporcionan una mayor duración.

Deberás evitar los lubricantes a base de aceite, ya que pueden deteriorar los condones y aumentar el riesgo de infecciones. Tampoco debes usar los desensibilizantes, ya que estas sustancias pueden enmascarar el dolor y llevar a lesiones graves.

Si usas juguetes de silicona, elige un lubricante a base de agua. Para otros tipos de accesorios o para la penetración directa, un producto a base de silicona es más adecuado.

Asegúrate de usar una cantidad generosa para evitar cualquier tipo de incomodidad.

Higiene previa

El ano está en contacto con la materia fecal y, a pesar que te limpies luego de ir al baño, pueden quedar restos de suciedad. Tomar medidas de higiene al practicar sexo anal te ayudará a evitar infecciones y sentirte más fresca y cómoda.

Asegúrate de que tanto tú, como tu pareja, se limpien bien el área anal externa con agua tibia y un jabón suave.

Estos son algunos pasos sencillos para prepararse:

  • Considera usar toallitas húmedas para una limpieza adicional.
  • Si te preocupa ensuciar tu cama, coloca una toalla o manta como protección.
  • Evita la penetración anal seguida de penetración vaginal para prevenir infecciones.
  • Toma una ducha y aprovecha para lavarte la zona externa del ano con agua tibia y jabón.
  • Evita el uso de enemas o duchas internas, ya que pueden alterar el equilibrio natural de la flora intestinal.
  • Mantén una dieta rica en fibra que facilite el proceso digestivo y reduzca la posibilidad de sorpresas durante el acto sexual.
  • Ve al baño antes de tener relaciones. De manera ideal, deberías evacuar entre 30 minutos a una hora antes para asegurarte de que tu recto esté despejado.

El momento de la acción

Hacer sexo anal por primera vez será una experiencia única para cada persona. Descubrir tu cuerpo y el placer que esta práctica te provoca puede ser maravilloso, pero es importante que lo hagas a tu propio ritmo y de manera cómoda. Si no sabes por dónde empezar, sigue estos consejos:

Usa preservativo

Aunque esta práctica no puede causar un embarazo de manera directa, usar un preservativo es fundamental para prevenir infecciones de transmisión sexual (ITS). La piel del área anal es más susceptible a desgarros y fisuras, lo que aumenta el riesgo de entrada de virus y bacterias.

Esta protección también ayuda a mantener la higiene durante la práctica. Si esta práctica te parece un poco sucia, usar condón puede hacer que se sienta más limpia.

Asegúrate de usar lubricante adicional en el exterior del condón para una mayor comodidad.

Siempre debes cambiar a un preservativo nuevo al pasar del sexo anal al vaginal u oral para prevenir la transferencia de bacterias.

Juegos previos

Comienza con algunos juegos previos para relajarte y calentar. La estimulación previa hará que la experiencia sea más placentera. Besos, caricias y masajes son excelentes maneras de crear un ambiente de confianza y comodidad.

Si lo deseas, puedes incluir sexo oral y vaginal para aumentar la excitación y relajación antes de pasar a la zona trasera. Sin embargo, es fundamental cambiar a un condón nuevo.

La excitación hará que todo sea más fácil y divertido.

Paciencia y relajación

Para que la experiencia sea placentera para todos, habrá que tomarse las cosas con calma e ir despacio. Asegúrate de que ambos estén cómodos y hablen sobre lo que sienten.

Es mucho mejor que el receptor esté bien relajado, ya que la tensión puede aumentar el dolor. Comiencen poco a poco, con caricias suaves, estímulos externos y explorando con los dedos o juguetes pequeños antes de pasar a la penetración completa.

Usa mucho lubricante tanto en el pene, dedos o juguetes como en el ano, para reducir la fricción, evitar el dolor y hacerlo más fácil.

Si eres el receptor, concéntrate en cómo se siente y presta atención a las sensaciones agradables. Si eres quien da, hazlo con suavidad y asegúrate de que tu pareja esté cómoda.

Escuchen sus cuerpos y avancen de manera gradual según la comodidad de ambos. Muévanse con suavidad al principio y luego aceleren si lo desean, siempre prestando atención a las señales del cuerpo.

Posturas cómodas y seguras

Experimentar con diferentes posiciones puede ayudarte a encontrar la más cómoda y placentera para ti y tu pareja. Es importante comunicarse y cambiar de pose si algo no se siente bien.

Algunas posturas facilitan la práctica del sexo anal, sobre todo, cuando recién se comienza. La «cucharita» o estar arriba pueden reducir la presión sobre el área anal, permitiendo un mayor control y comodidad.

Otros encuentran que el «perrito» (a cuatro patas) les resulta cómoda, ya que permite ajustar la profundidad y el ritmo de la penetración. Otra opción es la posición con las piernas arriba, que puede permitir una embestida más profunda, aunque puede ser muy intensa para comenzar.

Experimenta con diferentes posiciones y ritmos para encontrar la más cómoda y placentera.

Escucha a tu cuerpo

Ciertos errores pueden causar dolor al practicar sexo anal y esta molestia puede ser un signo de tensión o lesión. Si sientes dolor o incomodidad, díselo a tu pareja y deténganse de inmediato: es vital priorizar el bienestar de ambos.

Si algo te duele, ¡detente! El dolor es la forma que tiene tu cuerpo de decirte que algo anda mal.

La persona que recibe la penetración debe guiar la velocidad e intensidad del acto. Debe haber una comunicación verbal clara para decir «espera», «para», «sigue», «más», «hasta ahí» o «basta».

Recuerda que puedes detenerte en cualquier momento, así que no te sientas presionada a durar hasta la eyaculación. Lo más importante es que ambos se sientan a gusto y seguros durante toda la experiencia.

Después de esta práctica sexual

Puedes sentirte diferente después de «hacer un griego» por primera vez. Habla con tu pareja sobre cómo fue la experiencia, qué sintieron y si es algo que quieres volver a hacer. Compartir sus percepciones y emociones puede fortalecer la relación y asegurar que ambos se sientan cómodos con la práctica en el futuro.

También es importante que al terminar cuiden su higiene. Limpia suavemente el área anal con agua tibia y un jabón suave para evitar irritaciones. Asegúrate de no pasar del sexo anal al vaginal u oral sin haberte lavado primero, ya que esto puede aumentar el riesgo de infecciones.

Si luego del sexo sientes dolor persistente, sangrado, tienes preocupaciones sobre ITS o notas síntomas inusuales, consulta a un médico para obtener orientación adecuada.

Algunos consejos más

Con esta guía sobre sexo anal ya sabes cómo empezar, por dónde seguir y qué hacer al finalizar. De todos modos, hay algunas consideraciones más que vale la pena tener en cuenta. En este sentido, sé cuidadosa durante el embarazo. En esta etapa, la penetración anal puede ser más incómoda y dolorosa debido a los cambios físicos y la tendencia a desarrollar hemorroides.

Además, no lo fuerces. Si tú o tu pareja no están del todo listos, no se presionen para comenzar. Prueben con juegos previos suaves y experimenten con la estimulación gradual para familiarizarse con las sensaciones.

Priorizar el bienestar

Explorar el sexo anal puede ser gratificante con la preparación y el consentimiento mutuo. Con una actitud abierta, buena comunicación y un enfoque cuidadoso, esta práctica puede enriquecer tu vida sexual.

Sin embargo, no es para todos y está bien si decides no probarlo. Prioriza tu bienestar emocional y físico y no dudes en consultar a un profesional de salud sexual si tienes dudas o inquietudes.


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Este texto se ofrece únicamente con propósitos informativos y no reemplaza la consulta con un profesional. Ante dudas, consulta a tu especialista.