¿Cómo puede ayudar el yoga a mejorar la salud articular?

Revisado y aprobado por el médico Carlos Fabián Avila

Escrito por Solimar Cedeño

Última actualización: 09 julio, 2023

El dolor en las articulaciones puede llegar a incapacitar a una persona. Este provoca que los movimientos sean limitados y muchas actividades cotidianas se vuelvan difíciles de realizar de manera normal. No obstante, existen alternativas para mejorar la salud articular. ¿Sabías que el yoga es una de ellas?

Hacer ejercicio es una excelente alternativa para prevenir el desgaste articular. Del mismo modo, te ayudará a modificar ciertos hábitos, como la mala postura.

En ese sentido, el yoga ayuda a mantener en buen estado el sistema osteoarticular. Las posturas tonifican cada parte del cuerpo y, además, su práctica regular incrementa la capacidad de trabajo y la flexibilidad.

¿Qué es el yoga y donde se originó?

Si revisamos la etimología del yoga, encontramos que es un término sánscrito que puede traducirse como ‘esfuerzo’ o ‘unión’. El concepto tiene dos grandes aplicaciones:

• Por un lado, se trata del conjunto de disciplinas físicas y mentales que se originaron en la India y que buscan alcanzar la perfección espiritual y la unión con lo absoluto.
• Por otra parte, el yoga está formado por las prácticas modernas que derivan de la mencionada tradición hindú y que promueven el dominio del cuerpo y una mayor capacidad de concentración.

¿Desde cuándo se practica esta actividad?

Se cree que el yoga tiene una antigüedad de más de 6000 años, según la información de los Vedas. Estos son una colección de himnos que contienen las enseñanzas más ancestrales del yoga y son considerados como revelaciones divinas.

El Rigveda y el Atharvaveda son los textos clásicos que mencionan por primera vez el yoga. Aunque no revelan sus prácticas, sí aluden a conceptos clásicos del yoga, como la vinculación directa con la respiración; también hacen referencias a centros y canales psíquicos —chakras y nadis—.

La cultura occidental descubrió el yoga en la década de 1960. Maharishi Mahesh popularizó esta práctica centrándose en la meditación. Por su parte, Swami Sivananda implementó su sistema yóguico basado en 5 principios:

• Savasana (relajación).
• Pranayama (respiración).
• Asanas (ejercicios).
• Dhyana (pensamientos positivos).
• Meditación.

Desde entonces, el yoga se ha convertido en un fenómeno mundial y sus técnicas han evolucionado con el paso del tiempo. No obstante, los movimientos y los ideales originales se han mantenido.

En general, la práctica del yoga se asocia con el aumento del bienestar físico y mental. Esta disciplina tiene la capacidad de fortalecer la salud articular, cardiovascular y mental, como describiremos en detalle a continuación.

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Cómo el yoga puede mejorar la salud articular

Esta actividad física ofrece varios beneficios para la salud. En primer lugar, según afirma un estudio publicado por el Journal of Yoga & Physical Therapy, el yoga ayuda a estar más consciente de la postura corporal y, por ende, también contribuye a la hora de corregirla y mejorarla.

De acuerdo con la misma publicación, también es útil para el fortalecimiento de los músculos. Esta es otra manera de proteger las articulaciones, que verán potenciada su funcionalidad a causa de este efecto.

Por otra parte, el yoga sirve para mantener un peso ideal. Una investigación publicada por la revista Evidence-Based Complementary and Alternative Medicine explica que esto puede deberse tanto a la realización de actividad física como al incremento de la masa muscular y al cambio de hábitos que esta disciplina promueve.

Una de las principales causas de lesiones y molestias en las coyunturas es el sobrepeso porque provoca mayor tensión sobre ellas, tal y como explica un artículo de Harvard Health Publishing. Las articulaciones más afectadas son las de las caderas, rodillas, espalda y pies.

En último lugar, el yoga nos enseña a escuchar al cuerpo. La práctica de las asanas permite identificar más fácilmente las zonas donde se manifiestan dolores después de la actividad física.

¿Qué tipo de yoga realizar?

La Arthritis Foundation recomienda en una publicación diversos tipos de yoga para mejorar la salud articular y aliviar los síntomas de la artritis. Estas modalidades son: viniyoga, power yoga, vinyasa, yoga restaurativo, ashtanga, yoga sentado, hatha e iyengar.

La práctica de estas diversas modalidades brinda una serie de beneficios mentales que colaboran en el tratamiento de afecciones físicas. Entre estos beneficios, se puede mencionar el elevado nivel de concentración y atención que exigen las posturas.

Así, el yoga también podría mejorar la memoria y atención. Igualmente, proporciona un espacio para desarrollar la estabilidad emocional y el autorreconocimiento.

Estos elementos son fundamentales a la hora de tratar patologías en las que el deterioro físico suele desencadenar episodios de tristeza e incluso cuadros depresivos, según un estudio publicado en Journal of Affective Disorders.

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Añade buenos hábitos para mejorar la salud articular

Como hemos repasado con anterioridad, gracias a la práctica del yoga, la salud articular mejorará significativamente. Las personas aprenden a conocer su cuerpo y controlar sus movimientos. Si practicas esta disciplina con regularidad sabrás respetar y escuchar a tu cuerpo. Esto te permitirá evitar posibles lesiones articulares y musculares.

Asimismo, el fortalecimiento de los músculos provocado por el yoga ayuda de igual manera a cuidar las articulaciones. Cuando estos son fuertes, se reduce el riesgo de padecer problemas articulares.

Finalmente, ten en cuenta también el rol de la nutrición para cuidar las articulaciones, como destaca un estudio publicado por Nutrición Hospitalaria. En este sentido, esta publicación remarca la importancia del consumo de minerales y de vitamina D, así como el aporte adecuado de ácidos omega 3.

En definitiva, si quieres disfrutar uno de los muchos beneficios del yoga, contémplala como tu actividad física regular. Asimismo, también puedes utilizarla como terapia alternativa para afecciones físicas o mentales, siempre después de haber consultado con un profesional de la salud.