¿Cómo tratar el hígado graso no alcohólico?
Escrito y verificado por el médico Mario Benedetti Arzuza
El hígado graso no alcohólico es una hepatopatía común que afecta las personas que beben muy poco o nada de alcohol. Según los datos de Mayo Clinic, esta enfermedad afecta a 80 a 100 personas en los Estados Unidos.
La enfermedad está causada por la acumulación de depósitos de grasa en el hígado, que a su vez se produce cuando el hígado presenta problemas para descomponer las grasas, haciendo que estas se acumulen en el tejido hepático. Dicha acumulación de grasas puede agrandar el hígado y hacer que las células de este órgano sean reemplazadas por un tejido cicatricial.
De esta manera, el hígado no es capaz de funcionar correctamente. Esto puede derivar en una insuficiencia hepática o, incluso, en cáncer de hígado. Por ello, cuanto más pronto se realice el diagnóstico y se inicie el tratamiento, mayores probabilidades de mejora habrán.
El hígado graso no alcohólico
El exceso de grasa acumulada en el hígado dificulta y limita su capacidad para eliminar los desechos de la sangre. Por esta razón, este órgano también tendrá dificultades para realizar otras funciones con normalidad, lo cual afectará notablemente la salud del resto del organismo.
Generalmente, no se suelen manifestar síntomas. Sin embargo, hay casos en los que se presenta: agrandamiento del hígado, fatiga y dolor en la zona superior derecha del abdomen. En otros casos, es posible que el paciente tenga náuseas y otras molestias.
Si esta enfermedad no es tratada a tiempo y la grasa se sigue acumulando, la inflamación, la cicatrización y la cirrosis se desarrollaran provocando:
- Retención de líquidos.
- Perdida de masa muscular.
- Hemorragias internas.
- Coloración amarillenta en la piel y los ojos (ictericia).
Tratamiento del hígado graso no alcohólico y dieta
Un paciente con hígado graso debe prestar atención a las indicaciones de su médico y, a su vez, procurar mejorar sus hábitos alimenticios, lo cual supone evitar el consumo de ciertos alimentos y bebidas que puedan perjudicar su estado de salud.
En líneas generales, el tratamiento consiste en un conjunto de medidas higiénico-dietéticas.
Se les recomienda a los pacientes evitar el consumo de azúcar simple, los carbohidratos refinados, los comestibles procesados (como las golosinas, la bollería, los alimentos congelados, etcétera), y los alimentos y las preparaciones ricas en grasas saturadas y trans (como las frituras).
Los expertos del NIDDK aclaran: “La sustitución de las grasas saturadas y las grasas trans en la dieta por grasas monoinsaturadas y poliinsaturadas, especialmente los ácidos grasos omega-3, puede reducir su probabilidad de desarrollar enfermedades del corazón si tiene hígado graso no alcohólico”.
Cabe destacar que, aunque no son recomendables los zumos de frutas, bebidas deportivas, tés y aguas saborizadas industriales, sí es recomendable consumir alimentos con un bajo índice glucémico, como la mayoría de las frutas, verduras y granos enteros.
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Remedios naturales
Extracto de cardo mariano
El extracto de cardo mariano tiene un compuesto llamado silimarina, que tiene propiedades antioxidantes y que, según estudios, podría ayudar a aliviar algunos síntomas del hígado graso. Además, se considera que estimularía la síntesis de proteínas, lo cual podría ayudar a regenerar las células del hígado, formando tejido hepático nuevo.
Sin embargo, los investigadores indican que, a pesar de haber considerado cierto potencial, de momento, aún no hay suficiente evidencia que permita avalar el cardo mariano como un remedio o tratamiento coadyuvante para el hígado graso sin supervisión médica.
Vitamina E
Además del cardo mariano, también se ha estudiado la acción de los suplementos de vitamina E en pacientes con hígado graso no alcohólico.
Las conclusiones de un estudio publicado en la New England Journal of Medicine indican que la vitamina E tiene un mayor efecto que el placebo, por lo que habría que continuar profundizando al respecto para ver qué tan eficaz puede llegar a ser.
En otro estudio publicado se expone lo siguiente: “Hasta el momento no contamos con tratamientos aprobados por las agencias regulatorias para esta entidad, y los únicos tratamientos recomendados por las sociedades internacionales por tener suficiente evidencia son la pioglitazona y la vitamina E, que no están exentas de efectos adversos”.
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Conclusión
Si deseas evitar tener el hígado graso, lo más recomendable es que mantengas buenos hábitos de vida en líneas generales, lo cual incluiría:
- Vacunarse contra la hepatitis A y B.
- Evitar el consumo de bebidas alcohólicas.
- Mantener una dieta equilibrada y una hidratación adecuada.
- Mantener un peso saludable y, en caso de padecer obesidad o sobrepeso, procurar bajar de peso de manera progresiva, de acuerdo a las indicaciones del médico.
- Evitar los excesos de cualquier tipo (alimentos, bebidas, tabaco, medicamentos analgésicos o antiinflamatorios etcétera).
En caso de tener inquietudes acerca de tu estado de salud, consulta con tu médico. El profesional podrá indicarte qué sucede y qué es lo mejor para tu caso. Evita la automedicación y el uso de remedios naturales, ya que puede resultar contraproducente.
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