Cómo comprobar la frescura de un huevo en tan sólo 3 segundos
No hay nada mejor que disfrutar de unos huevos frescos en el desayuno o en la cena. Ahora bien, ¿sabes cómo determinar la frescura de un huevo? Entonces, ¡continúa leyendo!
El huevo es un alimento muy saludable que debería ser incluido con frecuencia en la dieta para aportarle a nuestro organismo todos sus beneficios.
Aunque los huevos pueden durar por algún tiempo, no hay nada mejor que comprarlos frescos y consumirlos en el menor tiempo posible para aprovechar al máximo sus beneficios.
Los huevos más frescos y de alta calidad que podemos comprar son, sin duda, los que adquirimos directamente en una granja.
Aunque ahora es muy fácil conseguir huevos en el mercado, estos no suelen ser tan frescos como parecen, ya que las industrias los someten a algunas técnicas para prolongar su frescura y poder tener más tiempo para comercializarlos.
Por ejemplo, algunos huevos son sometidos a la congelación parcial y almacenamiento en frío durante semanas, antes de que las empresas pueda llevarlos hasta las tiendas y supermercados.
Si bien los huevos viejos son aptos para el consumo humano, no suelen conservar el delicioso sabor de los huevos frescos y al cocinarlos no quedarán tan perfectos como esperamos. Pero, ¿cómo saber si los huevos están frescos?
¿Qué es la fecha Juliana?
En la industria de huevos de Estados Unidos y otros lugares del mundo, los cartones de huevos deben tener estampados una serie de números que van desde 000 hasta 365.
Esto es conocido como la fecha Juliana e indica el momento en que los huevos se limpian y se embalan en la caja de cartón.
Por ejemplo, si el cartón está estampado con el 000, quiere decir que los huevos son del 1 de enero, en cambio, si tiene el número 213 significa que se empaquetaron el 2 de agosto.
Dicha fecha viene acompañada de otro número que es el indicativo de vencimiento, tiempo límite para vender los huevos al consumidor.
Por ejemplo, un cartón de huevos estampado con los números 015 28 de febrero significa que los huevos son del 15 de enero, pero en el mercado los pueden vender hasta el 28 de febrero, es decir, un mes y medio más tarde.
¿Quién querría comprar huevos de más de seis semanas si puede conseguir huevos frescos? Seguramente, nadie.
La prueba de flotación de los huevos
Como no siempre disponemos del cartón de huevos para comprobar su frescura a través de la fecha, existe una alternativa que nos puede ayudar a comprobar la frescura de un huevo.
La prueba consiste en colocar el huevo con mucho cuidado en una taza de agua. Si el huevo está fresco se hundirá y permanecerá en un plano longitudinal en la parte inferior de la taza.
Cuanto más viejo esté el huevo, más flotará en el agua. A medida que pasa el tiempo, el huevo va perdiendo agua a través de los poros de la cáscara, lo que provoca una disminución de peso y también un aumento de aire en el interior del huevo.
¿Por qué consumir huevos frescos?
Como ocurre con cualquier otro alimento, cuanto más frescos, mejor sabor y aporte de nutrientes.
Sin embargo, a la hora de comprar los huevos, es difícil estar 100% seguros de qué tan frescos son. Los resultados se pueden notar una vez se preparen los huevos en casa y se note que no tienen el mismo sabor y color que un huevo fresco.
Los huevos frescos siempre darán un sabor más agradable, tendrán un color de yema más oscuro y la clara se podrá separar fácilmente de la yema sin que haya una mezcla de ambas.
El huevo contiene ácido carbónico disuelto en la clara y la yema. Con el paso del tiempo, este ácido se pierde a través de los poros de la cáscara en forma de gas, provocando un aumento del pH que tiene efectos como:
- Pérdida de consistencia del huevo.
- La yema se descentra.
- Aumenta la repulsión entre las proteínas de la clara, haciendo que esta pierda color a medida que pasa el tiempo.
¿Es recomendable lavar los huevos?
Se cree que no se deben lavar los huevos, ya que estas prácticas podrían debilitar o dañar la cáscara, que actúa como una barrera protectora que evita la entrada de microorganismos.
De hecho, este estudio realizado por la Universidad de Adelaida, en Australia, afirma que la Salmonela, antiguamente asociada a la supuesta suciedad de la cáscara del huevo, puede causar infección en humanos se haya lavado o no la cáscara del alimento.
¿Has aprendido a detectar la frescura de los huevos? Recuerda verificarla antes de consumirlos para evitar malestares e infecciones.
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