Conciencia corporal: qué es, beneficios y más consejos
Revisado y aprobado por la psicóloga Elena Sanz
La manera más sencilla de definir la conciencia corporal es diciendo que se trata de la capacidad de escuchar lo que dice tu cuerpo. Al hacerlo, te conoces mejor y esto conduce a un autocuidado más profundo y de mayor calidad.
Es muy habitual que las personas solo piensen en su cuerpo cuando surge una molestia o cambia de apariencia. La conciencia corporal es mucho más que eso. Supone estar atentos a nuestro organismo, su estado, su movimiento y su bienestar.
Lo ideal es que esta conciencia corporal comience a formarse durante la infancia. Por desgracia, casi nunca ocurre y es así que llegamos a la edad adulta sin conocer realmente cómo es el cuerpo, cómo habla y qué dice.
¿Qué es la conciencia corporal?
La conciencia corporal es la capacidad para formarte una imagen mental realista de las partes del cuerpo; dónde están, cómo se relacionan entre sí y cómo se mueven. En pocas palabras, es conectarte con tu propio cuerpo. A esto también se le conoce como cinestesia.
Dicha conciencia involucra los sistemas propioceptivo y vestibular. El primero te dice dónde están tus músculos y cómo se mueven. El segundo te permite orientarte en el espacio y mantener el equilibrio, la postura y la estabilidad de la cabeza.
La conciencia corporal también comprende la capacidad para captar las señales de tu cuerpo: hambre, sed, cansancio, etc. De igual modo, está asociada a situaciones complejas, como el deseo sexual o la necesidad de compañía.
Beneficios de tener conciencia corporal
La conciencia corporal es importante para tener una mejor salud física y emocional. También para cuidar los movimientos, aprender nuevas tareas y tener un mejor desempeño de motricidad. Algunos de los beneficios específicos son los siguientes.
Mayor control de movimientos
Tener conciencia corporal implica saber dónde está ubicado tu cuerpo en el espacio. Eso permite una mejor conexión mente-físico y se traduce en un mayor control de los movimientos, así como en más equilibrio y estabilidad.
Control de peso
Un estudio realizado en 2018 indicó que las personas con menos conciencia corporal son más propensas a comer más de lo adecuado, incluso si no tienen hambre. Por lo tanto, entre más conciencia haya, menor es el riesgo de padecer problemas como sobrepeso y obesidad.
Manejo del dolor
Una investigación publicada en Plos One señaló que las personas que no estaban bien conectadas con su cuerpo mostraban también baja autoestima, más síntomas depresivos y menor contacto físico con los demás. A la vez, quienes presentan más conciencia corporal tienen más aceptación por sí mismos, mayor vitalidad y menos dolores físicos.
Identificación y atención de necesidades
Identificar las necesidades genuinas del cuerpo ayuda a que tengas mayor calidad de vida. Por ejemplo, es posible que cuando sientas cansancio lo experimentes como deseo de comer un chocolate o algo por el estilo. Si identificas la necesidad de manera correcta puedes tomar una siesta en lugar de comer algo que no necesitas.
Bienestar mental y emocional
La falta de conciencia corporal también puede conducir a estrés, ansiedad, depresión y hasta vértigo. Si no hay esa conexión con el cuerpo, es posible que se sienta inseguridad en la propia ubicación o en el movimiento. Por el contrario, ser consciente te brinda seguridad y tranquilidad.
¿Cómo se desarrolla la conciencia corporal?
Hay varios métodos para desarrollar la conciencia corporal. Lo ideal es que este tipo de prácticas se lleven a cabo de forma regular, para incrementar la conexión mente-cuerpo de manera gradual.
1. Repasar el cuerpo
Consiste en acostarte en el suelo y cerrar los ojos. Luego comenzar a repasar cada parte del cuerpo, deteniéndote un poco en cada una de ellas. Piensa y siente cómo está cada parte y muévela para enfocar más tu atención. Cuando lo consideres conveniente, pasa a otra parte y sigue así.
2. Actividades con música
Una buena manera de desarrollar la conciencia corporal es identificando y siguiendo el foco de la mirada. Una técnica adecuada es la de seguir el ritmo de una canción con los movimientos del cuello y llevando a cabo la siguiente secuencia:
- De derecha a izquierda.
- De arriba a abajo.
- Diagonales hacia la izquierda y luego hacia la derecha.
- Formar un círculo con el cuello en una dirección y luego en la otra.
3. Ejercicios de equilibrio
Todos los ejercicios de equilibrio son muy adecuados para incrementar la conciencia corporal. Puedes comenzar con algo muy simple, como caminar en línea recta sin desviarte. También probar a pararte sobre una pierna y mantenerte así por 1 minuto.
4. Caminar hacia atrás
Caminar hacia atrás es una excelente vía para reconocer tu cuerpo. Esto te obliga a hacer un movimiento inhabitual. Por lo mismo, te exige más atención y coordinación. Solo debes asegurarte de quitar cualquier obstáculo del camino.
5. Yoga
El yoga es la vía por excelencia para alcanzar la conciencia corporal. En esta práctica se entrena la conexión entre la respiración y el movimiento. Ofrece múltiples beneficios para la salud física y mental.
6. Taichí
El taichí es una práctica oriental milenaria, derivada de las artes marciales. Involucra movimientos lentos y dirigidos de manera conciente, vinculados con la respiración.
Es seguro y eficaz para incrementar la conciencia corporal. Además, alivia el estrés, mejorar el estado de ánimo y el descanso. También se le conoce como meditación en movimiento.
7. Prácticas de meditación
Hay varias prácticas de meditación que permiten incrementar la conciencia corporal:
- Meditación de escaneo corporal: se realiza de la misma manera que el repaso del cuerpo. Sin embargo, en este caso se enfoca la atención hacia las sensaciones de tensión, dolor y entumecimiento. Ayuda a reducir el estrés y el dolor.
- Yoga nidra: mediante una meditación guiada se introduce un estado intermedio entre la vigilia y el sueño. Es como un sueño conciente en el que el cuerpo duerme, mientras la mente está despierta.
- Meditación activa: es casi lo contrario del yoga nidra. Se aquieta la mente, mientras el cuerpo está en movimiento.
8. Terapias de conciencia corporal
En algunos casos, y para algunas personas en particular, puede resultar más beneficioso acudir a un terapeuta para que contribuya con el proceso de incrementar la conciencia corporal. Puede ser fisioterapia, terapia ocupacional o terapia somática.
Conciencia corporal para todos
Todo el mundo puede obtener grandes ventajas al incrementar la conciencia corporal. No es necesario que se lleve a cabo ninguna práctica compleja. Como lo hemos visto, hay ejercicios muy sencillos que se pueden realizar de forma cotidiana.
Los ejercicios de conciencia corporal son muy útiles para las personas que se están recuperando de una lesión, que han tenido una cirugía o presentan alguna afección neurológica. Sin embargo, los demás también mejoran su salud física y mental cuando desarrollan esta capacidad.
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