6 consejos para celebrar el espíritu de la Navidad

La víspera de la Nochebuena no es solo regalos, adornos y banquetes. Retomar el espíritu navideño original implica tomar en cuenta valores como el amor, la bondad, la armonía y la unión familiar.
6 consejos para celebrar el espíritu de la Navidad

Escrito por Jonatan Menguez

Última actualización: 14 febrero, 2024

Las últimas semanas de diciembre son fechas festivas y cargadas de espiritualidad para millones de personas. No solo por la celebración de Año Nuevo, de Nochebuena y los balances que suelen realizarse con el recorrido personal de los 12 meses transcurridos. También por la convocatoria del espíritu de la Navidad, una festividad que tiene lugar en los días previos a colocar los regalos en el arbolito.

De manera concreta, esta tradición se celebra la noche del 21 de diciembre, coincidiendo con el solsticio de invierno en el hemisferio norte. Se trata de un momento para comenzar a palpitar la unión familiar, la armonía y la energía positiva que atrae esta fecha. ¿Cuál es su origen histórico? ¿Cómo celebrarlo? ¡Sigue la lectura!

¿Qué es el espíritu de la Navidad?

El espíritu de la Navidad puede asociarse con los valores originales que la conmemoración por el nacimiento de Jesucristo significa para la tradición cristiana. Tal fecha se concreta durante la Nochebuena, es decir, el 24 de diciembre.

Sin embargo, los días previos también son convocados para honrar la unión de la familia, de las amistades y para la generación de un ambiente pacífico y armonioso. Esta fecha comienza el 21 de diciembre, y marca un momento para juntarse con amigos o seres queridos.

En sí, implica efectuar tradiciones que invoquen a la paz, al amor y a la prosperidad. Su eje central es priorizar el hecho de compartir momentos en familia, más allá de los regalos, las compras y el consumismo en general.

Origen del espíritu de la Navidad
La celebración del espíritu de la Navidad busca dejar de lado el consumismo de estas fechas para priorizar los valores y el tiempo con los seres queridos.


Origen del espíritu de la Navidad

La fecha del 21 de diciembre coincide con el solsticio de invierno en el hemisferio norte. Es decir, el día más corto del año y el momento en que comienza la estación más fría. En el hemisferio sur ocurre el efecto inverso. Tal coincidencia no es una casualidad, y se pueden hallar los orígenes de esta tradición desde culturas muy antiguas.

Los propios romanos convocaban una de sus festividades más importantes durante la semana del solsticio de invierno. Se trataba de las Saturnales, fiestas en honor a Saturno, dios de la agricultura y la cosecha.

Eran días en los que se gozaba de una armonía generalizada, incluso con los esclavos. Además, se visitaban familiares y se adornaban las calles.

Tras finalizar el solsticio de invierno el 21 de diciembre, día más corto del año, los romanos celebraban el nacimiento del Sol Invictus. A partir de esa fecha, la divinidad solar vencía a la oscuridad y los días comenzaban a ser más largos.

La tradición navideña, cuyo origen etimológico proviene de natividad o nacimiento, encuentra sus raíces en estos rituales. La religión católica adoptó este periodo para conmemorar el nacimiento de Jesucristo, por lo que se trata de una fecha cargada de espiritualidad desde hace miles de años.

Ya con la religión pagana de Roma, y luego con el cristianismo, los últimos días de diciembre son una instancia de festejo, armonía y llamamiento a la prosperidad.

6 consejos para celebrar el espíritu de la Navidad

Para tener una semana navideña más cercana a los valores originales de la fiesta, hay algunas recomendaciones que pueden aplicarse. Lo más importante es priorizar la unión familiar por encima de los objetos materiales.

1. Fomentar la unión familiar

Uno de los consejos más importantes para retomar el espíritu de la Navidad acorde a su significado histórico es compartir espacios en familia. Ya sea mediante juegos, paseos por la ciudad o salidas al cine, generar momentos grupales alienta la unificación y los valores de esta celebración.

Las películas navideñas son una opción ideal para esas instancias. También es posible lograrlo a través de la preparación de una cena especial, en la que se utilice menos el teléfono celular y se intercambien historias o anécdotas.

2. Compartir momentos especiales con los niños

Si hay pequeños en el hogar, hay que generar espacios de intercambio especiales con ellos. Más allá de la búsqueda de compartir con la familia en general, los niños suelen fascinarse por las historias, la lectura de cuentos y los detalles navideños.

Por ejemplo, los calcetines colgados con dulces, las cartas a Santa Claus, el arbolito y otros aspectos decorativos. Transforma esa semana en un recuerdo inolvidable para ellos.

3. Evitar el consumismo

Aprovechando el momento en el que los pequeños suelen pedirle cosas a Santa Claus mediante cartas, vale la pena inculcar que lo más importante no es lo material. Si bien es común y no está mal que soliciten regalos, hay que hacerles comprender que el espíritu de la Navidad pasa por otro lado.

Tal vez los bienes de consumo no sean la única forma de satisfacer los deseos de los niños. Es posible optar por la realización de manualidades, paseos y excursiones o las actividades lúdicas entre toda la familia.

4. Limpieza y aromatización para recibir el espíritu de la Navidad

Algunas personas eligen esta fecha para renovar las energías del hogar mediante rituales purificadores de limpieza. La idea es recibir las energías positivas que atrae el espíritu de la Navidad y dejar atrás las sensaciones negativas del año.

Para eso es común la colocación de velas aromáticas e inciensos distribuidos por la casa, en especial, con fragancia de limón, pino o mandarina.

5. Reunirse con amigos

Otra alternativa para vivir el espíritu de la Navidad de forma especial es una reunión de amigos. Los encuentros familiares se pueden dejar para la Nochebuena. De esta manera, se comienza a palpitar una semana rodeada de seres queridos y energías positivas.

Cena de Navidad
La idea de compartir entre amigos y seres queridos es recargarse de buena energía para recibir la Navidad.

6. Inculcar la solidaridad

No cabe duda de que otro valor significativo de esta celebración es la solidaridad y el hecho de compartir con el prójimo. Se trata de un momento que también puede transcurrir en familia. Consiste en acudir a diferentes organismos o espacios en los que se encarguen de distribuir los bienes donados de manera responsable.



El espíritu de la Navidad es amor, bondad y armonía

Con todos estos consejos, es posible acercarse a los valores primigenios de la Navidad. Priorizar la alegría, la paz, la armonía y la familia transforma las últimas semanas del año en un momento de balance y agradecimiento por los meses transcurridos.

De esta manera, se termina el periodo y se comienza el nuevo año con las energías renovadas para buscar la prosperidad.


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