¿Eres distraído o despistado? 10 consejos para mejorarlo
Escrito y verificado por la psicóloga Maria Fatima Seppi Vinuales
¿A quién no le pasó estar buscando durante varios minutos algo para poder salir a la calle y, tras varios intentos fallidos, darse cuenta de que ya lo llevaba? También, es posible que olvides compromisos y te acuerdes de ellos cuando ya es tarde. Si se lo cuentas a alguien, no tardarán en acusarte de distraído o despistado.
Cuando te suceden cosas similares varias veces, puedes aplicar algunas estrategias para que dejen de ocurrir. A continuación, encontrarás recomendaciones para disminuir las distracciones y para pensar qué te puede estar pasando.
Posibles causas de tu distracción
De manera general, las distracciones se pueden clasificar en dos tipos: externas e internas. Aunque se complementan, en realidad forman parte de entidades diferentes.
- Distracciones externas: son aquellas que se generan por fuentes ajenas a ti, como por ejemplo ruidos, situaciones que pasan a tu alrededor, sujetos que interrumpen lo que haces y demás. El modo en que afectan el desempeño o la concentración es variable entre las personas.
- Distracciones internas: son aquellas que se generan por desencadenantes relacionados con tu personalidad, tu estado de ánimo en el momento y otras variables individuales. Por ejemplo, la falta de interés con respecto a la acción que se ejecuta, el grado de cansancio (fatiga, sueño y demás) y la capacidad para concentrarse o mantener la atención.
Por otro lado, si te preguntas por qué estás distraído, también es probable que busques abarcar más tareas de las que puedes. En este sentido, una de las posibles razones de tus descuidos es el multitasking o multitarea, es decir, el hecho de realizar varias actividades a la vez.
El multitasking es una cuestión de atención desviada. Por lo tanto, equivale a distracción. Anotas un mensaje, mientras lees un chat y escuchas lo que te dice un compañero o familiar.
Si bien puedes suponer que se trata de una ventaja, en el mediano y largo plazo las consecuencias son visibles. Así, es posible que no te conectes con las actividades y, de forma progresiva, obtengas deficiencias en tu desempeño.
Sin embargo, existen otros motivos varios por lo que puedes estar despistado. Hay afecciones que se caracterizan por la distracción, como el TDAH o trastorno de déficit de atención. En cualquier caso, si tus olvidos interfieren con tu vida diaria, lo mejor es consultar con un médico.
Consejos para ser menos despistado
Quizá debas preguntarte lo siguiente: ¿distraído con qué? Es posible que pretendas cumplir con aquello que está más allá de lo posible. A continuación, te daremos algunos tips que puedes aplicar para concentrarte en tus actividades y mejorar distracciones. ¡Pon en práctica estas sugerencias!
1. Empieza por lo importante
Antes de comenzar el día, puedes hacer una lista de aquellas tareas que tienes por delante y asignarles una prioridad. De este modo, no solo tendrás un panorama general de la jornada, sino que a medida que avanzas o cumples objetivos, continúas con lo que sigue.
Si eres distraído o despistado, las agendas son una excelente opción para tener siempre a mano. Anota en ellas todos tus compromisos de acuerdo con su urgencia y revísalas a diario para evitar posibles olvidos. Lo mejor es que les eches un vistazo por las noches para comenzar el día con las actividades diarias en mente.
2. Encuentra una forma de recordarte cosas
Además de tener una agenda en la que escribas todas tus tareas, puedes utilizar otros medios para recordarlas. Por ejemplo, usar notas autoadhesivas en lugares estratégicos que sean visibles. También, puedes mantener siempre cada objeto en un sitio en particular.
Otra opción son los recordatorios del celular. Puedes implementar alarmas que suenen un rato antes de tus obligaciones para no olvidarlas. De igual modo, utilizar los calendarios que incluyen los teléfonos celulares es una buena estrategia. Así, puedes configurarlo para que emita una alerta cuando necesitas acordarte de algo.
3. Conoce tus tiempos y aprende a manejarlos
Muchas veces, la distracción viene de la mano de la falta de organización. Por eso, es bueno que puedas planificar tus actividades. En lugar de pretender realizar tantas actividades diarias, reflexiona acerca del número que puedes abarcar.
De ese modo, no estarás tan ocupado para olvidar pequeños detalles o compromisos. Además, podrás desempeñarte de mejor forma en las tareas que realizas. Esto, también, disminuirá tu estrés y fatiga.
4. Intenta mantener la atención
Procura estar presente aquí y ahora, en lo que está sucediendo. Por supuesto que puede resultar difícil, pero, si mientras mantienes una conversación con alguien también estás chequeando las notificaciones de WhatsApp, es posible que te pierdas detalles importantes de la conversación.
Para aumentar tu enfoque, puedes practicar terapias como el mindfulness. Esta clase de tratamientos de atención plena pueden mejorar la concentración, el estado de ánimo y la memoria auditivo-verbal inmediata. También, pueden reducir tus niveles de estrés y ansiedad. ¡Vale la pena probarla!
5. Masca chicle
Aunque pueda resultarte extraño, ¿sabías que la goma de mascar puede mejorar tus niveles de atención? Para ser menos despistado, una buena opción es probar con masticar chicle mientras ejecutas tareas que requieren de tu máxima concentración.
A pesar de que sus efectos siguen bajo análisis, la goma de mascar puede ser útil para mantener el estado de alerta y evitar la somnolencia. Por tanto, tiene un efecto positivo en la atención, aunque no dura tanto tiempo. Sus resultados pueden permanecer por 30 minutos. Quizá puedas hacer uso de ella en determinados momentos.
6. Elige un sitio libre de distracciones
Intenta trabajar o estudiar en un entorno poco contaminado de estímulos visuales y auditivos. En tu hogar, evita aquellos lugares que son de paso, es decir, por donde circulan muchas personas de manera constante.
También, puedes silenciar tu teléfono celular o dejarlo en otro espacio mientras realizas tareas importantes, como estudiar. De esa manera, evitarás aquellos estímulos indeseados que te distraen de tus quehaceres, como las notificaciones o revisar tus redes sociales.
7. Cierra las tareas
En lugar de proceder con muchas tareas a la vez, es valioso que intentes focalizarte en una sola. Para ello, puedes comprometerte con un tiempo de inicio y de fin, a pesar de que sea breve.
Aunque sean pequeñas acciones, verás que son útiles para forjar hábitos. De a poco, puedes incrementar el tiempo que le dedicas a determinadas actividades. Cuando esto sucede, al final del día tendrás la percepción de que lograste cumplir con más de tus metas.
8. Crea momentos de ocio y descanso
Para limitar las distracciones recurrentes, es importante que destines un poco de tu tiempo para descansar. En este sentido, la distracción también es necesaria tras períodos de exigencia. El cerebro necesita una válvula de escape, un respiro.
Por eso, hay que encontrar un equilibrio entre el trabajo y la recreación. Una técnica que sostiene esta premisa es el método Pomodoro, que consiste en destinar 25 minutos a una tarea específica y, luego, descansar 5 minutos. De ese modo, es posible que cuentes con mayor atención y rendimiento cuando sea necesario.
9. No te justifiques
Muchas veces, las etiquetas de «distraído» o «despistado» tienen un beneficio secundario: negar la responsabilidad. Entonces, puedes valerte de esta característica para justificarte.
Por eso, para salir de la zona de confort y superarte en aquellos aspectos que puedes mejorar, es importante sincerarte contigo mismo. Usar la distracción como excusa te puede poner en una situación cómoda de no querer cambiar ni mejorar.
10. Adopta mejores hábitos de vida
La falta de sueño o la comida poco saludable puede influir en tu concentración diaria. Si buscas ser menos despistado, lo mejor que puedes hacer es dormir la cantidad de horas necesarias, 7 u 8, para estar activo al día siguiente.
De igual modo, tener una dieta equilibrada e incorporar ácidos grasos insaturados es relevante para los procesos cognitivos, como el aprendizaje y la memoria. Por eso, intenta consumir más alimentos sanos y menos comida chatarra.
A su vez, el estrés puede ser otro factor influyente en tu rendimiento. Como mencionamos, algunas estrategias, como las terapias de atención plena, pueden ayudarte a reducir la tensión y fomentar la concentración. También, realizar actividad deportiva es fundamental para ello.
¿Quieres ser menos despistado?
Cada vez resulta más difícil concentrarse en un mundo con tantos estímulos. A pesar de eso, es posible ser menos despistado y hacerle frente a los efectos negativos del multitasking. Para ello, te hemos ofrecido 10 consejos que puedes usar a diario.
Implementa estas opciones de forma regular. Así, es posible incrementar tu rendimiento y observar cómo reduces tus episodios de olvidos o despistes. ¡No te sientas mal por ello! Es normal que suceda. Sin embargo, si notas que cada vez ocurren con más frecuencia, te recomendamos consultarle a un profesional de la salud.
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