¿Sabías que la contaminación del aire puede provocar dolor de cabeza?
Escrito y verificado por el médico Leonardo Biolatto
En medio de la rutina diaria, las cefaleas que sufrimos pueden tener orígenes diversos. Y aunque parezca extraño o no lo hayas tenido en cuenta, deberías saber que, a veces, el dolor de cabeza se relaciona con la contaminación del aire que respiras.
La mala calidad del aire es un problema global en constante aumento, sobre todo en las grandes urbes. Pero no solo afecta a los pulmones, sino también al cerebro.
Niveles elevados de contaminación podrían inflamar el sistema nervioso. Así, aparecerían jaquecas y hasta se podrían empeorar cuadros de migraña.
¿Por qué la contaminación puede causar cefalea?
El aire que respiramos a diario está lejos de ser puro y fresco. La mezcla del humo de los incendios forestales, los gases de escape de los vehículos y los vapores industriales acumulan sustancias tóxicas en el ambiente.
Y si bien la inhalación de contaminantes suele asociarse a enfermedades respiratorias y a síntomas como tos o disnea, también se encontró que podría tener efectos neurológicos. Los estudios muestran una asociación significativa entre la contaminación del aire y la aparición de dolor de cabeza en la población.
Se ha comprobado, por ejemplo, que las visitas a los servicios de urgencias por cefalea aumentan después de los incendios forestales y en días en los que se registra mala calidad del aire. Aunque los mecanismos exactos aún no se develaron por completo, se supone que el trasfondo es una inflamación del sistema nervioso.
Es decir, el aire contaminado sería responsable de neuroinflamación. Ello podría derivar en mayor estrés oxidativo para las neuronas y muerte celular.
Asimismo, la presencia de olores desagradables en el aire puede ser otro desencadenante del dolor de cabeza. En especial, en pacientes con antecedentes de migraña. La hipersensibilidad a los aromas estimula a los nervios olfativos, que conectan la parte posterior de la nariz con el cerebro y provocan la cefalea.
¿Qué contaminantes del aire se asocian al dolor de cabeza?
Varias sustancias y moléculas han sido identificadas como desencadenantes potenciales de las cefaleas. La inhalación de las mismas podría afectar la salud cerebral.
Los contaminantes del aire que se relacionan con los dolores de cabeza, según una revisión científica del 2022, son los siguientes:
- Combustibles de biomasa: por la quema de materiales orgánicos renovables, como madera, desechos de cultivos o estiércol animal.
- Dióxido de azufre (SO2): este gas incoloro, con un olor similar al de los huevos podridos, se genera cuando se queman combustibles fósiles que contienen azufre. También es el responsable de la lluvia ácida.
- Monóxido de carbono (CO): es un gas sin color ni olor que se produce cuando los combustibles no se queman por completo. Su inhalación puede ser mortal, ya que impide que la sangre transporte oxígeno.
- Hidrocarburos aromáticos policíclicos (HAP): este grupo de sustancias químicas se encuentra en el humo de la quema de combustibles fósiles y otras sustancias orgánicas. Algunos están asociados con el cáncer.
- Dióxido de nitrógeno (NO2): un gas producido por la quema de combustibles, sobre todo en vehículos y centrales eléctricas. Puede irritar los pulmones, aumentar la susceptibilidad a infecciones respiratorias y contribuir a los dolores de cabeza.
- Compuestos orgánicos volátiles (COV): son químicos orgánicos que se evaporan con facilidad. Se encuentran en pinturas, solventes y productos de limpieza. La exposición a altos niveles de los mismos puede causar dolores de cabeza, náuseas, irritación de los ojos, nariz y garganta.
- Partículas en suspensión (PM): se trata de partículas finas de sólidos o líquidos suspendidas en el aire, como polvo, suciedad, hollín, trozos microscópicos de amoníaco, cloruro de sodio y sulfatos. Se relacionan con un aumento de las visitas a salas de emergencias por migraña.
- Ozono (O3): en la atmósfera superior, su presencia nos protege de los dañinos rayos ultravioleta. Sin embargo, a nivel del suelo, se forma cuando los contaminantes reaccionan con la luz solar, lo que contribuye al esmog, que puede dañar el sistema respiratorio y exacerbar los dolores de cabeza.
¿Cómo saber si la calidad del aire te está afectando?
Es habitual inhalar algunas sustancias nocivas presentes en el aire. Evitarlas se ha vuelto casi imposible, ya que nuestras obligaciones diarias nos ponen en contacto con ellas.
El problema es que, al introducirlas de manera abundante en el organismo, generamos consecuencias nocivas para la salud. A veces, notamos de inmediato que la contaminación nos afectó. Sin embargo, en general, los efectos graves aparecen a largo plazo, en una progresión silenciosa.
En la actualidad, existen servicios específicos que permiten ver y medir el índice de calidad del aire (ICA) de cada ciudad, de cada vecindario y hasta de cada casa. Por ejemplo, en los Estados Unidos, se puede utilizar Purple Air, que es privado, o el mapa interactivo de la Agencia de Protección de Ambiental.
Para España, el gobierno dispone de un servicio público, basado en el Real Decreto 102/2011. Se puede consultar en la web de calidad del aire del Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico.
Los valores del ICA van de 0 a 500 y se obtienen como un promedio de la concentración de los diferentes contaminantes. Los números más altos representan mayor contaminación. Valores inferiores a 100 se consideran seguros o satisfactorios.
Cuando los niveles de contaminación del aire que inhalas son altos, deberías prestar atención a la aparición de alguno de los siguientes síntomas:
- Tos
- Fatiga
- Mareos
- Sibilancias
- Dolor de cabeza
- Opresión en el pecho
- Dificultad para respirar
- Hipersensibilidad a la luz y al sonido
- Irritación de los ojos, la nariz o la garganta
Es importante llevar un registro de los días en que aparecen estos síntomas, para relacionarlos con el valor ICA de tu área en esas mismas jornadas. Podrías descubrir una relación entre ambos.
En caso de constatar la sospecha, consulta a tu médico. El profesional te orientará sobre el mejor modo para proteger tu salud frente a la contaminación.
¿Cómo puedo evitar o aliviar el dolor de cabeza por contaminación del aire?
Hay algunas estrategias que puedes aplicar para limitar los efectos de los contaminantes aéreos en tu sistema nervioso. Debido a que es muy difícil evitar por completo la exposición, debemos buscar alternativas que prevengan las cefaleas o que las reduzcan.
Identifica y reduce la exposición al máximo
Busca las fuentes de mala calidad del aire en tu área y trata de reducir tu exposición a ellas. Utiliza las aplicaciones o los sitios web disponibles que proporcionan actualizaciones en tiempo real.
Ante valores elevados de ICA, evita las actividades al aire libre que puedas postergar. Además, en esas jornadas es mejor mantener las ventanas cerradas.
Purifica el aire del interior de tu casa
Entre los consejos para purificar el aire del hogar, el uso de un aparato comercial para tal fin podría ser de gran ayuda. Adquiere un artefacto certificado por organizaciones reconocidas y que cuente con un filtro HEPA. Luego, recuerda limpiarlo y mantenerlo según las instrucciones del fabricante.
También puedes recurrir a plantas que purifican el aire del hogar. Son opciones naturales para disminuir los niveles contaminantes.
Usa remedios caseros para el dolor
Algunos remedios caseros para calmar el dolor de cabeza podrían ser beneficiosos en este contexto. Asegúrate de que las cefaleas se asocian de manera contundente con la contaminación y que no hay otros síntomas preocupantes. En ese caso, prueba con lo siguiente:
- Aumenta tu hidratación.
- Usa una compresa fría o una bolsa de hielo en la frente o en la nuca.
- Inhala los aromas de aceites esenciales de menta o de lavanda, tras diluirlos, para obtener un efecto relajante.
Busca ayuda profesional
Si tus dolores de cabeza persisten, son incapacitantes o se asocian a otros síntomas, consulta con un médico. Él te ayudará a determinar si hay enfermedades subyacentes y te recomendará los tratamientos adecuados.
Contribuye a atacar el problema de base
El dolor de cabeza asociado a la contaminación del aire tiene, en el fondo, una situación clara que es la causante: la polución. Involucrarse en los esfuerzos locales y globales para mejorar la calidad de la atmósfera puede marcar una diferencia real en la salud y en el bienestar de la comunidad.
Hay varias alternativas. Puedes participar en grupos de defensa del medio ambiente, en campañas de concienciación pública o en proyectos locales que fomentan el uso de energías limpias.
Adoptar un estilo de vida más sostenible también es importante. Cuando sea posible, prefiere el transporte público, la bicicleta o caminar en lugar de conducir. Además, opta por la energía renovable en tu hogar.
Mejorar la calidad del ambiente no es una transformación que se hará real de la noche a la mañana. Mientras tanto, es posible que sufras dolor de cabeza por la contaminación del aire.
Por eso, no dejes de reducir tu exposición a los contaminantes con las medidas que te sugerimos antes. Y si tienes migrañas constantes o tus cefaleas se tornan insoportables, busca ayuda profesional para un diagnóstico y tratamiento adecuados.
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