Aprende a curar una herida infectada correctamente
Escrito y verificado por el médico Nelton Abdon Ramos Rojas
Todos hemos sufrido heridas a lo largo de nuestra vida, y cada una de ellas ha sido de mayor o menor gravedad. Sin embargo, existe el riesgo de tener una herida infectada por no ofrecerle el cuidado adecuado, incluso si es pequeña.
Si una herida se infecta, es posible que la infección se extienda a la piel que se encuentra alrededor, lo que podría causar complicaciones a largo plazo.
Si quieres saber cómo cuidar y curar una herida infectada de forma correcta, sigue leyendo este artículo.
¿Cómo cuidar una herida?
Si sabes atender correctamente una herida desde el primer momento, podrás evitar complicaciones. Sin embargo, en caso de que las molestias persistan o simplemente tengas inquietudes, lo mejor será consultar con el médico.
Si te has hecho una herida, ya sea por corte, desgarro, contusión o quemadura, es muy importante que sigas los siguientes pasos para evitar que llegue a infectarse:
- Observa la herida con detenimiento, de esta manera sabrás su nivel de gravedad.
- Lava la herida con agua templada y jabón, así eliminarás cualquier suciedad que pueda tener. Si el agua no es capaz de eliminar todos los desechos dentro de la herida, será necesario utilizar unas pinzas.
- Evita cualquier infección utilizando una crema antibiótica de aplicación tópica durante, al menos, un día.
- Cubre la herida con un vendaje o curita, de esta manera podrás mantenerla limpia y sin riesgo de infecciones.
- Observa con frecuencia la herida mientras evoluciona para asegurarte de que no se infecte.
Finalmente, para determinar que no se ha infectado, presta atención a lo siguiente:
- Será indolora al tacto.
- Tendrá una temperatura tibia.
- No tendrá signos de inflamación.
- Su color será sonrosado e irá aclarándose con el tiempo.
- Presentará buen aspecto gracias a la cicatrización.
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¿Cómo saber si la herida está infectada?
Si crees tener la certeza de que la herida está infectada, presta atención a estos signos. Cualquiera de ellos puede indicar que no está curando correctamente:
- Secreción de pus.
- Presenta mal olor y aspecto.
- No existen señales de cicatrización.
- Fiebre local o general, acompañada por enrojecimiento continuo de la zona, inflamación en los bordes y sensibilidad.
- Dolor persistente luego de varios días, incluso con suaves movimientos. En casos extremos se pueden detectar sensaciones punzantes.
Estas señales alertan de que la zona se encuentra infectada por alguna bacteria, por lo que es importante tratarla con mucho cuidado antes de que sea aún más grave.
¿Cómo curar una herida infectada?
Si la herida presenta varios o todos los síntomas anteriores, es fundamental que comiences a tratarla de inmediato siguiendo los pasos que te exponemos a continuación.
1. Desinfectar la herida
Es lo primero que debes a hacer, pues una herida infectada jamás podrá sanar. Para desinfectarla puedes seguir estos pasos:
- Lavar la herida con suero fisiológico y jabón neutro. Estos se encargarán de desinfectar la herida y regular el pH de la zona.
- Secar con una gasa estéril, así evitarás cualquier bacteria que pueda encontrarse en la toalla o servilleta.
Cuando hagas esto, debes asegurarte de eliminar toda la secreción o suciedad que se encuentre en la herida y dejarla completamente limpia.
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2. Aplicar un ungüento antibiótico
Después de haber secado la herida infectada, busca un ungüento o una pomada antibiótica y aplicála sobre la zona afectada con un hisopo, evitando la contaminación de dicha pomada.
Esto tendrás que hacerlo entre 2 y 3 veces por día, lavando la herida cada vez que vayas a aplicar la pomada. Este proceso debe durar al menos 5 días. Así podrás asegurarte de eliminar por completo la infección y acelerar el proceso de curación.
Nota: evita aplicar ungüentos medicinales sin la autorización del médico, pues podría resultar contraproducente.
3. Resguardar la herida
Necesitarás resguardar la herida bajo un vendaje, para evitar así la contaminación o una nueva infección en la zona. Para esto te recomendamos gasas estériles, ya que no correrás riesgo de contagio de bacterias dentro de estas.
Acude a tu médico si es necesario
Es de vital importancia mantener la herida supervisada y vigilar su evolución. En caso tal de no observar ninguna mejora, es necesario acudir al médico de confianza. Este se encargará de medir el grado de infección que tenga la herida y recetará los medicamentos necesarios para su recuperación.
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