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Debilidad en las piernas: 12 posibles causas y cómo tratarlas

9 minutos
La debilidad en las piernas suele aparecer luego de hacer ejercicios vigorosos. Sin embargo, este síntoma también puede indicar un problema a nivel cerebral o motor.
Debilidad en las piernas: 12 posibles causas y cómo tratarlas
Leidy Mora Molina

Revisado y aprobado por la enfermera Leidy Mora Molina

Última actualización: 15 agosto, 2024

La debilidad en las piernas es una condición que se caracteriza por la disminución o pérdida parcial de la fuerza en uno o ambos miembros inferiores. Este síntoma puede sumarse a otros como dolor, inestabilidad, hormigueo o entumecimiento.

Dependiendo del grado de debilidad, puede verse comprometida la motricidad y afectar incluso la realización de las actividades diarias. En consecuencia, aumenta el riesgo de caídas y lesiones, en especial en adultos mayores.

Ahora bien, la debilidad puede empezar de manera súbita o de forma gradual, dependiendo del origen. Algunas de las causas más comunes son el ejercicio físico intenso y los problemas de circulación. No obstante, también puede ser el resultado de afecciones neurológicas, cardiovasculares y osteomusculares graves.

A continuación, detallamos algunas de las causas más frecuentes que pueden desencadenar esta condición.

1. Actividad física de alta intensidad

El ejercicio físico de alto nivel y el sobreentrenamiento son una de las causas frecuentes de debilidad en las piernas, sobre todo en personas con poca experiencia. En general, este síntoma aparece posterior a las sesiones de entrenamiento y puede ir acompañado de temblores musculares.

De igual forma, es habitual que la debilidad reaparezca luego de un par de días, asociada a dolor y tensión muscular. En este caso, la misma se origina del proceso de recuperación del tejido distendido y desgastado. En la mayoría de los casos, las personas mejoran de forma espontánea luego de 2 a 4 días.

2. Enfermedad arterial periférica

Se trata de un problema circulatorio frecuente que afecta a un 15-20 % de las personas mayores de 70 años. Esta enfermedad aparece por la acumulación de placa en las arterias, lo que reduce el flujo de sangre desde el corazón a otras partes del cuerpo, en especial, hacia las piernas y los pies.

La debilidad muscular y el entumecimiento de las piernas son manifestaciones típicas de esta condición. De igual forma, los pacientes suelen manifestar dolor en los muslos o las pantorrillas, luego de caminar o subir escaleras.

Otros síntomas incluyen los siguientes:

  • Sensación de frío en la pierna.
  • Cambios de coloración en los miembros inferiores.
  • Pulso débil en las piernas o en los pies.
  • Piel brillante.

El examen físico, el índice tobillo-brazo, la ecografía Doppler y la angiografía son los métodos utilizados para el diagnóstico. El tratamiento está orientado a aliviar los síntomas y detener la progresión.

3. Insuficiencia venosa

La insuficiencia venosa es un trastorno vascular caracterizado por la dificultad de el retorno de la sangre de las piernas al corazón por incompetencia de las válvulas en las venas. Con el tiempo, las venas se distienden y retienen la sangre en los miembros inferiores, en especial al estar de pie.

Una de las primeras manifestaciones de esta condición es el síndrome de piernas cansadas, donde se puede experimentar una sensación de debilidad en las piernas, pesadez, calambres, picazón, adormecimiento y dolor. Con el tiempo, la insuficiencia venosa puede provocar cambios en la piel de las piernas, hinchazón, resequedad, enrojecimiento, formación de várices y heridas que tardan en cerrar.

Esta afección es 5 veces más frecuente en mujeres que en hombres. La ecografía Doppler es la prueba diagnóstica de elección. El plan terapéutico busca mejorar la movilización de la sangre venosa e instaurar hábitos saludables.

4. Neuropatía periférica

La neuropatía periférica es una afección neurológica que se produce por el daño de las vías nerviosas responsables de la transmisión de la información entre el cerebro y el resto del organismo. En la mayoría de los casos, las personas manifiestan un dolor punzante o quemante en las piernas o las manos. De igual forma, es posible encontrar los siguientes síntomas:

  • Entumecimiento y hormigueo.
  • Debilidad muscular.
  • Hipersensibilidad al tacto.
  • Problemas de coordinación y marcha.

Así mismo, los principales responsables de este síndrome son las lesiones traumáticas, la diabetes, las infecciones y la exposición a sustancias tóxicas. El tratamiento incluye el uso de medicamentos para reducir los síntomas, la estimulación nerviosa, la fisioterapia y la cirugía.

5. Hernia de disco

Una hernia discal ocurre cuando una parte del disco intervertebral conocida como núcleo pulposo, se sale del anillo del disco a través de una parte debilitada (como una rotura o desgarro). Esta afección puede producirse a cualquier nivel de la columna vertebral, siendo más frecuente en la zona lumbar.

Cuando el disco presiona los nervios raquídeos suele producir dolor, que en muchos casos es intenso. Cuando las hernias de disco son lumbares, provocan la sensación de debilidad en las piernas. También es frecuente el hormigueo, el ardor y el dolor en los glúteos y en la espalda baja.

Por lo general, la debilidad favorece las caídas y los tropiezos, además de dificultar el hecho de levantarse de la cama. El plan de tratamiento incluye el uso de fármacos, la fisioterapia y la corrección quirúrgica, según la gravedad.

6. Enfermedad vascular cerebral (EVC)

La EVC es un trastorno caracterizado por una pérdida súbita de las funciones neurológicas producto de una alteración en el flujo sanguíneo del cerebro por una isquemia o hemorragia. En la mayoría de las personas produce debilidad en un lado del cuerpo y alteración de la sensibilidad.

Los pacientes afectados también pueden experimentar dificultad para hablar, confusión, visión borrosa, mareos y alteraciones del equilibrio. Esta condición requiere abordaje médico de emergencia, por lo que es crucial reconocerla a tiempo y buscar ayuda lo antes posible.

7. Síndrome de Guillain-Barré

Se trata de un trastorno donde el sistema inmune ataca los nervios periféricos. Este síndrome se presenta con debilidad muscular simétrica o una sensación de hormigueo. Suelen empezar en las piernas y pueden extenderse a los brazos y a la cara. Además, puede acompañarse de disminución o abolición de los reflejos.

En la actualidad, no existe una cura definitiva para esta condición. Sin embargo, la plasmaféresis y la administración de inmunoglobulinas como tratamiento, permite aliviar los síntomas y reducir la progresión.

8. Esclerosis múltiple (EM)

La esclerosis múltiple es una enfermedad inflamatoria crónica de origen autoinmune en la que existe destrucción de las fibras nerviosas del sistema nervioso central. Afecta al cerebro, al tronco encefálico, la médula espinal y los nervios craneales, con afinidad por el nervio óptico.

Este trastorno puede debutar con diferentes síntomas, según el área anatómica afectada. Las manifestaciones más comunes incluyen las siguientes:

  • Debilidad muscular y fatiga.
  • Deterioro cognitivo.
  • Pérdida de la memoria.
  • Alteraciones de la marcha.
  • Temblores y espasmos musculares.

El tratamiento de la EM se basa en el uso de corticosteroides durante los brotes de la enfermedad. De igual forma, se pueden emplear inmunomoduladores y fisioterapia para mejorar la sintomatología a largo plazo.

9. Esclerosis lateral amiotrófica (ELA)

La Esclerosis Lateral Amiotrófica conocida como ELA, es una enfermedad neurológica que afecta las células nerviosas del cerebro, las neuronas motoras y la médula espinal que se encargan de controlar el movimiento muscular voluntario y la respiración. De manera puntual, las neuronas motoras se deterioran y mueren.

Aún se desconoce qué causa esta condición.  Los primeros síntomas de este trastorno son:

  • Debilidad muscular que afecta el cuello, un brazo, una pierna.
  • Espasmos y calambres musculares.
  • Músculos tensos y rígidos (espasticidad).
  • Dificultad para masticar o tragar.

La atrofia y debilidad muscular se hacen progresivas, dificultando la masticación, el habla, incluso la respiración. Aún no existe cura para el ELA, el tratamiento paliativo se basa en el uso de fármacos, rehabilitación, terapia respiratoria, apoyo sicológico, entre otros.

10. Compresión de la médula espinal

En ocasiones, ciertos traumatismos y trastornos producen compresión de las estructuras de la médula espinal. Los hematomas, los abscesos y los tumores son algunas de las principales causas de esta afección. La persona manifiesta dolor de espalda, hormigueo y debilidad en las piernas.

La compresión medular se manifiesta en el 5 % de los pacientes con cáncer e incluso mantiene una incidencia del 10 % en personas con metástasis medulares. Los tipos de cáncer más asociados incluyen el mieloma múltiple, el linfoma y el cáncer de pulmón.

11. Ciática

La ciática es una afección que aparece cuando hay compresión del nervio ciático. Este nervio se extiende desde la parte inferior de la columna y hasta las piernas.  La causa más común de ciática es un disco intervertebral lumbar herniado o abultado.

Esta condición puede provocar dolor lumbar y en la pierna de variable intensidad y debilidad. El tratamiento de la ciática dependerá del grado de malestar, este va desde el uso de AINES, hasta inyecciones locales de corticosteroides.

12. Ansiedad

La ansiedad es una afección de salud mental que provoca una serie de síntomas físicos que pueden comprometer las actividades diarias. Las palpitaciones y la sudoración suelen ser frecuentes en este trastorno. Otras manifestaciones que pueden estar presentes son:

  • Cansancio.
  • Debilidad muscular y dolores en las piernas. De manera ocasional se experimenta en los brazos.
  • Malestares digestivos.
  • Dolores de cabeza.
  • Sensación de hormigueo en cara y brazos.

Ahora bien, la sensación de debilidad en las piernas por ansiedad también puede intensificarse por la fatiga, los mareos y los desmayos. En caso de experimentarlos, es necesario buscar ayuda médica y sicológica.

¿Qué hacer si se presenta debilidad en las piernas?

Esta condición requiere valoración médica. Si aparece de forma súbita y se acompaña de síntomas como dificultad para hablar, pérdida del control de vejiga o imposibilidad de caminar, es necesario acudir de inmediato a urgencias, pues puede tratarse de un Accidente Cerebro Vascular.

De igual modo se debe acudir al especialista cuando la debilidad aparece de forma gradual. El médico se basará en las características del malestar, los síntomas con los que se acompaña y el examen físico para establecer el diagnóstico. Para determinar la causa, puede indicar algunos estudios, entre estos:

  • Análisis de sangre.
  • Electromiografía.
  • Punción lumbar.
  • Resonancia Magnética.
  • Tomografía computarizada.

¿Cómo se trata?

El tratamiento para este síntoma dependerá de la causa. En líneas generales, el abordaje se basa en los siguientes aspectos:

  • Poner las piernas en alto, para disminuir la sensación de piernas cansadas y debilidad.
  • Uso de fármacos antiinflamatorios, analgésicos o esteroides.
  • Fisioterapia para reducir este síntoma y para fortalecer los músculos de la espalda baja y piernas.
  • Cirugía, solo cuando los tratamientos conservadores no resuelven la condición.

Un síntoma que no debe tomarse a la ligera

La debilidad en las piernas es una manifestación presente en un vasto número de trastornos y enfermedades. Se asocia con el ejercicio físico y con la mala circulación. No obstante, también advierte varias afecciones neurológicas y vasculares de base que requieren atención lo antes posible.

No dudes en consultar con un especialista si notas una progresión rápida de la debilidad o persistencia de la misma. Además, la presencia de dolor incrementa la necesidad de atención profesional.


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Este texto se ofrece únicamente con propósitos informativos y no reemplaza la consulta con un profesional. Ante dudas, consulta a tu especialista.