Dedo en gatillo: principales síntomas y tratamientos

El dedo en gatillo es un problema que puede afectar el movimiento de la mano de forma notable. Lo mejor es consultar con el médico cuando aparecen los primeros síntomas para mejorar el pronóstico.
Dedo en gatillo: principales síntomas y tratamientos
Leonardo Biolatto

Revisado y aprobado por el médico Leonardo Biolatto.

Escrito por Edith Sánchez

Última actualización: 24 mayo, 2023

El dedo en gatillo es una afección que limita el movimiento del dedo y puede impedir que se flexione. De hecho, lo usual es que se quede atascado y, para estirarlo o flexionarlo, se deba hacer un chasquido, como ocurre con un resorte cuando se tensa y se libera.

Esta anomalía se produce por un problema en los tendones largos, también llamados flexores. Estos se deslizan por una especie de túnel que los rodea y que se llama vaina del tendón. Cuando esa vaina se irrita y se inflama, el túnel se estrecha y dificulta el movimiento.

En los casos más graves, el dedo en gatillo queda trabado en la posición de flexión y no logra moverse. A esta afección también se le conoce con el nombre de tenosinovitis estenosante y es más frecuente en las mujeres y en quienes padecen diabetes.

Síntomas del dedo en gatillo

El dedo en gatillo puede presentarse en cualquier dedo de la mano, incluyendo el pulgar. Es común que, de hecho, siempre haya más de un dedo afectado, incluso en ambas manos. La afección es progresiva y lo habitual es que comience con un dolor persistente en la base del dedo.

Los síntomas iniciales del dedo en gatillo suelen ser los siguientes:

  • Aparece un bulto alrededor de la base del dedo, hacia la planta de la mano.
  • El músculo en la base del dedo se percibe blando y sensible al tacto.
  • Hay una sensación de rigidez en el dedo, en especial en horas de la mañana.
  • Al realizar un movimiento se produce un chasquido.

Cuando el dedo en gatillo progresa se queda atascado en posición de flexión y se estira de manera repentina. En fases más avanzadas se traba y no se puede volver a estirar.

Inyecciones con corticoides para el dedo en gatillo.
Una opción de tratamiento son las inyecciones con corticoides, aunque no siempre resultan efectivas.

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Diagnóstico

La base para el diagnóstico del dedo en gatillo es el examen físico que realiza el médico. Al hacer un movimiento en la zona afectada se produce un clic y esto se considera característico de la anomalía.

La exploración física se completa pidiéndole al paciente que abra y cierre la mano. También se verificará la palma y la base de los dedos, indagando sobre las manifestaciones del dolor y las señales de bloqueo. Tras esto, es posible confirmar el diagnóstico.

Tratamientos para el dedo en gatillo

El tratamiento del dedo en gatillo depende del estado en el que este se encuentre y del tiempo que haya transcurrido entre el comienzo de la enfermedad y la consulta médica. En términos generales, hay tres vías para abordarlo: medicamentos, terapia y cirugía.

Medicamentos

Los fármacos se emplean para aliviar el dolor y reducir la inflamación. Con ello se facilita el movimiento. En general se prescriben antiinflamatorios no esteroides, como ibuprofeno, naproxeno y otros del mismo estilo. Esta medida sirve para mejorar los síntomas, pero no resuelve el problema.

Terapia física

El dedo en gatillo también se puede tratar con medidas terapéuticas de fisioterapia, como las siguientes:

  • Reposo: se evitan las actividades de agarre, sujeción o uso de maquinaria vibratoria durante un lapso de cuatro a seis semanas. Si no es posible el reposo debe utilizarse un guante acolchado.
  • Uso de férula: permite que el dedo permanezca extendido y se usa solo por la noche. Por lo general se emplea durante un mes y medio.
  • Ejercicios suaves: es posible que se indiquen algunos ejercicios de estiramiento de la mano para mejorar el rango de movimiento.
  • Calor y frío: hielo y calor alternados ayudan a reducir la inflamación y el dolor.
  • Inmersión en agua tibia: sumergir la mano en agua tibia, varias veces al día, ayuda a relajar los tendones y alivia los síntomas.

Cirugías para el dedo en gatillo

Cuando los medicamentos y la terapia no funcionan se debe acudir a la cirugía. En algunas ocasiones, antes de la intervención se prueban los siguientes procedimientos:

  • Inyección de esteroides: se aplica en la vaina del tendón y ayuda a reducir la inflamación. Puede ser eficaz por un año o más, pero a veces es necesario aplicarla en más de una sesión.
  • Liberación percutánea: consiste en insertar una aguja gruesa dentro del tendón inflamado, previa administración de anestesia, y con ella deshacer la compresión que atasca el tendón.

Si estos procedimientos no funcionan se acude a la intervención quirúrgica propiamente dicha. Esta es ambulatoria y consiste en una incisión en la zona comprimida para cortar la vaina del tendón. El mayor riesgo es la infección o la ineficacia de la operación.

Mujer mide su glucemia con diabetes.
La diabetes es un factor de riesgo para el dedo en gatillo, ya que en estos pacientes es más frecuente la condición.

Factores de riesgo para padecer dedo en gatillo

Hay algunas personas que tienden a desarrollar con más facilidad el dedo en gatillo. Los factores de riesgo conocidos son los siguientes:

  • Edad: personas de más de 40 años y menos de 60.
  • Enfermedades: ser diabético, padecer hipotiroidismo, sufrir de artritis reumatoidea o tener tuberculosis.
  • Haber atravesado por una cirugía para el síndrome de túnel carpiano.
  • Actividades repetitivas: realizar trabajos o empleos que exijan agarre reiterado.

Una afección con tratamientos diversos

El dedo en gatillo es una afección que puede alterar la calidad de vida en forma notable. Lo más aconsejable en estos casos es adaptarse a las nuevas condiciones, evitando los movimientos de agarre. Si es imposible dejarlos de lado, hay que evaluar protecciones eficientes.

Ninguno de los tratamientos disponibles es cien por ciento eficaz. Sin embargo, un alto porcentaje de pacientes mejoran después de las inyecciones con corticosteroides y también hay resoluciones exitosas con cirugía. Así que las perspectivas son buenas.


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