¿Qué es el defecto de la comunicación auriculoventricular?

El corazón se encuentra divido en cuatro cavidades, separadas entre sí por septos o paredes, y comunicadas mediante válvulas. El defecto en la formación de alguna de ellas causa cardiopatías congénitas. Te contamos más sobre este tema.
¿Qué es el defecto de la comunicación auriculoventricular?
Mariel Mendoza

Revisado y aprobado por la médica Mariel Mendoza.

Escrito por Mariel Mendoza

Última actualización: 25 mayo, 2023

El defecto de la comunicación auriculoventricular, o «canal auriculoventricular», es una cardiopatía congénita derivada de un defecto en la formación de los cojines endocárdicos. Estos forman parte de la creación de las paredes que separan las cavidades cardíacas, así como de la formación de las válvulas auriculoventriculares, encargadas de separar las aurículas de los ventrículos.

Debido a la malformación de dichos cojines, se produce una unión de las cavidades del corazón. En consecuencia, se genera una sobrecarga de las cavidades cardíacas y la posterior desoxigenación de la sangre. A su vez, tanto los pulmones como el músculo cardíaco empiezan a experimentar problemas. ¿Quieres saber más al respecto?

Epidemiología de la comunicación auriculoventricular

La comunicación auriculoventricular es una cardiopatía congénita poco frecuente que corresponde tan solo al 4 % de todas estas. Además, alrededor del 50 % de los casos se ven en bebés con síndrome de Down (en especial en su forma completa).

Se desconoce la causa del defecto congénito en la mayoría de los casos. No obstante, la trisomía 21 o síndrome de Down, suele asociarse con defectos cromosómicos. El diagnóstico suele realizarse poco tiempo después del nacimiento o durante el embarazo. 

Aunque no existe una causa determinada de la comunicación auriculoventricular existen diversos factores de riesgo asociados:

  • Presencia de cromosomopatías como síndrome de Down.
  • Rubéola u otra enfermedad viral en la madre durante el embarazo.
  • Diabetes gestacional mal controlada.
  • Consumo de alcohol, tabaco u otro estupefaciente durante el embarazo.
  • Uso de ciertos medicamentos durante la gestación.
  • Padres con antecedentes de defecto cardíaco congénito.

La comunicación auriculoventricular puede ser parcial o completa, de lo que dependerán sus síntomas. Se asocia al síndrome de Down. 

Epidemiología de la comunicación auriculoventricular
La comunicación auriculoventricular es más frecuente en bebés con síndrome de Down. No obstante, se desconoce su causa exacta.


¿Cómo afecta al corazón?

La comunicación auriculoventricular se caracteriza por la presencia de una comunicación interauricular por encima al plano valvular y una válvula auriculoventricular única en lugar de dos orificios valvulares. Entre tanto, la comunicación interventricular se da por debajo de las válvulas auriculoventriculares. 

La afectación dependerá de si la comunicación es parcial o completa. En función de esto, el corazón padece diversas afectaciones. Veamos.

  • Comunicación auriculoventricular parcial. Solo hay presencia de la comunicación interauricular y la válvula auriculoventricular única (que no cierra de manera adecuada, por lo que hay regurgitación de la sangre del ventrículo hacia la aurícula). Puede presentar dos válvulas auriculoventriculares, pero ambas son deficientes en el cierre. Muchos casos son asintomáticos o tienen manifestaciones leves. Algunos, de hecho, se desarrollan en la adultez.
  • Comunicación auriculoventricular completa. No solo está presente lo anterior, sino que además hay comunicación interventricular en mayor o menor medida. Los síntomas suelen presentarse en los primeros días o meses de vida.

La presencia de la comunicación entre cavidades genera una desviación del volumen de sangre hacia las cavidades derechas. Por ello, se genera un agrandamiento o dilatación de la aurícula y del ventrículo derecho.

A su vez, esto detona la mezcla de sangre oxigenada con desoxigenada y disminuye la concentración de oxígeno que alcanza los tejidos. Asimismo, se producen un mayor flujo hacia las arterias pulmonares, lo que provoca congestión pulmonar y subsecuente hipertensión pulmonar.

Entre otras cosas, se desarrolla insuficiencia cardíaca por sobrecarga de volumen y por el aumento de la presión en la aurícula izquierda.



Síntomas de la comunicación auriculoventricular

Como hemos comentado, las manifestaciones clínicas de esta condición dependen de si es parcial o completa. En ambos casos, los síntomas están asociados a aquellos presentes en la hipertensión pulmonar y en la insuficiencia cardíaca. No obstante, su grado varía en función de la afectación.

En el caso de la comunicación auriculoventricular completa, los síntomas —que pueden presentarse desde el nacimiento— varían entre los siguientes:

  • Respiración rápida y superficial.
  • Presencia de sibilancias.
  • Dificultad para respirar.
  • Poco aumento de peso.
  • Fatiga.
  • Palidez en piel y mucosas.
  • Coloración azulada o grisácea en labios y piel.
  • Pulso débil.
  • Latidos del corazón rápidos, lentos o irregulares.
  • Hinchazón de miembros inferiores.

Por su parte, los síntomas de la parcial pueden no mostrarse hasta la adultez. Además, se relacionan más con las consecuencias a la sobrecarga producto de la anomalía. Abarcan lo siguiente:

  • Latidos del corazón irregulares (arritmia).
  • Dificultad para respirar al realizar actividad física.
  • Hipertensión pulmonar (presión arterial pulmonar alta).
  • Insuficiencia cardíaca.
  • Defecto de las válvulas cardiacas.
  • Infecciones respiratorias a repetición.
  • Fatiga.
  • Hinchazón en las piernas o en el abdomen.

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El diagnóstico definitivo es con ecocardiograma

Durante el examen físico de un recién nacido o lactante puede surgir la sospecha de comunicación auriculoventricular. En la evaluación cardíaca con el estetoscopio se puede escuchar un soplo cardíaco (sonido anormal que se produce por el flujo inadecuado de la sangre en las cavidades cardíacas).

No obstante, no todos los niños tienen el soplo al nacer. Incluso, en muchos casos de comunicación auriculoventricular completa no se presentan signos en las primeras semanas después de nacer. La confirmación del diagnóstico requiere de un ecocardiograma.

Esta ecografía del corazón permite ver las cavidades cardíacas, el flujo entre ellas y los diferentes orificios.

De ser necesario, se indican otras pruebas médicas como las siguientes:

  • Electrocardiograma.
  • Radiografía de tórax.
  • Cateterismo cardíaco.

En todo niño con síndrome de Down se debe realizar el ecocardiograma para descartar comunicación auriculoventricular u otro defecto cardíaco. Durante el embarazo, ante la sospecha inicial con el ecosonograma de rutina, se puede indicar un ecocardiograma fetal.

diagnóstico definitivo es con ecocardiograma
La presencia de un soplo cardíaco es lo que hace sospechar del defecto de comunicación auriculoventricular.

El tratamiento de la comunicación auriculoventricular es quirúrgico

De forma general, la resolución quirúrgica de la comunicación auriculoventricular se da entre los 3 y los 6 meses de edad para evitar el desarrollo de hipertensión pulmonar. Según el defecto y la severidad, podría aplazarse para cuando el niño tenga entre 1 y 3 años de edad.

En un principio, se usa tratamiento médico. Y aunque el tratamiento para los síntomas mejora el pronóstico de los niños, la resolución definitiva debe ser quirúrgica.

En la cirugía, los orificios en las cavidades son cerrados con el uso de parches. En el caso de las válvulas cardíacas, cuando una de las dos no cierra de forma correcta, se repara o se reemplaza. Sin embargo, si es común, se divide en dos válvulas distintas (una para la derecha y otra para la izquierda).

La cirugía no es el final de todo

Quienes hayan sido operados por comunicación auriculoventricular —sean niños o adultos— deben tener evaluaciones regulares por cardiología para detectar posibles complicaciones o fugas de las válvulas reparadas o reemplazadas.

En cualquier caso, con el tratamiento adecuado la mayoría es capaz de crecer y tener una vida larga y saludable. 


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