Depresión en estudiantes universitarios: todo lo que debes saber

Escrito y verificado por la psicóloga Valeria Sabater

Última actualización: 27 julio, 2023

La depresión en estudiantes universitarios es más común de lo que pensamos. Presión académica, problemas económicos, dificultades en sus relaciones sociales, falta de sentido vital, mala gestión emocional. Los condicionantes que median en ese problema de salud mental son múltiples y los efectos muy graves.

El índice de suicidios entre la población más joven y, en concreto, la que cursa una carrera universitaria, es cada vez más elevada. Así, y aunque de puertas hacia fuera se idealice esta época y pensemos que pocas etapas pueden ser más felices, la realidad es otra muy diferente. Esa transición en la que el adolescente se convierte en un joven adulto sigue siendo un desafío psicológico.

Lo más triste es que seguimos sin tener adecuados medios para prevenir, detectar y apoyar. La presencia de orientadores o equipos de asistencia psicológica en las universidades sigue estando ausente en muchos casos. El sufrimiento, la sensación de soledad y la angustia que viven a menudo los estudiantes se canaliza en prácticas peligrosas, como las drogas.

Depresión en estudiantes universitarios: síntomas y causas

La depresión en estudiantes universitarios es un hecho que viene dándose desde hace décadas. Cabe señalar que en los últimos años el campo de la salud mental se focaliza un poco más en ello. Son muchos los organismos sociales que muestran interés en desarrollar nuevos mecanismos para abordar el problema.

Estudios realizados en colaboración con la universidad de Harvard, la de Vrije, de Amsterdam y la Friedrich-Alexander Nuremberg-Erlangen, en Alemania, ya han profundizado qué tipo de estrategias clínicas serían las más idóneas para atender a este grupo poblacional.

Sea como sea hay un hecho. Este tipo de depresión tiene una trascendencia capital. Desde un punto de vista social tenemos a un amplio grupo de jóvenes que terminan abandonando sus estudios.

Por otro lado, desde la perspectiva psicológica, el reto es decisivo. No se trata solo de saber cómo atenderles; la clave está en prevenir las situaciones de desánimo, las conductas desadaptadas, la infelicidad y los intentos de suicidio.

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¿Qué es la depresión universitaria?

La depresión universitaria es un trastorno del estado de ánimo que aparece en estudiantes de entre 17 y 25 años. Aunque no es una entidad diagnóstica que aparezca como tal en manuales como el DSM-V (Manual diagnóstico y estadístico de los trastornos mentales), es fácil identificarla por sus características propias.

Es una realidad condicionada por unas particularidades concretas. La transición de la adolescencia a la época adulta, los problemas relacionales, la presión académica y las dificultades económicas suelen ser los principales detonantes.

¿Cuáles son los síntomas?

Cuando hablamos de trastornos psicológicos y condiciones mentales suele existir mucha variabilidad. No todas las personas expresan, viven y sufren una depresión de la misma manera. No obstante, siempre aparecen elementos comunes que nos ayudan a la identificación.

Trabajos científicos, como los realizados por el doctor Terhi Aalto del Instituto Nacional de Salud Mental de Finlandia, nos hablan de los siguientes indicadores:

• Irritabilidad: sentimiento de tristeza combinados con el malhumor, la apatía y la falta de esperanza.
• Alteraciones: en los hábitos de sueño y cambios en la alimentación.
• Agotamiento constante: con dificultad para concentrarse y bajo rendimiento académico.
• Pérdida de interés en actividades: deporte, socializar.
• Dolores: de espalda y cefaleas.
• Adicciones: se recurre a las drogas o el alcohol como mecanismo de escape.
• Pérdida de peso.
• Pensamientos suicidas.

Causas de la depresión en estudiantes universitarios

¿A qué se debe? ¿Qué desencadenantes hay en la depresión en estudiantes universitarios? En realidad no hay un solo factor. Estamos ante una complejidad emocional, social y psicológica que abarca múltiples elementos.

En primer lugar, se encuentran en un tránsito complejo que es ese que va desde la adolescencia a la madurez. Se abre una etapa de grandes responsabilidades. La presión académica, la incertidumbre y los problemas económicos son elementos de gran relevancia.

No podemos dejar de lado lo relacional. Es en este periodo donde se abren nuevos retos afectivos, problemas de pareja y de amistad. En la universidad también son comunes las dinámicas de bullying. Muchos conviven con la tristeza y la ansiedad de haber dejado a la familia y a los amigos de sus ciudades de origen.

Asimismo, también debemos hablar de la falta de significado vital. Muchos estudiantes no tienen claro qué van a hacer el día de mañana, incluso si esa carrera universitaria les gusta de verdad.

A todos estos ingredientes debemos añadir otro que tiende a empañarlo y complicarlo mucho más. La tecnología y las redes sociales son ese universo paralelo desde el que filtran el mundo. La distorsión y la presión que crea el universo digital es otro condicionante.

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Estrategias terapéuticas para la depresión en universitarios

La depresión en estudiantes universitarios es una realidad en auge. Para prevenir, detectar y tratar necesitamos de la colaboración de todos los agentes sociales. Los padres y los profesores deben ser esas figuras cercanas capaces de identificar al joven que sufre, que descuida los estudios y que ha perdido el interés por casi todo.

¿Qué tipo de abordaje terapéutico es el más idóneo en estos casos? Son varias las terapias que se pueden emplear y que resultan eficaces:

• Terapia de activación conductual: este enfoque busca habilitar a la persona para que haga frente a los problemas de la vida. Atiende tanto las condiciones que han hecho aparecer la depresión como las estrategias para hacerle frente. El objetivo es activar a la persona para que sea responsable de su recuperación.
• Terapia cognitiva: en este caso, la meta es ayudar al estudiante para que tome conciencia de los pensamientos debilitantes que alimentan su malestar y sufrimiento. Se facilita, además, la gestión emocional y la introducción de conductas más saludables.
• Resolución de problemas: esta es otra competencia esencial en el afrontamiento de la depresión. Ser capaz de manejar los desafíos cotidianos con buenos recursos y estrategias es un pilar indiscutible.
• Habilidades sociales: podemos tener jóvenes con claras limitaciones en esta área. Enseñarles a ser asertivos, a saber comunicar y a relacionarse a través de la inteligencia emocional es una estrategia idónea.

La depresión en estudiantes universitarios es un tema de urgencia social indiscutible. Invertir en salud mental para nuestros jóvenes es invertir en futuro.