Desarrollan técnica que podría permitir a los padres elegir tener niño o niña

Un grupo de científicos de la Universidad de Hiroshima descubrió una técnica eficaz y segura para influenciar el recorrido de los espermatozoides. ¡Descubre de qué se trata!

Con respecto a esta cuestión, que hasta ahora había sido respondida solo por la sabiduría popular o desde la fe, hoy la ciencia toma la palabra: tal parece que podrá ser posible para los padres elegir tener niño o niña.

Es cierto que, a lo largo de los últimos dos siglos se han desarrollado múltiples avances en relación con el cuidado del embarazo, a los fines de garantizar la salud de la madre y del bebé. Pero aún no se habían avizorado avances en este sentido.

Esto es lo que afirma una investigación, cuyos detalles conoceremos en el presente artículo; así como si, en efecto, los padres pueden elegir el sexo del bebé, de qué depende esto y cómo se puede influir.

¿De qué depende el sexo del bebé?

Desde el primer momento en que los padres se enteran de que van a tener un hijo, se llenan de ilusión y comienzan a imaginar múltiples situaciones. En tal sentido, les gusta hacerse una idea de cómo podría ser su hijo, qué actividades harían juntos y qué nombre sería el ideal.

Aparte de ello, uno de los aspectos que más les causa curiosidad es el sexo del bebé. Esto, debido a que les interesa saber quién los va a acompañar por el resto de sus vidas, por mencionar un ejemplo.

También es una realidad que hay parejas que desde el embarazo prefieren más un género que otro. Sin embargo, por más deseo que tengan, quedan a la suerte de la genética.

Hasta los momentos, lo que se sabe es la probabilidad de tener un varón o una hembra solo depende de si el espermatozoide que fecunda el óvulo tiene un cromosoma sexual X o Y.

¿Es posible decidir el sexo del bebé?

Existe un conjunto de creencias populares, según las cuales la dieta, determinadas posiciones o tener sexo en ciertas fechas podrían ayudar a decidir el sexo del bebé. Al respecto se señala:

• Para tener un niño, la madre debe comer carnes rojas y alimentos ricos en sal; y para una niña, pescados, dulces, chocolates.
• En cuanto a las posiciones, para buscar un varón se deben practicar aquellas en las que la penetración sea profunda, permaneciendo recostada media hora después del acto.
• En cuanto a la fecha, para engendrar una hembra, se debe tener sexo por la noche, cuando haya luna llena, o en el momento de la siesta; también se debe procurar que sean los días pares.

No obstante, a la ciencia también le ha llamado la atención esta situación. Debido a ello, se han tomado iniciativas para generar metodologías, con miras a determinar el género: niño o niña.

Por ejemplo, se piensa que las posibilidades de engendrar un varón aumentan cuando el coito se realiza durante las fechas de ovulación; y para una niña, cuando se hace entre 2 y 4 días antes.

Según el método Baretta, el equilibrio de ciertos minerales en la mujer (sodio, potasio, calcio y magnesio) podría modificar el patrón del moco cervical, lo que favorecería un determinado tipo de espermatozoide.

Estas afirmaciones, sin embargo, aún están por ser demostradas científicamente. Pero, por otra parte, recientemente surgió el estudio de un grupo de científicos japoneses, que proporcionó resultados sorprendentes. A continuación detallamos en qué consistió este trabajo investigativo.

Manejo de movilidad de los espermatozoides

Los científicos de la Universidad de Hiroshima crearon un compuesto químico que permite diferenciar los espermatozoides femeninos y masculinos.

Como se sabe, la mayoría de los mamíferos poseen un cromosoma X y uno Y en sus espermatozoides. Los primeros transportan una determinada cantidad de genes, mientras que los segundos contienen un número más reducido.

De esa manera, los científicos descubrieron que a través de un procedimiento genético puede diferenciarse un espermatozoide del otro.

Aparte de ello, percibieron que un compuesto químico puede ralentizar el recorrido del cromosoma X y potenciar el de Y. De ese modo, es posible influir en la llegada del que se quisiera que alcanzara el óvulo.

A raíz de ello, afirmaron que es posible llegar a elegir un sexo determinado. Así, hallaron que cuando usaban el compuesto en espermatozoides que tenían un amplio movimiento, se gestaba el nacimiento de varones en un 90 % de los casos. Pero cuando lo activaban en espermatozoides más lentos, nacían hembras en el 81 % de los casos.

Lo mejor de todo es que los científicos se aseguraron de que el compuesto químico no altera la fertilidad de los espermatozoides. Por ende, llegaron a la conclusión de que la técnica no solo es eficaz, sino que también es segura.

Este ejercicio experimental se realizó en ratones. No obstante, Masayuki Shimada, líder de la investigación, manifestó que la técnica se puede implementar en otros mamíferos. Aunque también reconoce que la aplicación del método en los humanos aún es especulativa.

De las posibilidades a los hechos

Esta técnica demuestra que es posible escoger el género de un bebé, si así se desea. Sin embargo, a pesar del avance científico hay factores sociales que no permiten que se lleve a cabo.

En países como España, Reino Unido y Canadá, por ejemplo, está prohibido influir en el sexo del bebé, si no es por cuestiones médicas de peso. Tanto así, que los padres se podrían enfrentar a penas bastante severas.

También es posible que algunos sectores de la sociedad cuestionen el hecho de manipular el nacimiento de un bebé. Por esa razón, tendría que existir un cambio en las legislaciones.