
El queso brie, según el Codex Stand 283-1978, es un «queso blando madurado en la superficie principalmente por mohos blancos…
Una buena alimentación evita el deterioro de la función pulmonar y disminuye el riesgo de infecciones. Te contamos como confeccionar un menú adecuado para el tratamiento de la fibrosis quística.
La dieta y la alimentación en la fibrosis quística son componentes fundamentales en el manejo y en el pronóstico de esta enfermedad. Sigue leyendo y conoce el por qué en este artículo.
La fibrosis quística es una enfermedad crónica hereditaria y degenerativa que afecta principalmente a los pulmones y al aparato digestivo. Se produce por la mutación de una proteína que interviene en la secreción de moco y en la regulación del transporte de cloro y sodio. En determinados casos de fibrosis quística, se diagnostica una insuficiencia pancreática exocrina. Esto quiere decir que el páncreas se encuentra incapacitado para secretar aquellas enzimas responsables de la digestión de los lípidos de la dieta.
Por tanto, el estado nutricional tiene un papel fundamental tanto en el desarrollo de la enfermedad como en la calidad de vida de los pacientes. Una buena alimentación evita el deterioro de la función pulmonar y disminuye el riesgo de infecciones.
La desnutrición es un factor de morbi-mortalidad y deterioro de la calidad de vida. La malnutrición en la fibrosis quística está motivada por un desbalance entre el consumo energético y el gasto calórico, determinado por tres factores: el aumento de los requerimientos, el descenso de la ingesta y el aumento de las pérdidas.
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Antes de realizar los cambios necesarios en la dieta, es necesario realizar una valoración exhaustiva de los hábitos dietéticos y evaluación de las medidas antropométricas. El índice de masa corporal (IMC) en mujeres debe posicionarse en torno a 22 kg/m2 y en hombres, en torno a 23 kg/m2.
La alimentación en la fibrosis quística va a ser similar a la de una persona sana. Pero no debemos de olvidar una serie de recomendaciones especiales:
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Se recomienda repartir las comidas en 3 tomas principales y dos o tres comidas intermedias. Es de vital importancia, con el fin de aumentar el aporte energético, incluir alimentos calóricos saludables en las elaboraciones, tales como:
En algunas ocasiones, la dieta es insuficiente y se hace necesaria la suplementación con leches fortificadas, geles de carbohidratos y/o proteínas o alimentación artificial (nutrición enteral o parenteral).
Como hemos mencionado anteriormente, existen casos en los que hay insuficiencia del páncreas exocrino y es necesaria la suplementación enzimática de por vida. Dicha condición aparece recogida en una publicación de la revista Gastroenterología y Hepatología. Si no se aportan las enzimas de forma exógena, la grasa no se digiere ni se absorbe y se excreta con las heces.
La dieta es uno de los pilares fundamentales en el tratamiento de la fibrosis quística. Mejora la alimentación puede facilitar el manejo de la enfermedad y reducir sus complicaciones. Busca siempre la introducción de alimentos con carácter antiinflamatorio, evitando aquellos que son capaces de estimular las reacciones de cascada inflamatoria.
Si tienes más dudas consulta con un profesional de la nutrición. Este podrá confeccionar un menú adecuado a tus necesidades que te permita convivir de manera más sencilla con la enfermedad.