Epinefrina: modo de administración e indicaciones

La epinefrina o adrenalina es un fármaco administrado por diferentes vías, según la situación clínica del paciente, para el tratamiento del paro cardiaco y reacciones anafilácticas, principalmente.
Epinefrina: modo de administración e indicaciones
Sara Viruega

Revisado y aprobado por la farmacéutica Sara Viruega.

Escrito por Equipo Editorial

Última actualización: 06 julio, 2023

La epinefrina, más conocida como adrenalina, es una hormona y un neurotransmisor utilizado en situaciones de urgencia en las que hay un paro cardiaco.

Este fármaco ha sido históricamente utilizado para tratar los broncoespasmos y la hipoglucemia. Sin embargo, hoy en día ya tenemos fármacos más específicos para esas patologías.

Esta sustancia incrementa la frecuencia cardiaca, contrae los vasos sanguíneos, dilata las vías respiratorias y participa en la reacción de lucha o huida del sistema nervioso en situación de emergencia.

Hablando de forma un poco más técnica, la adrenalina es una catecolamina. Es una monoamina que se sintetiza en las glándulas suprarrenales y cuyos precursores son la fenilalanina y la tirosina.

¿Cómo se administra la epinefrina?

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La epinefrina viene preparada como una solución para ser administrada con un inyectable. Además, puede administrarse por diferentes vías, según sea necesario:

  • Intramuscular (IM).
  • Subcutánea.
  • Intravenosa (IV).
  • Intracardiaca: solo en los casos de gravedad extrema, y si la vía intravenosa no es practicable.

Los dos últimos tipos de administración se tienen que llevar a cabo en el hospital, bajo monitorización cardiaca y diluyendo previamente la solución de epinefrina en agua para inyección, que puede ser:

  • Solución de cloruro de sodio 0,9 %
  • Glucosa 5%
  • Glucosa 5% en solución de cloruro de sodio 0.9%.

Además, con el fin de evitar la degradación del fármaco por la luz o la oxidación, se recomienda utilizar el producto justo después de haberlo diluido. En cuanto a la posología y la vía de administración, ambos parámetros van a depender del diagnóstico y la situación clínica del paciente.

No obstante, en una situación de emergencia siempre se debe utilizar una vía de administración rápida, como lo es la intravenosa.

Indicaciones de la epinefrina

 

Como hemos visto, la epinefrina es una solución que se recoge en una ampolla de diferentes concentraciones. Entre sus aplicaciones médicas, podemos mencionar las siguientes:

Paro cardiaco

Además del paro cardiaco, la adrenalina también se administra con el fin de tratar otros problemas de corazón, como las arritmias que resultan de un gasto cardíaco disminuido o ausente.

La acción de la epinefrina consiste en provocar una vasoconstricción y aumentar el gasto cardiaco. En otras palabras, contrae el corazón y aumenta su ritmo cardíaco para ‘revivirlo’.

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Anafilaxia

La epinefrina también es utilizada como tratamiento de primera línea de la anafilaxia. Esta patología se desencadena cuando un cuadro alérgico se agrava y puede llegar a provocar la muerte por una broncoconstricción extrema.

En estos casos, este fármaco es adecuado por sus efectos dilatadores a nivel de las vías respiratorias.

Administración conjunta con anestésicos locales

La epinefrina se añade a una serie de anestésicos locales que se administran como inyectables. La razón de esta combinación es que los efectos vasoconstrictores de la adrenalina permiten retardar la absorción y, de esta forma, prolongar el efecto del fármaco anestésico.

Además, algunos de los efectos adversos del uso de los anestésicos locales con epinefrina podrían deberse a la acción de esta última, como por ejemplo:

  • Aprensión.
  • Taquicardia.
  • Temblores.

¿Cuáles son los posibles efectos adversos?

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El uso de esta sustancia no está exento de posibles efectos adversos y complicaciones, sobre todo en su administración por vía intravenosa e intracardiaca. Las posibles reacciones adversas a la epinefrina son:

  • Palpitaciones y temblores.
  • Taquicardias.
  • Arritmias cardiacas.
  • Ansiedad e hipertensión.
  • Cefaleas.
  • Edema pulmonar agudo.

Además, su uso está contraindicado en una serie de pacientes, como aquellos que están siendo tratados con fármacos beta bloqueantes no selectivos.

Esta contraindicación se debe a que la interacción de ambos medicamentos podría provocar una hipertensión severa, llegando incluso a desencadenar una hemorragia cerebral.

Aunque mucha gente crea que la administración de epinefrina puede causar un fallo cardiaco por su elevado efecto vasoconstrictor, esto no es verdad.

Las arterias coronarias solamente tienen un tipo de receptores que, al interaccionar con la adrenalina, desencadenan señales para que se produzca vasodilatación, no vasoconstricción.

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Conclusión

La epinefrina o adrenalina es un fármaco administrado por diferentes vías, según la situación clínica del paciente, para el tratamiento del paro cardiaco y reacciones anafilácticas, principalmente.

Existen formulaciones de epinefrina preparadas para la auto-inyección que se indican en pacientes con riesgo de sufrir un shock anafiláctico.

Al igual que todos los medicamentos, esta catecolamina no está exenta de efectos adversos, lo que se debe tener en cuenta a la hora de administrar la solución de epinefrina.


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