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Los 15 errores en la cocina que aumentan el riesgo de intoxicación

11 minutos
Un mal almacenamiento o manipulación de los alimentos puede causar intoxicaciones alimentarias. Estos son los errores que debes evitar.
Los 15 errores en la cocina que aumentan el riesgo de intoxicación
Leidy Mora Molina

Revisado y aprobado por la enfermera Leidy Mora Molina

Última actualización: 27 septiembre, 2024

En ocasiones, por afán, por descuido o por una mala costumbre, cometes errores en la cocina que pueden exponerte a ti y a los tuyos a una intoxicación. Ya sea que almacenes los alimentos de forma inapropiada, que no les des una buena cocción o que hagas una mala manipulación, las consecuencias llegan a ser graves.

Microorganismos como Salmonella, Escherichia coli (E. coli) y Campylobacter contaminan con facilidad ciertas comidas, y conducen a infecciones que se manifiestan con fiebre, escalofríos, diarrea, debilidad muscular, deshidratación y otras complicaciones.

El problema es más común de lo que se cree. Se estima que, al año, alrededor de 600 millones de personas en el mundo contraen una enfermedad de este tipo. Para evitarlo, debes reconocer y corregir esas acciones que ponen en juego la seguridad alimentaria. Las detallamos a continuación.

1. No lavarse las manos antes de manipular los alimentos

Uno de los principales errores que se cometen en la cocina y que causan intoxicación alimentaria es no lavarse las manos antes de manipular los alimentos. De nada sirve que los demás utensilios estén limpios, si los gérmenes pueden albergarse en las manos y transferirse de estas a las comidas.

¿Cómo puedes evitarlo?

Asegúrate de lavar bien las manos antes de preparar cualquier receta. Lava bien la zona entre los dedos y las muñecas, frotando el jabón entre 20 y 30 segundos. También lávalas cada vez que manipules un alimento diferente para evitar la contaminación cruzada.

2. Lavar el pollo o la carne

Hay quienes creen que lavar el pollo o las carnes es una medida de higiene que elimina las bacterias y las impurezas de su superficie. ¡Error! Lejos de ayudar a remover los gérmenes, se convierten en una vía para la contaminación de los alimentos.

Microbios presentes en estas carnes se pueden transferir hacia el fregadero, las encimeras y demás superficies. Luego, al manipular otros alimentos, como frutas y verduras, se produce su contaminación.

¿Cómo puedes evitarlo?

No es necesario lavar el pollo o la carne. Si bien contienen cierta cantidad de bacterias, estas se eliminan con una adecuada cocción. Por lo tanto, solo asegúrate de que queden bien cocidos.

3. No cocinar bien los alimentos

La cocción completa suele ser el método por el que se eliminan los microbios de alimentos como la carne, el pollo, el pescado, los mariscos y los huevos. Por eso, cuando no están bien cocinados, el riesgo de contraer infecciones es alto. 

Debes considerar que las bacterias proliferan con facilidad en los alimentos cuando están a temperaturas entre los 5 y los 65 grados Celsius. Para destruirlas es necesaria una cocción por encima de los 65º C.

¿Cómo puedes evitarlo?

Adquiere un termómetro de alimentos para asegurarte de que alcanzan una temperatura interna segura. Observar el color y la textura también ayuda a determinar si son aptos para el consumo; no obstante, esto es menos preciso.

4. Descongelar los alimentos en la encimera

Alimentos como las carnes, el pescado y las aves se conservan bien en el congelador porque las bajas temperaturas anulan la proliferación de las bacterias. Sin embargo, cuando estos se descongelan en la encimera o en recipientes con agua, el riesgo se vuelve inminente.

A temperatura ambiente, los microorganismos dañinos encuentran las condiciones idóneas para crecer. Esto empeora con el agua que liberan al descongelarse.

¿Cómo puedes evitarlo?

Tal y como lo sugieren los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades, hay otros métodos más seguros para descongelar estos alimentos. Dentro del refrigerador, en agua bien fría o en el microondas. Además, si se van a marinar, hay que dejarlos refrigerados.

5. Dejar la comida fuera mucho tiempo antes de refrigerarla

Acabas de realizar tus compras e ignoras que los alimentos perecederos necesitan refrigeración lo antes posible. ¡Error! Recuerda que tanto las aves, como la carne de res y de cerdo, los pescados y los mariscos, requieren congelación para que los microorganismos no proliferen.

Lo mismo aplica para alimentos cocidos o sobras, huevos, quesos y demás lácteos. Si las dejas por fuera del refrigerador durante dos o más horas, las probabilidades de sufrir una intoxicación alimentaria son más altas.

¿Cómo puedes evitarlo?

Tan pronto como llegues de hacer tus compras en el mercado, prioriza el almacenamiento de los alimentos perecederos. Evita que permanezcan por mucho tiempo a temperatura ambiente. Si son sobras, déjalas enfriar un poco y refrigéralas también en recipientes herméticos.

6. Dejar las carnes en envases sin sellar

Introducir las carnes en el congelador sin meterlas antes en un envase hermético es uno de los errores que producen intoxicación alimentaria. Hay que tener claro que la refrigeración no es garantía de que los alimentos no vayan a contaminarse. Si se mezclan unos con otros, el riesgo es latente.

¿Cómo puedes evitarlo?

Opta por utilizar bolsas, bandejas de poliestireno o envoltorios de plástico para separar los tipos de carnes. Asegúrate que no tengan agujeros o rasgaduras, pues su líquido interior puede llegar a derramarse sobre otros alimentos, propiciando su contaminación. Para mayor seguridad, opta por trasladar estos alimentos a recipientes de vidrio o de plástico que tengan tapa.

7. Almacenar o mezclar alimentos crudos y cocidos

De los errores que hay que evitar en la cocina para no correr el riesgo de intoxicación es la mezcla —directa o indirecta— de los alimentos crudos y cocidos. No deben almacenarse juntos ni se deben utilizar los mismos utensilios para manipularlos.

Esto produce la llamada ‘contaminación cruzada’, en la que los microbios de las carnes, por ejemplo, se transfieren hacia las frutas y verduras.

¿Cómo puedes evitarlo?

Mantén separados los alimentos cocidos de los crudos. Si bien el cocinado destruye las bacterias, estos se pueden recontaminar al tener contacto con los crudos. Asimismo, evita utilizar los mismos cuchillos, tablas de picar y demás elementos que has usado para las carnes con otros alimentos.

8. Pelar las frutas y verduras sin lavarlas con antelación

Aunque a simple vista se vean limpias, las cáscaras de las frutas y las verduras albergan microbios que pueden causar intoxicaciones. Si no se lavan, estos se transfieren hacia su pulpa al cortarlas o pelarlas.

¿Cómo puedes evitarlo?

Antes de consumir o pelar estos alimentos, ponlos bajo una corriente de agua. Si su textura es dura, puedes ayudarte con un cepillo para su limpieza. Otra opción es desinfectarlas con agua y un poco de vinagre de manzana.

En cualquier caso, evita utilizar jabones, detergentes o limpiadores comerciales. Estos productos no solo alteran su sabor, sino que contienen sustancias perjudiciales.

9. Probar u oler los alimentos para comprobar si están buenos

Una costumbre en la cocina es revisar las texturas y los aromas de los alimentos para comprobar si aún son aptos para el consumo. No obstante, el gusto y el olfato no son indicadores precisos para determinar si siguen estando buenos o no. Por el contrario, probar u oler las comidas puede traer consigo problemas.

‘Degustar’ la preparación o el alimento —sin importar que sea una pequeña porción— aumenta el riesgo de intoxicación si estos contiene bacterias dañinas. Además, si eres tú quien tiene algún virus o bacteria, también puedes llegar a contaminar la comida por esta vía.

¿Cómo puedes evitarlo?

Si tienes sospechas de que un alimento está en mal estado o vencido, mejor deséchalo. Revisa de manera habitual sus fechas de caducidad u oriéntate por un cuadro de tiempos de almacenamiento.

10. Cocinar los alimentos crudos en el microondas

Sin negar que es un electrodoméstico muy práctico, debes saber que el microondas no es la mejor opción para cocinar alimentos crudos. Su gran inconveniente es que suele tener diferentes potencias, lo que puede impedir que los tiempos de cocción sean correctos o suficientes.

En consecuencia, los alimentos no siempre alcanzan la temperatura interna adecuada para destruir los microorganismos que pueden estar albergando.

¿Cómo puedes evitarlo?

Opta por otros métodos de cocción para las comidas crudas; en la estufa, en el horno o en la freidora de aire. Reserva el microondas para recalentar comidas que ya estén preparadas.

11. Llevar comida caliente al refrigerador

Es probable que este sea uno de los errores que has cometido en tu cocina y que te han expuesto a una intoxicación. En el afán por enfriar algunas comidas, o por limpiar la cocina, sueles introducir alimentos calientes dentro del frigorífico.

¿Cuál es el problema? Al estar calientes, permanecerán por un buen rato dentro de un rango de temperatura que posibilita el crecimiento de los microbios.

¿Cómo puedes evitarlo?

Deja que la comida caliente repose lo suficiente para que, al introducirla al refrigerador, se enfríe lo antes posible. Si estás de afán y necesitas almacenarlos pronto, introdúcelos en un recipiente de metal o córtalos en trozos más pequeños. Esto ayuda a que adquieran más rápido una temperatura baja segura.

12. Preparar ciertas recetas con mucha antelación

Algunas preparaciones representan más riesgo que otras cuando se trata de intoxicaciones alimentarias. Las recetas con huevo, lácteos, mariscos y pescados ocupan los primeros lugares. Bacterias como Salmonella y Campylobacter crecen con facilidad a temperatura ambiente.

Por eso, si vas a incluir estos ingredientes en tus platos, has de saber que debes ingerirlos lo antes posible. Dejar que pasen más de dos horas supone un riesgo alto para la salud.

¿Cómo puedes evitarlo?

Procura servir las comidas tan pronto estén listas. Si necesitas preparar con atelación, mantén refrigerados los ingredientes delicados y agrégalos antes de servir. Además, trata de hacer la cantidad justa. Guardar las sobras de estos alimentos no es recomendable.

13. No almacenar los alimentos en el compartimiento adecuado del refrigerador

Que los refrigeradores tengan diferentes compartimientos en cada una de sus partes no es simple coincidencia. Cajones superiores, estantes en la puerta, área para las verduras, congelador… cada zona tiende a variar de temperatura, de acuerdo a lo que requiere cada alimento.

No es infrecuente cometer errores al guardar las comidas en este aparato de la cocina, sin pensar en que esto puede detonar una intoxicación. Una vez más, el riesgo radica en que las temperaturas inapropiadas facilitan la proliferación de los microbios.

¿Cómo puedes evitarlo?

Revisa cuál es la sugerencia de cada compartimiento del refrigerador. Por lo general, en el estante más alto se colocan la leche, los productos lácteos, los embutidos y los huevos. Luego, en la parte del medio pueden ponerse sobras o alimentos que se van a descongelar (separados, claro).

Los cajones inferiores suelen ser para las verduras y las frutas. Entre tanto, en las puertas se pueden guardar mermeladas, jugos, botellas con agua y especias.

14. Comer alimentos riesgosos

Cualquier persona sana puede sufrir una intoxicación cuando las medidas de seguridad alimentaria no se implementan de forma adecuada. Aun así, hay quienes tienen mayores probabilidades de enfermarse y sufrir complicaciones asociadas. 

¿Quiénes? Los adultos mayores de 65 años, los niños menores de 5 años, las personas con sistema inmunitario debilitado, las mujeres en embarazo y las personas con antecedentes de intolerancias alimentarias.

¿Cómo puedes evitarlo?

Además de asegurar una correcta manipulación, almacenamiento y preparación de los alimentos con los consejos que hemos dado, es conveniente evitar la ingesta de alimentos que puedan representar mayor riesgo. Esto abarca las siguientes opciones:

  • Leche cruda
  • Queso fresco
  • Germinados crudos
  • Pescados y mariscos
  • Jugos sin pasteurizar
  • Carnes y aves poco cocidas

15. No lavar el refrigerador con regularidad

Algunas personas dejan pasar varias semanas antes de dedicarle tiempo a la limpieza del refrigerador. Si te identificas, debes saber que es uno de los errores de cocina que te exponen a una intoxicación.

Y es que los residuos de derrames de alimentos, las cáscaras, las sobras y la suciedad van creando un ambiente idóneo para que las bacterias crezcan. Sin que lo sospeches, estos pueden después contaminar tus alimentos.

¿Cómo puedes evitarlo?

Realiza una limpieza profunda de la nevera por lo menos una vez cada dos meses. Si notas suciedad evidente, procura hacerlo antes. Para llevarla a cabo, retira todas las piezas extraíbles y lávalas bien con agua y jabón neutro.

Déjalas secar al aire libre; mientras tanto, limpia la parte interna del refrigerador con una esponja humedecida con agua con jabón. Para terminar, quita los residuos de espuma con un paño húmedo y limpio. Ensambla de nuevo y coloca los alimentos en sus respectivos compartimientos.

Corrige estos errores en tu cocina para evitar una intoxicación

Si te has dado cuenta, son varios los errores que puedes cometer en tu cocina y que ponen en riesgo tu salud. Acciones como el lavado de manos, el almacenamiento adecuado y una buena cocción impiden que los microbios prosperen y causen infecciones. ¡Implementa todas estas recomendaciones!


Todas las fuentes citadas fueron revisadas a profundidad por nuestro equipo, para asegurar su calidad, confiabilidad, vigencia y validez. La bibliografía de este artículo fue considerada confiable y de precisión académica o científica.


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