Esponja de Luffa: beneficios y cómo utilizarla

La Luffa es una planta idónea para elaborar esponjas de baño. Los estropajos de este material son naturales, biodegradables y respetuosos con la salud de tu piel.
Esponja de Luffa: beneficios y cómo utilizarla
Leonardo Biolatto

Revisado y aprobado por el médico Leonardo Biolatto.

Última actualización: 21 agosto, 2022

La esponja de Luffa tiene una ventaja significativa frente a los estropajos sintéticos. Diferente a las fibras sintéticas, este componente vegetal no se transforma en residuos de microplásticos que contaminan el ambiente.

Como accesorio de baño, la Luffa es recomendada para la higiene de la piel. Entre otros efectos, contribuye con la lozanía, elimina las células muertas y es duradera. Te contamos qué hay detrás de esta alternativa sostenible.

¿Qué es una esponja de Luffa?

Las esponjas de Luffa son una especie de fregador natural para el cuerpo. Proceden de la familia de plantas Cucurbitaceae, misma de la que provienen el pepino, la calabaza y el calabacín.

El fruto de la Luffa mide de 20 a 30 centímetros de longitud y puede transformarse en un estropajo una vez que las recolectan, las pelan y las dejan secar por varios meses.

Para completar el proceso de fabricación, las esponjas tienen que remojarse en aguas termales a 43 °C, de manera que queden limpias y con fibras blandas. ECHO Community aclara que hay Luffa acutángula y lisa. La primera es comestible, mientras que la segunda es la empleada comúnmente para el baño, siempre que la fruta sea joven, ya que resulta más suave.

Pueden utilizarse secas y húmedas. Si lo deseas, no es necesario añadir jabón, debido a que desprenden una sustancia hidratante llamada cucurbitacina.



Beneficios de la esponja de Luffa

Un artículo de la revista Sustentabilidad explica que las fibras extraídas de fuentes vegetales ofrecen ventajas que van desde el bajo costo, hasta particularidades mecánicas significativas, como la baja densidad. La Luffa evidencia estos potenciales.

Son esponjas que no demandan cuidados especiales; solo con hervir las desinfectas. Resisten en promedio 6 meses, pero puedes reemplazarla antes. Dichos estropajos se consideran un instrumento para la relajación.

Varias esponjas de Luffa.
Las Luffas se pueden usar en la limpieza del hogar, pero también como aditamento de belleza.

Estimula la circulación sanguínea

La fricción con Luffa favorece de modo natural la circulación y es algo evidente mientras te bañas, pues a medida que pasas la esponja, la piel adquiere un tono rojizo.

Ayuda a minimizar la celulitis

Las esponjas de Luffa promueven mejoras en las áreas donde suele acumularse grasa. Es decir, mientras limpias lo externo del cuerpo, ayudas a reducir la celulitis y la piel de naranja. Al mismo tiempo, este elemento natural evita la retención de líquidos mediante la frotación.

Elimina toxinas

Masajear la piel con Luffa es conveniente para estimular el sistema linfático y promover la remoción de toxinas. Combinando con exfoliantes naturales, conseguirás efectos maravillosos para la piel.

Suaviza callos y durezas

Hay puntos específicos de la dermis con tendencia a grosores irregulares, generando callos y durezas. De acuerdo con información de la Clínica Mayo, estos endurecimientos aparecen cuando la piel quiere protegerse de la fricción o de la presión. La Luffa descama y reduce en gran medida las callosidades.

Es exfoliante

Las fibras con la aspereza leve de la Luffa exfolian. Aparte de limpiar a profundidad, estos accesorios colaboran con el tratamiento de problemas dérmicos, como los vellos enquistados, los puntos negros y el acné.

Disminuye el exceso de grasa en la piel

Por sus propiedades naturales, la Luffa da tersura a la dermis, haciendo que luzca más brillante y más joven.



Es 100 % natural

La Luffa es tan amigable con tu cuerpo como lo es con el medio ambiente. No representa desperdicio alguno, porque luego de utilizarla, la reciclas en abono.

Composta con esponjas de Luffa.
Estas esponjas pueden formar parte del compost una vez que terminó su vida útil.

¿Cómo utilizar la esponja de Luffa?

Usar las esponjas de Luffa no tiene mayor ciencia. Siguiendo los pasos específicos, contarás con un accesorio efectivo y de provecho:

  1. Empapa: moja la esponja en agua caliente mezclada con jabón. Después presiona para ablandar.
  2. Enjabona: agrega un toque de jabón o de gel y aprieta para formar la espuma. Recuerda que es posible frotar sin sustancias, ya que la Luffa desprende cucurbitacina.
  3. Frota: aplica movimientos simples, de preferencia circulares, siempre lejos del cuello y del cutis, por ser áreas de mayor sensibilidad. Para estas regiones son oportunos los discos faciales exfoliantes, cuya base es la Luffa.
  4. Aclara: retira con agua fría los restos de sustancia impregnados en el cuerpo. La idea es que las bajas temperaturas cierren los poros. Sin embargo, no es una limitante. Puedes mojarte con agua caliente.
No dejes la esponja en la ducha, debido a que necesita secarse completamente para un próximo uso.

Otros empleos de las esponjas de Luffa

La Luffa es una fibra versátil, por lo que es frecuente conseguirla en otros escenarios ajenos a la higiene personal. Es un estropajo útil en la limpieza de vajillas; solo requiere un toque de lavaplatos.

Asimismo, la planta es una excelente jabonera. En el modo posadera, este procesado de Cucurbitaceae ofrece las fibras apropiadas para escurrir el agua y evitar el desgaste rápido del cosmético limpiador.


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