Estrategias para que tu hijo deje de morderse las uñas
Revisado y aprobado por el médico Diego Pereira
No morderse las uñas puede ser más complejo de lo que podríamos pensar en un primer momento. ¿Por qué? Sencillamente por dos motivos. En primer lugar, los hábitos, cuando están arraigados, suelen ser difíciles de modificar y, en segundo lugar, puede ser una manera de expresar las emociones. Te presentamos algunas estrategias con las que puedes ayudar a tu hijo para que deje de morderse la uñas.
Consejos para que tu hijo deje de morderse las uñas
El hábito de morderse las uñas se denomina onicofagia y afecta principalmente a niños a partir de los 3 años, siendo más habitual durante la pubertad y adolescencia, como señala este estudio publicado en el Iranian journal of medical sciences. Por lo general, este mal hábito suele ser abandonado por el niño sin necesidad de intervenir, pero ¿qué se puede hacer si persiste y comienza a lastimarse?
A continuación, veremos algunas ideas prácticas, pero primero, descubriremos por qué algunos niños se muerden las uñas. ¿Existe algún tipo de predisposición psicológica o causa que desencadene el hábito?
Causas de la onicofagia infantil
La onicofagia, o hábito de morderse las uñas, suele aparecer entre los 3 y los 6 años. El miedo y las tensiones pueden ser los disparadores del hábito.Cuando hablamos de onicofagia no nos referimos a un acto puntual, sino a un situación constante y reiterada en el tiempo, es decir, que el niño se muerde las uñas de manera regular. Se trata de una conducta obsesiva que, muchas veces, el niño lleva a cabo sin ser consciente de ella.
Según datos publicados en la Revista de Odontopediatría Latinoamericana, “la mayor incidencia de este mal hábito se da en la pubertad (44 %). Es más común en el sexo masculino que en el femenino. En niños de 7 a 10 años, ocurre entre el 28 y el 33 % de los casos”.
Entre las principales causas de esta problemática se encuentran las siguientes:
- El estrés.
- La ansiedad.
- El aburrimiento.
- Situaciones emocionalmente desestabilizadoras para el niño, como puede ser la muerte de un ser querido, el nacimiento de un hermanito o problemas familiares.
Otra causa posible puede ser la imitación; el pequeño observa a uno de sus padres (o a ambos) morderse las uñas y repite el hábito sin darse cuenta. Por este motivo, entre otros, es muy importante que tú, como padre, evites morder tus uñas.
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¿Por qué es malo morderse las uñas?
Más allá de lo evidente, en unas manos con uñas roídas, el principal problema de este actuar es que el niño o adolescente puede generarse grandes daños en sus dedos e incluso, cambios de color en las uñas y deformidades.
Una de las principales problemáticas suele ser la aparición de infecciones provocadas por el transporte de bacterias de las uñas a la boca y viceversa, como evidencia este artículo publicado en la revista Ciencia y luz.
Además, el niño que padece este trastorno suele mordisquear también la cutícula y la piel alrededor de las uñas. La aparición de heridas puede generar, por otra parte, ansiedad en el pequeño por la mala apariencia de sus manos. Así, entra en un círculo vicioso del que puede resultar difícil escapar.
También pueden producirse problemas dentales, como la maloclusión, el desgaste de los dientes frontales, la aparición de bruxismo, desgaste del esmalte dental y tejido gingival dañado, entre otros.
Estrategias para que tu hijo deje de morderse las uñas
El primer paso para modificar un hábito es descubrir qué lo ocasiona. ¿Cuál es la causa de que tu hijo coma sus uñas? ¿Las muerde en momentos concretos? ¿Puedes indentificar si se relaciona con miedo, ansiedad, tensión o aburrimiento? Investiga un poco y luego ponte manos a la obra.
Puedes decirle cada día a tu hijo que no debe morderse las uñas, que no es bueno, pero no obtener el resultado esperado. Por eso, te proponemos adoptar alguna de las siguientes estrategias para ayudar a tu hijo a modificar su conducta.
1. Explica a tu hijo por qué no debe comerse las uñas
Sabemos que vives repitiéndole que deje de morderse las uñas, pero te proponemos ir un paso más allá. Tómate el tiempo necesario para explicarle las consecuencias de ese mal hábito, por supuesto, adaptando la información a su edad y nivel de comprensión.
2. Sé su “alarma”
Conversa con tu hijo. Así, le recordarás que debe parar con el hábito cada vez que le veas comiendo sus uñas. ¡Podéis incluso establecer una contraseña para intentar convertir la situación en un momento lúdico y cómplice entre vosotros dos!
3. Compra un mordedor
Una interesante opción puede ser regalarle a tu hijo un mordedor que le ayude a liberar ansiedad y tensión. Existen muchos en el mercado, incluso pensados específicamente para evitar morderse las uñas.
4. Un juguete para mantener las manos ocupadas
Ofrécele a tu hijo un fidget spinner, un pequeño balón para apretar o un cubo de Rubik. La idea es lograr que tenga las manos ocupadas y evitar, así, que mordisquee sus uñas. Otra idea es fomenta que tu hijo haga deporte, ya que puede ser una excelente manera de liberar tensiones.
5. Corta sus uñas a diario
Cortando sus uñas diariamente o aplicando productos amargos puede ayudar a que comerse las uñas ya no sea tan apetecible.No hay mejor manera de evitar la tentación que cortándola de raíz. Si tu hijo mantiene las uñas cortas, será más difícil que las muerda y se lastime. Crea el hábito de cortarle las uñas cada día.
6. Esmalte amargo
La solución de las abuelas puede ser bastante efectiva. Píntale las uñas a tu hijo con esmalte amargo. De esta manera, mordisquearlas ya no será tan tentador. Si no tienes esmalte amargo en casa, puedes colocarle limón en las uñas.
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7. Sistema de premios
Ayuda a tu hijo a no morderse las uñas utilizando un sistema de puntos y premios. Por cada día que no se muerda las uñas, puede ganar un punto y, cuando tenga una cantidad acordada, puedes darle un premio. Este no tiene por qué ser físico; puede ser una salida al cine , un paseo en bicicleta o lo que se te ocurra y os genere placer a los dos.
En definitiva, modificar un hábito lleva tiempo. Ten paciencia y acompaña a tu hijo en cada paso del camino. Recuerda que es fundamental que se sienta acompañado, apoyado y amado por ti.
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- Ghanizadeh, A. (2011). Nail biting; etiology, consequences and management. Iranian journal of medical sciences, 36(2), 73. https://www.ncbi.nlm.nih.gov/pmc/articles/PMC3556753/
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- Galarza Mora, L. Y. (2020). Desgaste dental en niños de 6 a 12 años con onicofagia en la escuela “Manuel Villamarin Ortiz” de Babahoyo (Bachelor's thesis, Universidad de Guayaquil. Facultad Piloto de Odontología). http://repositorio.ug.edu.ec/handle/redug/48519
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