Flex skincare: la tendencia coreana para una piel de porcelana
Revisado y aprobado por la enfermera Leidy Mora Molina
Suave y luminosa, como si fuera de porcelana. Así queda la piel después de ser tratada con la rutina flex skincare. Es una de las tantas modalidades coreanas para el cuidado del cutis, que propone cambiarse a productos más ligeros y más efectivos.
Diferente a otros métodos, esta variante rompe la rigidez de ciertas guías de belleza facial. En ocasiones, las vías tradicionales son complicadas de seguir, debido al uso de componentes potentes que, lejos de mejorar el aspecto, pueden perjudicarlo.
El cuidado flex se reduce a lo básico. Pretende mejorar la salud de la cara y proporcionarle una apariencia hermosa.
¿En qué consiste la «flex skincare»?
La esencia de la flex skincare es adaptar la rutina facial en exclusiva a los productos que necesita cada tipo de piel. Además, plantea la utilización de sustancias suaves y formuladas para el día o para la noche, para verano o para invierno, según el momento de aplicación.
No bastan los cosméticos que aseguren el retraso de los signos físicos del envejecimiento, que es en lo que se concentran muchas marcas de la industria beauty. Cuando flexibilizas la atención cutánea, incorporando o excluyendo lo que demande la piel, contribuyes con la reducción de arrugas, la difuminación de manchas y la aparición temprana de las líneas de expresión.
De esta forma, la técnica coreana protege y nutre las dermis jóvenes. La teoría de quienes apoyan el modo flex es que la piel no siempre requiere lo mismo. Una semana puede descamarse y en otra evidenciar más las imperfecciones.
El estilo de vida tiene mucho que ver con el estado facial y la pertinencia del cuidado flexible. La revista Farmacia Profesional señala que la alimentación no saludable, el estrés, el tabaco, el exceso de alcohol y de café son enemigos que restan elasticidad, firmeza y tersura. De allí la necesidad de contar con varias opciones de skincare.
¿Qué tipo de productos incluye la «flex skincare»?
La flex skincare no es solo para la piel madura. Los jóvenes aprovechan la maleabilidad que plantea el método, combatiendo con antelación las señales de la edad, nutriendo el rostro y reforzando la barrera cutánea.
Si bien recurre a mezclas suaves, los ingredientes penetran sin complicaciones y no producen reacciones secundarias. A continuación, conoce el tipo de productos que contempla el cuidado flexible facial.
Vitamina C
Actas Dermosifilográficas expone que aplicar en tópico la vitamina C, a una concentración del 5 % y durante 6 meses, mejora significativamente la apariencia clínica del fotoenvejecimiento, eliminando pequeñas arrugas.
Por su parte, una publicación de la Universidad Estatal de Oregón resalta que la vitamina C es un cofactor esencial en reacciones enzimáticas. Por ejemplo, en la biosíntesis de colágeno, carnitina y neuropéptidos. Asimismo, es un antioxidante por excelencia.
En ese orden, estudios demuestran que la combinación de vitamina C con otro tipo de tratamientos faciales, como la radiofrecuencia, favorece el aspecto y la calidad de la piel.
Niacinamida
La niacinamida es vitamina B3 o nicotinamida. Este ingrediente bloquea el estrés oxidativo y ejerce una función de remodelación facial.
Además, minimiza la pérdida de agua transepidérmica, sube la producción de lípidos y alisa arrugas. La Biblioteca Nacional de Medicina de los Estados Unidos comenta que las cremas con niacinamida favorecen la apariencia de las pieles con acné.
Otras características son las siguientes:
- Poder antiinflamatorio.
- Reducción de la irritación.
- Capacidad seborreguladora.
- Propiedades despigmentantes.
Retinol
Los productos con retinol simplifican la expulsión de comedones e inhiben la formación de nuevos. Es lo que informa el vademécum divulgado por Access Medicina.
Gracias a sus propiedades, esta presentación de vitamina A es un remedio útil para el acné vulgar. Más, si lo fusionas con peróxido de benzoilo o antibióticos sistémicos.
La revista Postepy Dermatologii i Alergologii acota que la vitamina A está aprobada por la Administración de Alimentos y Medicamentos de Estados Unidos (FDA) como un agente antiarrugas, capaz de transformar la superficie de la piel.
Ceramidas
Las ceramidas son lípidos naturales, encargados de crear una barrera de protección e hidratar. Estas grasas regulan la permeabilidad cutánea para expulsar los líquidos a través del sudor y para que otras sustancias, como las cremas, sean absorbidas.
Ácido hialurónico (AH)
El AH es un glicosaminoglicano que está en todos los tejidos del cuerpo, pero también puede ser infiltrado o aplicado en tópico. Su objetivo es conservar la estructura dérmica, hidratar, reparar células y rellenar arrugas.
La revista de la Facultad de Ciencias Médicas comenta que tal sustancia goza de buena aceptación en tratamientos estéticos, debido a los resultados y la duración semipermanente.
Aceites en seco
Algunos remedios naturales, como los aceites en seco, el té verde o el polvo de arroz, se incluyen en la flex skincare por ser nutrientes no dañinos. Estos productos poseen aceites vegetales que, fusionados con un emoliente y un agente de textura, otorgan excelentes efectos para el cutis, sobre todo en los cambios de estación.
La importancia de cumplir con una rutina facial «flex skincare»
Cuando sabes qué productos le hacen mejor a tu piel y cuáles debes retirar del menú, conseguirás resultados que el cutis agradece. El secreto está en personalizar la rutina.
Aunque sean pocos productos y de potencia ligera, procura que la selección cuente con el visto bueno del dermatólogo. Complementa el proceso con las limpiezas periódicas profundas del rostro, incluyendo la exfoliación.
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