Hábitos que perjudican nuestra salud cerebral
Revisado y aprobado por el médico Diego Pereira
El cerebro es un órgano del cuerpo que necesita ser cuidado. Muchas veces, se da por sentado su estado de salud, sin pararse a pensar sí se están llevando a cabo rutinas que puedan perjudicarlo.
Todo lo que hacemos influye en el cuerpo, de una y otra manera. De hecho, ciertas actividades podrían impedir su funcionamiento normal e incluso dañar su estructura. A esto se le añade además, la repetición sistemática de estos hábitos durante años.
Ciertas rutinas pueden favorecer o perjudicar la salud cerebral, de allí la importancia de prestar atención a lo que hacemos a diario. Si detectamos que un hábito no nos está beneficiando, estamos a tiempo de modificarlo y, así, mejorar nuestra rutina.
El cerebro: ese gran desconocido
El cerebro es un órgano extremadamente complejo y delicado, que interviene de manera directa e indirecta en todos los procesos corporales: regula funciones homeostáticas, como los latidos del corazón; el balance de fluidos; la presión sanguínea; el equilibrio hormonal y la temperatura corporal, y es responsable del movimiento; la cognición; el aprendizaje; la memoria y las emociones humanas.
No es de extrañar, entonces, que el estilo de vida que llevemos influya de forma notable en su correcto funcionamiento y, por tanto, en la salud en general.
Veamos a continuación cuáles son los hábitos que pueden dañar el cerebro, para comenzar a evitarlos de ahora en adelante y, en su lugar, adoptar otros que nos brinden más beneficios.
10 hábitos cotidianos que dañan el cerebro
1. No desayunar
El desayuno es la comida más importante del día, ya que influye notablemente en nuestro rendimiento, resistencia e, incluso, estado emocional. Durante las primeras horas del día, el cerebro precisa nutrientes para continuar “dirigiendo” los procesos fisiológicos después del ayuno durante la etapa del sueño.
Si no le suministramos lo que necesita, utilizará las reservas y tendrá que hacer un sobreesfuerzo para mantener su correcto funcionamiento. La ausencia del desayuno puede provocar decaimiento, cansancio y una falta de concentración notable, tal y como afirma este estudio realizado por la Universidad de Alcalá (España).
Por otra parte, esta investigación llevada a cabo por el Instituto Politécnico Nacional de México afirma que, en aquellos casos en los que se prescinde del desayuno, es más común desarrollar enfermedades como la obesidad o la anemia.
2. Fumar
No es ningún secreto que fumar es un hábito muy nocivo para la salud. Según afirma este informe del Centro de Investigación Biomédica de España, el tabaco no solo es peligroso a nivel cardiovascular, sino que también se ha comprobado que podría favorecer la aparición de ciertas enfermedades neurodegenerativas, como el Alzheimer o la demencia.
3. Consumo elevado de azúcares
Según este estudio realizado por la Universidad Nacional de Colombia, los azúcares adicionados a los alimentos estarían estrechamente relacionados con patologías como la obesidad; la diabetes; alteraciones hepáticas; hígado graso; enfermedades cardiovasculares y caries, entre otras.
Es importante regular su consumo, tanto a nivel personal, como estatal.
4. Exposición constante a ambientes contaminados
El cerebro precisa de un constante suministro de oxígeno, pero diversas sustancias tóxicas pueden interferir con el intercambio de gases, el transporte y el proceso de incorporación del oxígeno a las células, dando lugar a una disminución de la eficiencia cerebral.
Esta investigación elaborada por el Ministerio de Sanidad de España afirma que existen gran cantidad de patologías que podrían desarrollarse o agravarse a causa de la contaminación continua.
5. Dormir poco
El insomnio o las malas condiciones del sueño pueden ser muy peligrosos. Según este estudio del Instituto Peruano de Neurociencias, no solo estaremos mucho más cansados e irritables al día siguiente, sino que también podría existir un vínculo entre este problema y el desarrollo de la enfermedad de Alzheimer.
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6. Comer de más
Ingerir alimentos que nuestro cuerpo no necesita provoca la acumulación de las sustancias sobrantes en forma de grasas. Esto puede derivar en sobrepeso u obesidad. Lo más recomendable es llevar una dieta saludable y no excederse (ni quedarse con hambre) durante las comidas.
7. Alcohol
El alcohol puede causar estragos en todos los órganos, principalmente en el sistema nervioso, el hígado y el corazón, según afirma este estudio realizado por el Instituto de Salud Carlos III.
8. Estrés
Según afirma este estudio realizado por la Universidad de Extremadura, el estrés podría estar relacionado con el riesgo de sufrir accidentes cerebrovasculares o ictus.
De la misma forma, esta misma investigación ha llegado a la conclusión de que las personas cuya retribución salarial es menor en comparación con su esfuerzo también podrían ver incrementado su riesgo de padecer un ictus.
9. Falta de estímulos y ejercicios mentales
No hay nada como activar la mente, mantener conversaciones interesantes, leer un libro o hacer un crucigrama para estimular el cerebro. Esto mejora la capacidad de aprendizaje y la memoria, así como la velocidad de reacción ante los estímulos.
Un consejo final
Cuidar el cerebro es tan necesario como cuidar cualquier otro órgano. Su estado determinará cómo nos encontramos en conjunto, por lo que es muy importante prestarle la debida atención.
La adquisición de hábitos de vida saludables, el abandono de aquellos nocivos (como el tabaco y el alcohol) y el estímulo intelectual pueden hacer por nosotros mucho más de lo que pensamos.
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