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5 hábitos que dañan nuestros huesos

4 minutos
Si, como regla general, no dormimos bien y a esto le sumamos unos malos hábitos alimenticios, podemos estar dañando la salud de nuestros huesos, lo que en un futuro nos podría llevar a desarrollar enfermedades óseas.
5 hábitos que dañan nuestros huesos
Nelton Abdon Ramos Rojas

Escrito y verificado por el médico Nelton Abdon Ramos Rojas

Escrito por Valeria Sabater
Última actualización: 02 agosto, 2024

Y tú, ¿cómo cuidas tus huesos? La verdad es que a veces ni nos damos cuenta de cómo nuestro hábitos pueden estar afectando a nuestra salud. Nos alimentamos incorrectamente, utilizamos tacones demasiado altos, llevamos una vida sedentaria…

De esta forma, poco a poco con el paso de los años, van apareciendo los dolores y los problemas. ¿Cómo evitarlos? No te preocupes, te explicamos qué aspectos debes cambiar para mejorar tu salud ósea.

Aspectos cotidianos que dañan nuestros huesos

Nuestro estilo de vida actual probablemente determinará nuestra salud ósea el día de mañana. Tal y como manifiestan los especialistas Richard Eastell y Helen Lambert, los huesos necesitan un tipo de cuidados y alimentación específicos. De esta manera se previenen las enfermedades como la osteoporosis, las lesiones, las fracturas tempranas de cadera… Así que, ¿y si tomamos nota y empezamos a cambiar o a mejorar algunos aspectos de nuestros hábitos de vida?

1. Alimentación que daña nuestros huesos

El aporte diario de calcio es indispensable para mantener unos huesos firmes y fuertes. La vitamina D también es esencial para ello, pero en muchas ocasiones la descuidamos.

Incluso es posible que te esfuerces en tomar calcio diariamente, pero si lo combinas con otro tipo de alimentos puede que no te sirva de nada. Y es que hay algunos elementos que dificultan la asimilación del calcio como

  • Los refrescos, especialmente las bebidas de cola. Según el artículo «Health Safety of Soft Drinks: Contents, Containers, and Microorganisms» , disponen de una alta cantidad de ácido fosfórico que reduce precisamente la absorción de calcio. Así pues, es mejor evitarlas. Además nuestros riñones sufren mucho para procesar estas bebidas con gas.
  • La sal. Los estudios confirman: la sal en exceso es mala, pero es que además nos decalcifica. Asimismo, es especialmente importante reducir el consumo fiambres, conservas, productos enlatados, snacks y galletas saladas.

2. La falta de sueño

Descansar es una necesidad biológica imprescindible. De hecho, nuestro cuerpo realiza unos ciclos esenciales que nos ayudan, entre otras cosas, a recuperar energía y a crecer, en el caso de los niños.

Esto solo lo conseguimos cuando obtenemos un descanso adecuado. Si no dormimos bien como regla general y a esto le sumamos nuestros malos hábitos alimenticios, podemos estar dañando la salud de los huesos, por lo que el día de mañana posiblemente sufriríamos osteoporosis.

¿Qué tal si intentamos seguir unos horarios, cenar temprano, tomar una ducha caliente antes de ir a dormir y conseguir así un buen descanso?

3. Fumar

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Las personas con este hábito dañino suelen tener los huesos más débiles. La incidencia es más marcada en las mujeres, quienes al llegar a la menopausia tienen mayor probabilidad de sufrir roturas de huesos. Así que, si es tu caso, empieza a plantearte dejar los cigarrillos por el bien de tu salud.

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4. Cuidado con los tacones

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No se disponen de estudios que confirmen la relación entre el uso de tacones altos y el deterioro de los huesos. Con todo, es cierto que cuando se padecen enfermedades óseas, los expertos suelen recomendar no usar tacones o emplear unos más bajos.
Además, el uso de tacones afecta a nuestra postura corporal y a nuestro sistema muscular de acuerdo con diversas investigaciones. Así, al final del día podemos sentir dolor y cansancio, incluso al cabo de los años podemos sufrir serios problemas. Por eso, lo mejor es eligir un tacón medio y más cómodo. Seguro que también te ves atractiva con ellos.

Asimismo, es fundamental cuidar nuestra postura en general ya que una mala postura puede favorecer el desarrollo de enfermedades óseas o incluso agravar las ya existentes. Por eso, en los tratamientos para la osteoporisis, por ejemplo, siempre se suele recomendar no solo la práctica de deporte, sino la corrección de la postura.

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5. ¿Sedentarismo? No, gracias

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Muchas veces nuestro trabajo nos obliga a mantener las mismas posturas todo el día. Esto, unido a que nos da pereza hacer un poco de ejercicio, puede causarnos problemas en los huesos.

La falta de ejercicio puede hacer que nuestros huesos se debiliten, pierdan su resistencia, su agilidad, que las articulaciones ya no sean tan fuertes… Así año tras año acabaremos sintiendo las secuelas de este sedentarismo, así que, ¿y si empezamos a andar diariamente?

También se suelen recomendar los ejercicios que impliquen levantamiento de peso, ya que estos pueden ayudarnos a fortalecer nuestros huesos. Eso sí, este tipo de ejercicios siempre deberíamos llevarlos a cabo bajo la supervisión de un profesional, quien nos recomendará el peso más adecuado para evitar lesiones. ¿Por qué no te animas?

Como ya sabes, los huesos constituyen una parte fundamental de nuestro cuerpo, sin ellos no podríamos realizar acciones tan básicas como caminar. Por lo tanto, es fundamental que los cuidemos y esto puede hacerse siguiendo unos hábitos saludables de dieta, descanso y ejercicio. No es difícil, ¡inténtalo!


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