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Qué es la hipergamia femenina y cómo afecta las relaciones

6 minutos
Muchas mujeres tienen en claro que la situación económica o el nivel educativo del hombre son determinantes para elegirlo como pareja. Exploramos a fondo este fenómeno que existe desde hace siglos.
Qué es la hipergamia femenina y cómo afecta las relaciones
Ana Isabel Sanz

Revisado y aprobado por la psiquiatra Ana Isabel Sanz

Última actualización: 08 octubre, 2024

La hipergamia femenina es la tendencia de las mujeres a elegir parejas que tienen un estatus social o económico superior al suyo. No solo buscan un compañero que aporte amor, sino también estabilidad y mejor calidad de vida.

Piensa en el siguiente ejemplo: estás en una fiesta y conoces a dos muchachos; uno habla de su trabajo como artista emergente y el otro es un empresario exitoso. Es natural que te sientas más cautivada por el segundo; no solo por su éxito, sino también por la seguridad que puede ofrecer.

De todos modos, ello no significa que todas las mujeres busquen un «príncipe azul». Cada persona tiene sus prioridades en una relación y muchas valoran otros aspectos, más allá de lo económico. Sin embargo, la hipergamia siempre existió y sigue siendo relevante en la actualidad.

¿De dónde viene?

«Hipergamia» es un término que proviene del griego hyper (‘exceso’) y gamia (‘unión’). Se originó siglos atrás, cuando las jóvenes solteras debían encontrar esposos prósperos para mejorar su estatus. Clásicos de la literatura, como Orgullo y prejuicio, ilustran la forma en que esperaban ser cortejadas estas mujeres por los hombres adinerados.

A pesar de la revolución de género del siglo XX, el fenómeno continúa vigente. Ahora evolucionó y se aplica a las relaciones modernas en las que las personas buscan atributos sociales y económicos del otro que consideran superiores al resto.

Si bien el concepto abarca las aspiraciones de ambos géneros, hay diferencias notables. Los hombres tienden a valorar más el atractivo físico, mientras que las mujeres priorizan la inteligencia y las ganancias. Además, en general, la hipergamia femenina suele ser más frecuente que la masculina.

Sin embargo, en la historia, también hay muchos hombres que se casaron con mujeres de mayor estatus económico para consolidar el suyo. Tal es el caso de Juan de Médici, el banquero de la Edad Media, que desposó a la acaudalada Piccarda Bueri para fortalecer su posición.

¿Cómo influye la hipergamia en la elección de la pareja?

Este fenómeno tiene un impacto real en cómo las mujeres buscan y afrontan sus relaciones amorosas. También incide en las expectativas y las dinámicas dentro de los vínculos.

Aunque no se debe generalizar, ya que cada uno tiene sus preferencias, las siguientes áreas son las más vinculadas a la hipergamia:

  • Educación: muchas mujeres buscan compañeros que hayan accedido a una educación similar o superior a la de ellas. A veces, es un modo de reflejar las propias aspiraciones.
  • Comparaciones: al estar en pareja, podrían manifestarse comparaciones con otros y llegar a la desilusión. Existe la tendencia a creer que siempre «existe alguien mejor».
  • Autoestima: algunas mujeres pueden sentirse atraídas solo hacia hombres que proyectan confianza y éxito. De este modo, es posible que se reduzca la percepción del propio valor.
  • Expectativas: las ilusiones pueden ser variables en la hipergamia. Se buscarán, de forma constante, cualidades que se consideren superiores o más deseables. Si no se hallan, habrá desilusión.
  • Apariencia física: la hipergamia puede ser biológica. En ese caso, existirá preferencia por ciertas características corporales que se asocien con la salud y la belleza. Así, se dejarán de lado cualidades importantes, como la compatibilidad.
  • Ingresos: es frecuente la búsqueda de estabilidad financiera, como indicador de seguridad y protección. Se vuelven más atractivos los hombres con ingresos elevados.
  • Dinámicas de poder: las diferencias de estatus pueden generar desequilibrios en la relación que resulten atractivos para algunas mujeres. Que el hombre tome las decisiones y tenga el control es tanto un deseo de ciertas personas como una fuente de conflictos sobre la responsabilidad de cada uno.

Más allá de estos puntos, el factor económico parece importar más que los otros y suele estar relacionado con la búsqueda de seguridad ante un contexto cambiante. Un hombre con un alto capital social y económico, aunque no cumpla con los estándares físicos, puede ser atractivo. Pensemos en celebridades, como Tom Cruise y Gael García Bernal, quienes demuestran que la altura no siempre es determinante.

Hipergamia femenina en la actualidad

Hoy, las mujeres tienen acceso a una mejor formación y, en muchos casos, gestionan o poseen sus propias empresas. Por lo tanto, estamos en una era de independencia financiera y empoderamiento femenino que, siglos atrás, era impensable.

A pesar de ello, las brechas salariales de género todavía persisten en varios países. Esto hace que los hombres continúen siendo las personas de mayores ingresos. Por lo tanto, la hipergamia femenina relacionada con el nivel económico sigue vigente.

El caso de las aplicaciones de citas

En el contexto de las aplicaciones de citas, la hipergamia se manifiesta de forma clara. Estas plataformas permiten a las mujeres seleccionar parejas potenciales con las características deseadas, incluso antes de conocerlas. Entonces, ellas tienen más probabilidades de conectarse con hombres de cierto nivel educativo, social o económico.

Además, existen sitios y apps que resignificaron el concepto, alejándolo de su connotación negativa y enfocándose en aquellas mujeres que abiertamente practican la hipergamia. Algunos ejemplos son los siguientes:

  • Luxypretende ser un sitio de lujo para solteros de la élite.
  • Seeking: promueve la búsqueda de personas exitosas para complementar los valores propios.
  • My sugar daddyfacilita la reunión entre jóvenes y hombres sofisticados que disfrutan de un estilo de vida lujoso.
  • Bumble: las mujeres tienen la posibilidad de decidir quién les interesa y atraer a un hombre sin ir detrás de él en persona.

Otras dinámicas actuales

A pesar de que los hombres suelen tener un estatus socioeconómico más elevado, algunas mujeres tienen dificultades para hallar parejas de un nivel educativo similar o superior. Esta realidad resulta en matrimonios en los que ellas eligen a alguien con menos educación, lo que da lugar a la homogamia (igualdad de condiciones) o la hipogamia (por debajo del estatus).

De la misma manera, existen casos en los que no se evidencia esta búsqueda de un compañero con una situación superior a la propia. Suele ocurrir en jóvenes que todavía no piensan en casarse, que son seguras de sí mismas o que solo buscan un amorío pasajero.

Un concepto controversial

La hipergamia femenina ofrece una mirada valiosa para entender la dinámica de las relaciones. No solo se trata de la búsqueda de «lo mejor», sino que es una forma de encontrar relaciones más satisfactorias, en las que ambos miembros se apoyen.

Su prevalencia disminuyó en algunos contextos y hay ámbitos en los que podría hablarse ya de hipogamia. Es un cambio que puede ser favorable para las mujeres y que podría contribuir a una mayor igualdad de género.

No obstante, la hipergamia continúa en formas modernas. La tecnología parece ser una aliada en la tarea de hacer más simple el hecho de encontrar una pareja que posea las características buscadas.

Al final, cada relación es única. Lo más importante debiese ser que ambas partes se sientan apoyadas y valoradas dentro del vínculo.


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