Hipermagnesemia o niveles altos de magnesio
Revisado y aprobado por el médico Leonardo Biolatto
La hipermagnesemia se define como una concentración excesivamente alta de magnesio en la sangre. El valor normal de este elemento en una persona adulta es de 1,5 a 2,5 mEq/L. Cuando supera ese rango en las pruebas de laboratorio, se habla de hipermagnesemia.
La presencia de hipermagnesemia supone la existencia de un desequilibrio hidroelectrolítico en el cuerpo. El magnesio es uno de los electrolitos del organismo. Esto quiere decir que transporta una carga eléctrica cuando se halla disuelto en los líquidos corporales. Sin embargo, la mayoría del magnesio que hay en el cuerpo no tiene carga eléctrica.
En todo caso, la hipermagnesemia es una condición poco común, que en la mayoría de los casos se halla asociada a problemas en el riñón. Lo más habitual es que solo tenga lugar en quienes padecen de insuficiencia renal.
El magnesio en el cuerpo
El magnesio es un elemento fundamental para todos los seres vivos. Constituye un nutriente mineral, que resulta esencial para la vida. Está presente en las células y juega un papel definitivo en su equilibrio y su buen funcionamiento.
Hay más de 300 enzimas que requieren del magnesio para realizar algunas de sus funciones más importantes. En principio, son las propias células las que regulan el flujo de magnesio. Desde allí, este elemento activa y modera diferentes reacciones bioquímicas del cuerpo.
Mantener normales los niveles de magnesio es fundamental para la salud. La deficiencia o el exceso de este elemento puede dar origen a problemas del corazón o del sistema nervioso. Por eso, la hipermagnesemia es una condición delicada, que puede llegar a tener consecuencias muy graves.
Causas de la hipermagnesemia
Los riñones son los órganos encargados de excretar magnesio. Por eso, cualquier condición anómala o cualquier daño en esos órganos puede dar origen a la hipermagnesemia. Las principales causas de ello son las siguientes:
- Insuficiencia renal: es la causa más frecuente de la hipermagnesemia. El fallo del riñón impide que el magnesio se excrete de forma normal.
- Ingestión excesiva de magnesio: la dieta o el uso desmedido de algunas sustancias, como laxantes, antiácidos o algunos suplementos dietarios, puede provocar este problema.
- Quimioterapia: algunas quimioterapias llevan a desarrollar el síndrome de lisis tumoral. Este, a su vez, hace que se incrementen los niveles de magnesio.
- Quemaduras extensas.
- Otras enfermedades crónicas: por ejemplo, el hipotiroidismo y la enfermedad de Addison.
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Síntomas y diagnóstico
El diagnóstico de la hipermagnesemia se realiza mediante análisis de sangre. Por lo general, cuando los niveles de magnesio están solo ligeramente elevados, no se presenta ningún síntoma reconocible. Si el índice de magnesio sigue aumentando, es muy probable que aparezcan los siguientes síntomas:
- Somnolencia.
- Dolor de cabeza.
- Vómitos y náuseas.
- Respiración lenta.
- Parálisis muscular.
- Debilidad muscular.
- Ritmo cardiaco irregular o lento.
- Calor y enrojecimiento en el rostro.
- Mareos, desmayos o reflejos lentos.
Cuando una persona tiene hipermagnesemia y se queda dormida, sin que sea posible despertarla, o presenta mucha dificultad para mover los brazos y las piernas, debe acudirse inmediatamente al hospital. Así mismo, si la respiración y el ritmo cardiaco son lentos y hay somnolencia y debilidad muscular, es conveniente consultar al médico cuanto antes.
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Tratamiento de la hipermagnesemia
Con el fin de evitar un daño sistémico, el paciente con fallo renal debe ser sometido a diálisis.El tratamiento para el nivel elevado de magnesio en la sangre depende enteramente de la causa que lo produzca. Quienes padecen insuficiencia renal, que son el grupo más afectado, deben seguir un estricto control médico respecto a los medicamentos que consumen y a su estado de salud en general. Es frecuente que, en estos casos, se acuda a la diálisis.
La diálisis renal es un tratamiento que le ayuda a los riñones a eliminar algunas sustancias químicas, así como desechos de la sangre, cuando los riñones no pueden cumplir con esta función por sí solos. Algunas veces no es necesaria la diálisis, sino que basta con un tratamiento farmacológico para corregir la situación.
Por lo general, se receta gluconato de calcio o diuréticos. La medicación debe aplicarse de manera rigurosa. En general, se deben evitar los laxantes o antiácidos que contengan magnesio. En caso de que una persona tienda a constiparse, lo mejor es que regule esta situación mediante una dieta balanceada, rica en fibra.
Siempre es conveniente consultar al médico por los fármacos que se deben emplear, aunque estos sean de venta libre. También es necesario tomar suplementos que contengan magnesio solo tras consultar al doctor. Los mismos deben mantenerse fuera del alcance de los niños.
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