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Importancia del entusiasmo en la vida

5 minutos
Cuidar el entusiasmo también requiere de que podamos valorar el momento presente. A partir de aquí, nos proyectamos a un futuro con objetivos.
Importancia del entusiasmo en la vida
Maria Fatima Seppi Vinuales

Escrito y verificado por la psicóloga Maria Fatima Seppi Vinuales

Última actualización: 25 mayo, 2023

Ana está cansada y se queja por dentro. Se pregunta “¿por qué hago esto, cuándo se acabará? ¿Por qué me anoté en este deporte?”. En una habitación a 5 cuadras suena un despertador y Gloria, aunque también está cansada, se siente bien. Llegó un nuevo día de entrenamiento, una oportunidad para aumentar en 1 minuto extra su resistencia. ¿En qué se diferencian? Pues en una pieza clave como lo es el entusiasmo.

¿En qué consiste el entusiasmo?

El entusiasmo se refiere a un estado de ánimo positivo que es más que sentirse bien; está orientado al hacer. El entusiasmo nos permite sentirnos más enérgicos, tener esas ganas de probar y hacer cosas nuevas, de mejorar y progresar, de lograr objetivos y luego ir por otros. Es decir, nos permite continuar en movimiento.

Daniel Goleman, conocido por su teoría de la inteligencia emocional, menciona que el entusiasmo es un componente clave de ella, entendida como la capacidad para identificar y expresar nuestras emociones de manera adecuada en la relación con nosotros mismos y con el mundo.

¿Por qué es importante el entusiasmo?

Los beneficios de mantener el entusiasmo son varios y diversos. Van mucho más allá de hacer que el tiempo pase más rápido o de pasarla bien mientras realizamos determinada actividad.

Veamos algunos provechos de vivir con entusiasmo:

  • Resulta fundamental para mantener la motivación
  • Es un buen aliado para fomentar la constancia y la disciplina.
  • Nos permite fijar objetivos y esforzarnos por ellos. Alienta la sana competencia de superarnos de manera constante.
  • El entusiasmo es una cualidad clave para quienes ejercen puestos de liderazgo o deben coordinar equipos de trabajo. Es contagioso y facilita que las personas se interesen por los mismos objetivos.
  • Nos permite dar un sentido a lo que hacemos.

La falta de entusiasmo limita las posibilidades de aprendizaje y de creatividad, puesto que nada nos interesa y todo nos da lo mismo. Así, quedamos envueltos en un bucle de monotonía y apatía que, con el tiempo, impacta en nuestro estado de ánimo.

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Para alcanzar los objetivos necesitamos entusiasmo, de manera que planifiquemos con un estado de ánimo que nos impulse.

¿Cómo mantener este estado?

El entusiasmo no quiere decir que no nos desanimaremos en el camino o que no tendremos dudas frente a las dificultades. No nos evita los desengaños ni los contratiempos.

Pero sí implica que superarlos sea mucho más sencillo, en relación con otras situaciones en las que hacemos las cosas por inercia o por rutina. De allí se entiende por qué el entusiasmo también se desprende de la inteligencia emocional: no significa que todo el tiempo todo estará bien; significa hacer frente a los obstáculos y a los desafíos con nuestros propios recursos.

De este modo, algunos consejos para mantener el entusiasmo son los siguientes:

  • Prestar atención a las propias emociones. Intenta identificar qué es lo que sientes al realizar determinadas actividades. Así podrás saber si estás feliz, con ganas de seguir, si te aburre o si te desagrada. Para poder experimentar entusiasmo es necesario que podamos conectar con aquellas emociones, sentimientos y pensamientos que son más agradables y nos proporcionan bienestar.
  • En relación con el punto anterior, también es necesario preguntarse por qué estamos desmotivados o desganados. Darse la posibilidad de escuchar diferentes respuestas y poder tomar alguna decisión al respecto es clave. ¿Por qué fue que empezaste? ¿Ya no está aquello que te causó entusiasmo?
  • Deja de lado los pensamientos negativos. Muchas veces nos quedamos atrapados en nuestras excusas y temores. Es importante ejercitar los pensamientos positivos, tratar de buscar alternativas y soluciones cuando aparecen las dificultades. Así seremos capaces de conservar el entusiasmo y no quedarnos en el lamento de no poder avanzar.
  • Es importante establecer metas realistas, que se puedan ir escalando con el tiempo, que estén en equilibrio para motivarnos a crecer, pero que no sean tan elevadas que nos frustren.
  • El entusiasmo también va de la mano del descanso y el autocuidado. Nadie puede estar optimista si está mal dormido, si no lleva una buena alimentación o no tiene hábitos saludables.
  • También es necesario  aprender a lidiar con la frustración. Ser conscientes de que no siempre somos capaces de lograr los resultados que deseamos, pero que es mucho más importante disfrutar del proceso.
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Si algo nos entusiasma, poner las energías en eso no será difícil.

El entusiasmo no nace por sí mismo; se hace

Muchas personas creen que tanto la motivación como el entusiasmo llegarán por sí mismos, que es algo que aparece y ya. Sin embargo, se trata de una idea errónea.

Ambos estados te encuentran mientras estás en movimiento, con un espíritu curioso activado, con hambre por conocer y darse más. Seguramente, en esa búsqueda habrá cosas que te interesen más que otras, pero en alguna de ellas podrás sentir la diferencia.

De modo que hay que poner manos a la obra. Si hay una receta que funciona muy bien con el entusiasmo es el hecho de probar e intentar cosas nuevas.

Por último, cuidar el entusiasmo también requiere de que podamos valorar el momento presente, conectarnos con él sin estar tan pendientes del futuro. Muchas veces nos cargamos de grandes exigencias y responsabilidades, de objetivos a tan largo plazo, que nos perdemos de lo que nos ofrece el entusiasmo del aquí y el ahora.


Todas las fuentes citadas fueron revisadas a profundidad por nuestro equipo, para asegurar su calidad, confiabilidad, vigencia y validez. La bibliografía de este artículo fue considerada confiable y de precisión académica o científica.


  • Flores Jiménez, C., Fernández Arata, M., Juárez García, A., Merino Soto, C., & Guimet Castro, M. (2015). Entusiasmo por el trabajo (engagement): un estudio de validez en profesionales de la docencia en Lima, Perú. Liberabit21(2), 195-206.
  • Goleman, Daniel. El cerebro y la inteligencia emocional: nuevos descubrimientos. B de Books, 2015.
  • Orellana, B. J. S., & Portalanza, C. A. (2014). Influencia del liderazgo sobre el clima organizacional. Suma de negocios5(11), 117-125.
  • Llanga Vargas, E. F., Murillo Pardo, J. J., Panchi Moreno, K. P., Paucar Paucar, M. M., & Quintanilla Orna, D. T. (2019). La motivación como factor en el aprendizaje. Atlante Cuadernos de Educación y Desarrollo, (junio).

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