Incontinencia por sobreflujo: ¿qué es y cómo se puede tratar?
Revisado y aprobado por la enfermera Leidy Mora Molina
La incontinencia urinaria es un problema muy común que afecta en gran medida a los adultos mayores. La misma puede definirse como la liberación involuntaria e incontrolable de orina. Uno de los tipos más frecuentes es la incontinencia por sobreflujo. ¿Qué es y cómo se puede tratar?
En términos generales, la liberación de la orina está controlada por un músculo llamado esfínter vesical. El mismo puede perder su funcionalidad debido a múltiples causas, lo que da lugar a la incontinencia. Estudios han determinado que este síntoma se da hasta en el 50 % de la población mayor de 65 años.
La incontinencia por sobreflujo aparece cuando no ocurre un vaciamiento completo de la vejiga. En consecuencia, dicho órgano maneja un volumen mayor de líquido cuando se llena de nuevo y, por tanto, se producen escapes pequeños de orina.
¿Qué causa la incontinencia por sobreflujo?
Una de las principales causas de este tipo de incontinencia es la retención urinaria crónica, que puede tener su origen en una obstrucción en la salida de la orina. Al tratarse de un problema crónico, sus síntomas se dan por un tiempo prolongado, lo que termina afectando la funcionalidad del esfínter.
Los hombres son más propensos a sufrirlo debido a la hiperplasia prostática benigna. La próstata es un órgano que envuelve la uretra masculina, por lo que puede evitar la salida de la orina cuando se encuentra aumentada de tamaño. Con ello, se genera el problema en cuestión.
Algunas afecciones neurológicas también pueden explicar la presencia de este síntoma. Enfermedades como la esclerosis múltiple tienden a afectar el músculo que rodea a la vejiga, lo que evita su vaciamiento completo.
Otras de las condiciones relacionadas son las siguientes:
- Piedras o tumoraciones vesicales.
- Cirugía pélvica.
- Cáncer de próstata.
- Alguna obstrucción en las vías urinarias inferiores.
- Prolapso vesical o uterino.
- Efecto secundario de algunos fármacos.
Otros tipos de incontinencia
La incontinencia por sobreflujo es uno de los tipos de presentación más frecuentes. No obstante, también existen otras formas en las que este problema de salud puede aparecer. La consecuencia final será muy similar en la mayoría de los casos, aunque la causa específica puede variar.
Incontinencia por esfuerzo
Este tipo de incontinencia es más frecuente en las mujeres jóvenes y suele aparecer cuando la vejiga es sometida a una presión excesiva. Por ejemplo, por actividades que incrementan la presión intraabdominal, ya sea reír, toser o estornudar.
Las mujeres que han tenido varios hijos tienen más riesgo de padecerlo. Esto se debe a que el embarazo aumenta la presión ejercida sobre la vejiga, lo que afecta a largo plazo la funcionalidad del esfínter y de los músculos pélvicos.
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Incontinencia por urgencia
La incontinencia por urgencia está caracterizada por la incapacidad de controlar el flujo de orina cuando se tienen ganas excesivas de orinar. Una de las causas más frecuentes es un daño neurológico que afectó la inervación del esfínter vesical.
Es una condición común en personas con diabetes, enfermedad de Parkinson y enfermedad de Alzheimer. No debe confundirse con la incontinencia en los niños, que aparece producto de la falta de maduración del sistema nervioso.
Incontinencia funcional
La incontinencia funcional aparece en los adultos mayores, aunque tengan un control normal de la vejiga. Ocurre porque estas personas son incapaces de llegar al baño a tiempo, ya que no se mueven con rapidez.
Las características de este tipo de incontinencia está relacionada con aquellos pacientes que tienen enfermedades articulares como la artritis reumatoide o la osteoartrosis.
¿Cómo se diagnostica?
El diagnóstico de la incontinencia por sobreflujo y los otros tipos de presentación se basa tanto en el interrogatorio por parte del médico como en el examen físico. Durante el interrogatorio, el especialista indagará acerca de los hábitos urinarios, es decir, todo lo relacionado al acto de orinar y a la incontinencia en sí.
Entre las preguntas más frecuentes se destaca lo siguiente:
- La cantidad de orina producida.
- La cantidad de veces que se va al baño.
- Cuántas veces al día ocurre la incontinencia.
- La cantidad de orina expulsada.
En algunos casos, el médico puede indicar la realización de un diario, donde se anotarán las características mencionadas durante un período de tiempo.
El examen físico realizado tratará de comprobar la existencia de la incontinencia. También buscará determinar su forma de presentación. En este sentido, el doctor buscará señales de algún daño neurológico y someterá la vejiga a ciertas presiones con la finalidad de provocar la incontinencia.
¿Cuándo visitar a un médico?
La incontinencia urinaria es un motivo de vergüenza para quienes la padecen. Debido a esto, muchos optan por no acudir al médico. Sin embargo, especialistas como los ginecólogos y los urólogos están capacitados para tratar esta sintomatología. Lo más recomendable es acudir al inicio del problema y así obtener un tratamiento oportuno.
Por otro lado, no hay que ignorar que los escapes de orina pueden ser producto de otros trastornos más severos. Así pues, es primordial acudir al médico si también ocurren los siguientes síntomas:
- Incontinencia fecal.
- Debilidad o entumecimiento.
- Dificultad para hablar, caminar o moverse.
- Pérdida de la visión.
- Pérdida del conocimiento.
Tratamientos disponibles para la incontinencia
Una de las mejores opciones para tratar la incontinencia es mejorar la patología de base. En este sentido, se debe tratar la hiperplasia prostática, la patología neurológica o eliminar lo que esté obstruyendo las vías urinarias. El problema presentado debería mejorar con tan solo realizar estas medidas.
Por otro lado, estudios exponen que el uso de fármacos que controlan los músculos vesiculouretrales ayudan a mejorar la sintomatología. También es posible realizar ejercicios de Kegel con la finalidad de fortalecer la musculatura pélvica y aumentar el control vesical.
El tratamiento quirúrgico siempre es una opción en los casos de incontinencia por sobreflujo. Los hombres pueden ser candidatos a realizarse una resección prostática transuretral, la cual buscará eliminar una porción de la glándula para así disminuir su tamaño.
Además, se pueden realizar cirugías con la finalidad de eliminar obstrucciones de otra índole, como tumores o cálculos renales. Los cambios hacia un estilo de vida más activo y saludable ayudan a mejorar las patologías de base y, por ende, el control vesical.
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Consejos y cuidados en casa
- Las personas con incontinencia por sobreflujo pueden ejecutar ciertas técnicas desde la comodidad de su hogar para mejorar su condición. Una buena idea es buscar una posición cómoda donde se obtenga la sensación de vaciamiento completo.
- Por otro lado, es posible realizar un entrenamiento vesical con la finalidad de mejorar el control. Para ello, es necesario esperar un tiempo prudencial para ir al baño cuando se tengan ganas de orinar. Lo ideal es iniciar con un período corto, el cual se irá aumentando de forma paulatina hasta un máximo de 10 minutos.
- Orinar de forma más frecuente ayudará a evitar que la vejiga se llene y se produzca la fuga de orina. ELn este sentido, se debe procurar orinar al menos cada 2 o 4 horas. Si el problema es muy severo, el médico podría indicar la colocación de un catéter en el hogar con la finalidad de vaciar la vejiga de forma constante.
Un problema que se puede mejorar
La incontinencia urinaria es uno de los problemas más vergonzosos que padecen algunos adultos mayores. Sin embargo, se puede reducir la repercusión del mismo con una atención médica adecuada. Las personas pueden recibir tratamiento médico y realizar una variedad de ejercicios para mejorar el control vesical.
Visitar al especialista de forma temprana es uno de los mejores consejos que se pueden seguir. Esta forma de presentación está causada por una patología de base que requiere un tratamiento médico adecuado.
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