Lecciones de "El principito" que te ayudarán a ser mejor persona

Este cuento infantil ofrece consejos valiosos para vivir mejor. ¡Descúbrelos!

Revisado y aprobado por la psicóloga Elena Sanz.

Escrito por Equipo Editorial

Última actualización: 25 mayo, 2023

A lo largo de la historia se han creado una gran cantidad de textos que, aparte de entretener con su trama, dejan una gran cantidad de lecciones. Permiten que las personas reflexionen sobre los valores más esenciales de la vida.

Tal es el caso de El principito, la novela escrita por Antoine de Saint-Exupéry durante la Segunda Guerra Mundial y que ha sido traducida a unos 250 idiomas. En este artículo te contamos sus enseñanzas más valiosas. ¿Quieres conocerlas?

¿De qué trata “El principito”?

Esta historia trata de un piloto que se encuentra en el desierto del Sahara, intentando arreglar su avión. Sin embargo, mientras hace todos los esfuerzos pertinentes, se encuentra a un niño, al cual decide llamar “el principito”.

Este le cuenta que es proveniente de un asteroide y que comenzó a explorar el universo con la intención de encontrar un amigo. Cuidaba una flor, pero la misma tenía un comportamiento muy caprichoso.

Pudo llegar a la tierra y en el camino conoció a una gran cantidad de seres que tenían la similitud de prestarles la atención a aspectos banales. Entre estos, un rey, un borracho, un hombre de negocios, un farolero, un vanidoso y un geógrafo.

No obstante, también a un zorro, el cual le hizo caer en cuenta del verdadero significado de la amistad. En consecuencia, después de ese aprendizaje, el principito le ayuda al piloto a ver el mundo desde una perspectiva más consciente.

Tras esa importante tarea, se anima a regresar a su asteroide, con el anhelo de volver a ver a su flor y no dejar ese vínculo. Pero a pesar de la partida, el piloto se queda recordándolo siempre. Se siente afortunado de haber recibido las lecciones que mencionamos a continuación.

1. Lo que en verdad es importante se ve a través del corazón

Luego de su experiencia en la tierra, el principito se percató de que existen una gran cantidad de estereotipos peligrosos. Por tal razón, manifestó que más allá de fijarse en el aspecto físico, hay que darse la oportunidad de amar para conectar con los demás y conocerlos en profundidad.

2. En lugar de criticar, hay que conocerse a sí mismo

Juzgar a los demás solo ocasiona que se generen conflictos, desigualdad y no se ayude a las otras personas a mejorar. Debido a esto, lo que corresponde hacer es caer en cuenta de los propios errores. Solo así es que cada quien se puede preocupar por ser una mejor persona y promover un mundo mucho más tolerante.

3. No darle espacio a la avaricia

Fijarse solo en obtener cada vez más riquezas económicas es todo un error. Las personas se niegan la posibilidad de apreciar otras cosas que también valen la pena, en especial aquellas simples.

A raíz de esa situación, jamás pueden sentirse del todo felices. Además, tampoco aprecian cada uno de los logros conseguidos.

4. Todos son responsables de lo que hacen

Cada persona tiene que saber que sus acciones, por más simples que sean, impactan de una manera considerable en ellos mismos y en los demás. Por consiguiente, siempre hay que actuar con responsabilidad y hacerse cargo de las consecuencias.

5. El tiempo se aprovecha si se construyen relaciones especiales

Tener un amigo incondicional es el tesoro más preciado. Pues aparte de alegrarse por los logros, también están presentes en los momentos malos y ayudan a encontrar las motivaciones suficientes para seguir adelante.

A causa de ello, hay que darse la oportunidad de conocer a las personas en profundidad. De lo contrario, el tiempo se pierde.

6. No exigir en demasía

Las personas deben tener claro que las expectativas excesivas son dañinas. Impiden que las personas valoren lo que los otros les ofrecen.

De ese modo, deben recibir todo lo que les den con mucho amor y aprovecharlo al máximo. La única verdad es que una buena intención jamás se puede convertir en una carga.