Guía de limpieza del aire acondicionado en casa
¿Te has preguntado cómo hacer la limpieza de tu aire acondicionado en casa? Pues bien, aunque muchos lo ignoran, este artefacto también requiere de ciertos cuidados para su óptimo funcionamiento. Si se descuida, no solo empieza a fallar, sino que aumenta su gasto de energía y se reduce su vida útil.
Por fortuna, no siempre es necesario llamar a un profesional para que realice este trabajo. Si no se presenta ningún daño puntual, basta con seguir algunos pasos para hacerle una limpieza integral que evite la propagación de la suciedad acumulada.
Problemas en el aire acondicionado que requieren ayuda profesional
Con el paso del tiempo, los aparatos de climatización pueden presentar una serie de problemas comunes, pero que requieren atención profesional.
Si notas que tu aire acondicionado tiene alguno de estos inconvenientes en su funcionamiento, lo recomendable es buscar ayuda de un técnico especializado para que los solucione con facilidad.
- Problemas de encendido que impiden su inicio correcto.
- Malas conexiones que generan fallas eléctricas.
- Problemas de enfriamiento.
- Fugas de gas.
- Se enciende y se apaga con frecuencia.
- El compresor no prende ni emite ningún sonido.
- El compresor no calienta, lo que ocasiona que el equipo deje de enfriar.
- Poca presión de condensación. Ocurre cuando el sistema de control de presión está defectuoso.
- Ruidos anormales por el flujo de agua cuando está en funcionamiento.
- Goteo inusual de agua desde el panel frontal.
- Humedad en el sistema.
- El sensor de temperatura o el termostato está en malas condiciones.
- Acumulación de aceite en el generador.
Guía de limpieza de aire acondicionado en casa
Si tu equipo no presenta un problema que requiera de atención profesional, sigue esta simple guía para aprender a limpiarlo correctamente desde casa. Solo ten precaución a la hora de realizar el aseo y sigue con cuidado cada uno de los pasos para no cometer errores que puedan dañarlo.
1. No enciendas el aire acondicionado si lleva meses sin usarse
Para empezar, debes asegurar su limpieza. Si ignoras este paso, la suciedad acumulada se puede esparcir por toda la habitación, lo que genera malos olores y posibles alergias. Es importante mantener el aparato desconectado mientras se concreta su desinfección. Con ello, se evitan posibles cortes eléctricos.
2. Limpia con cuidado los filtros
La finalidad del filtro es atrapar toda la suciedad, las bacterias o los ácaros que pueden estar en el aire. Así, evita que se esparzan por todos lados. Para llevar a cabo su limpieza, abre la tapa del slipt inferior para sacar el portafiltros.
Puedes lavar el filtro con un jabón antibacteriano, siempre con agua fría, ya que la caliente puede dañarlo. Ponlo a secar en un lugar templado y con luz indirecta para evitar estropearlo.
Puedes limpiar los tubos que se encuentran detrás del filtro para eliminar las bacterias. Déjalo secar un par de horas y vuelve a poner el portafiltros y el filtro en su respectivo lugar. Si notas que este último está en muy mal estado, reemplázalo por uno nuevo.
3. Asea el split interior
Puedes hacerlo con un poco de agua jabonosa y siempre con suma delicadeza. La mayoría de polvo, suciedad y bacterias se acumulan en las rejillas. Por lo tanto, asegúrate de dejarlas muy limpias para evitar que terminen por toda la habitación. Cuando hayas terminado, frótales un paño limpio para dejarlas secas.
4. Verifica la unidad exterior
Lo ideal es que este paso lo realice un profesional técnico. No obstante, si tienes suficiente cuidado, puedes hacerlo tú mismo.
Primero, comprueba que el tubo de desagüe y todas las entradas de aire se encuentren limpias y sin obstrucciones. Además, verifica el estado de la batería de intercambio y, de ser necesario, límpiala con un cepillo suave o con aire a presión.
5. Comprueba los niveles de gas refrigerante
Es necesario observar los niveles de gas refrigerante y comprobar que no tiene fugas. Este gas es el que permite que el aire se enfríe de forma correcta; por ende, si se acaba varias veces en poco tiempo, es posible que tenga alguna fuga que genera pérdidas. Si sabes un poco del tema puedes buscarla y repararla tú mismo; de lo contrario, busca ayuda.
6. Utiliza el aire acondicionado de forma consciente y responsable
El aire acondicionado es un dispositivo bastante útil cuando se utiliza de forma responsable. En este sentido, evita prenderlo y apagarlo continuamente. Además, para evitar un mayor consumo de energía, procura no cambiar la temperatura muy seguido. Unos 25º C son suficientes para mantener los espacios frescos y agradables.
Si vas a dejar de utilizarlo por varias semanas o meses, acuérdate de cubrirlo con un protector para evitar que siga acumulando polvo y suciedad. Por último, si deseas reducir su gasto energético, apágalo todas las noches.
Beneficios de la limpieza del aire acondicionado
Mantener el correcto funcionamiento del aire acondicionado a través de una buena limpieza es necesario para aprovechar todos sus beneficios. Si con los días acumula suciedad y bacterias en su interior, su funcionamiento resulta afectado.
¿Por qué es importante mantenerlo en óptimas condiciones? A continuación, algunas ventajas.
- El aire expulsado está libre de impurezas. Además de ser refrescante, el aire no tiene suciedad ni bacterias que pueden causar problemas respiratorios.
- Se evitan malos olores. Cuando no se utiliza este aparato, se empiezan a acumular impurezas que generan malos olores. Procurar su limpieza lo impedirá.
- Se ahorra más energía eléctrica. Si el aire acondicionado está limpio, necesitará menos energía para enfriarlo, lo que se traduce en un beneficio económico.
- Aumenta su vida útil. Al mantener el electrodoméstico en buenas condiciones, reducirás los posibles fallos técnicos y durará por más tiempo.
¿Cada cuánto debo realizar una limpieza del aire acondicionado?
Al igual que cualquier electrodoméstico del hogar, el aire acondicionado necesita de un correcto mantenimiento cada cierto tiempo para evitar contratiempos. No importa si es split, minisplit, central o portátil; lo recomendable es realizar limpiezas cada seis meses o cada año para que no acumule polvo y suciedad.
Con el uso continuo —más de 8 horas diarias— se va perdiendo el rendimiento del aparato de climatización. Esto se debe a que los filtros y las turbinas empiezan a ensuciarse con impurezas del ambiente. Además, la presión del gas refrigerante puede disminuir, lo que ocasiona que el aire no se enfríe lo suficiente cuando está en funcionamiento.
Si bien no siempre es necesario acudir a un profesional, es mejor buscar ayuda si es la primera vez que se realizará la limpieza. De este modo, se evitan posibles errores que estropeen el aparato o que pongan en riesgo la salud.
¿Qué hay que recordar?
Contar con un aparato como el aire acondicionado es de mucho beneficio para temporadas como el verano. Sin embargo, hay que saber cuidarlo para garantizar su óptimo funcionamiento. En este sentido, conviene asegurarle una limpieza regular profunda.
De todos modos, si hay sospecha de problemas técnicos, lo mejor es contactar a un profesional. Las fallas en el sistema deben abordarse con cuidado para evitar daños mayores. ¡No lo olvides!
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- Maintaining Your Air Conditioner. (n.d.). U.S. Department of Energy. Available in https://www.energy.gov/energysaver/maintaining-your-air-conditioner
- Sulaiman, N. A., Abdullah, M. P., Abdullah, H., Zainudin, M. N. S., & Yusop, A. M. (2020). Fault detection for air conditioning system using machine learning. IAES International Journal of Artificial Intelligence, 9(1), 109–116. https://doi.org/10.11591/ijai.v9.i1.pp109-116
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