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Todo sobre la luxación de cadera

4 minutos
Es imprescindible obtener ayuda especializada cuanto antes en estos casos con objeto de evitar perjuicios mayores.
Todo sobre la luxación de cadera
Maricela Jiménez López

Escrito y verificado por la médico Maricela Jiménez López

Última actualización: 06 julio, 2023

Una luxación o dislocación de cadera es una patología. Esta consiste en una pérdida de la relación articular normal que hay entre la superficie articular del fémur y la pelvis. Hay distintos tipos de luxaciones de cadera. Estos dependen de dónde quede la superficie articular del fémur con respecto a la tibia.

De esta forma, distinguimos entre dos tipos de luxación de cadera:

  • Luxación de cadera anterior: el fémur queda por encima de acetábulo, es decir, la porción articular cóncava de la superficie de la pelvis.
  • Luxación de cadera posterior: el fémur queda detrás del acetábulo.

Causas

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La luxación de cadera suele deberse a un traumatismo intenso que ocurre como resultado, por ejemplo, de accidentes de tráfico. Otra causa frecuente son labores de alto impacto en los que la cadera sufre un golpe fuerte y brusco.

Por ejemplo, cuando un copiloto se ve involucrado en un accidente automovilístico al golpearse la rodilla contra el tablero. En este caso, la clínica mostraría una pierna con rotación interna, abducción y pierna flectada.

Síntomas

Los síntomas producidos por la luxación de cadera son los siguientes:

  • Dolor alrededor de la cadera.
  • Hinchazón e inflamación de la zona.
  • Impotencia funcional: imposibilidad de rotar la pierna al realizar una rotación externa o interna, en función de si la luxación es anterior o posterior.
  • Acortamiento de la extremidad y deformidad en caso de no recibir la atención médica necesaria.
  • Se puede notar falta de sensibilidad en algunas zonas del pie o de la pierna, debido al daño en los nervios.
  • En ocasiones, se puede acumular sangre en la cavidad de la articulación.

Diagnóstico

El diagnostico de una luxación de cadera no suele requerir pruebas especiales. Esto se debe a dos factores:

  • El paciente presenta un dolor intenso alrededor de la cadera.
  • La pierna queda inmovilizada y con rotación externa o interna si esta es anterior o posterior respectivamente.

Sin embargo, es aconsejable realizar una prueba de imagen de la zona. De esta manera, se descarta la existencia de una fractura del hueso asociada a la luxación antes de tratar de manipularla:

  • Una exploración radiológica de los dos planos es suficiente para conocer el tipo de luxación y realizar el tratamiento adecuado. Si no es suficiente con la radiografía, sería necesario realizar un escáner (TAC) para poder comprobar si hay desplazamiento de los ligamentos o fractura.
  • Una tomografía axial computarizada (TAC) es una técnica de imagen que utiliza la radiación X para obtener cortes o secciones anatómicos, en este caso de la cadera y así dar un diagnóstico. En el diagnóstico de la luxación de cadera se utilizan el TAC simple y el TAC tridimensional.
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Tratamiento de la luxación de cadera

Para evitar lesiones posteriores de mayor gravedad, el tratamiento para una luxación de cadera debe comenzarse lo antes posible. Este tratamiento consiste en reducir la articulación, es decir, recolocarla en su posición natural.

En general, la colocación de la cadera se realiza se lleva a cabo con anestesia local, para así mantener con analgésicos y anestésicos previamente los músculos relajados. Solo se recurrirá a la anestesia general como último recurso, cuando a pesar de la medicación no se puede reducir la articulación sin riesgo de causar más daño.

Una vez reducida la articulación, se debe realizar una radiografía de control para descartar fracturas asociadas a la luxación. A continuación, se inmoviliza la pierna para que quede unida al vendaje. Lo habitual es que durante el tiempo que la pierna este inmovilizada no se deje al paciente apoyar el pie en el suelo o siguiera levantarse de la cama.

Una vez pasado el tiempo de reposo, los ejercicios de rehabilitación son esenciales. Esto se debe a que con ellos se recupera la fuerza de los músculos debilitados por la inmovilización. Aunque es normal es que se pierda agilidad y fuerza después de la luxación, también es habitual una recuperación completa tras ella.

Dirigidos por un fisioterapeuta, ejercicios de estiramientos y tonificación muscular como el fitball y el bosu son beneficiosos, favoreciendo la recuperación de la fuerza muscular.

Primeros auxilios

Si no se dispone de atención médica inmediata, se podrán poner en práctica los primeros auxilios adecuados para tratar luxaciones:

  • Es necesario inmovilizar la articulación afectada, es decir, la cadera.
  • Para producir un efecto analgésico, aplicar una compresa de hielo sobre la cadera.
  • No mover la zona, será necesario un reposo absoluto para no agravar la situación.
  • Bajo ningún concepto tratar de recolocar la cadera, ni administrar ningún medicamento a la persona afectada.

Una vez seguidos estos pasos, será necesario trasladar a la persona afectada a un centro médico.  Allí, el personal médico podrá llevar a cabo las pruebas necesarias.

Prevención

Existen algunos consejos que debemos tener en cuenta para evitar la luxación de la cadera. Es importante, entre otras cosas, realizar ejercicio físico de forma frecuente para fortalecer los músculos, llevar a cabo un correcto calentamiento previo y usar calzado cómodo.

Si tienes dudas sobre la frecuencia, la intensidad o el tipo de ejercicios que te convendría realizar, recuerda que siempre puedes consultar con el traumatólogo y el fisioterapeuta.


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