Maranta de la oración o sapito: guía de cuidado y cómo reproducirla en casa
La maranta de la oración es una especie inteligente: por las noches pliega sus hojas para descansar; por el día, las abre y dobla un poco con el objetivo de no perder humedad. De igual modo, dicha acción es entendida como un proceso adaptativo, debido a que en horas nocturnas las hojas no necesitan estar abiertas para cumplir con la fotosíntesis.
También conocida como sapito, por la semejanza de su follaje con la pinta del animal, esta no es exigente en cuanto a cuidados. Basta con asegurarle el riego, nutrirla y conservarla libre de maleza, para que los ejemplares prosperen sin inconvenientes.
La facilidad al cuidarlas es una de las principales razones por las que la maranta está presente en los jardines o en macetas dentro de la casa. El porte herbáceo del vegetal combina con casi cualquier decoración, ofreciendo un aire a trópico hasta en las salas más modernas. Si ya tienes una o consideras incluirla en los ambientes de tu hogar, presta atención a las recomendaciones que brindaremos.
Maranta de la oración: bonita y fácil de cuidar
La Maranta leuconeura es parte de la familia Marantaceae que, como señala un capítulo del libro Biotecnología en agricultura y servicultura, se caracteriza por las cualidades ornamentales y un follaje perenne provisto de rizomas. Al grupo pertenecen 27 géneros y, al menos, 300 especies provenientes en su mayoría del trópico sudamericano.
La longitud de la planta sapito alcanza los 50 centímetros, ataviados con un follaje frondoso y distinguido por lo oval de las hojas. Estas últimas exhiben un ligero «estampado» que varía de acuerdo con la clase, pero que en todo caso resalta sobre el verde profundo, la gama roja e incluso crema que admiten estos arbustos.
Al tacto, la maranta se siente aterciopelada. Prefiere la calidez del ambiente y le agrada la sombra. Su apodo «planta de la oración» se debe al modo en que por las noches junta las hojas, similar a cuando las palmas de las manos se tocan para rezar.
«Paleta» y «maranta tricolor» son otras nomenclaturas con las que se identifica a la planta.
Tipos de planta sapito
Aunque abundan los tipos de marantas, es el tricolor el más popular. Sus tonos le otorgan prestancia a cualquier rincón; tiene hojas en un verde penetrante con líneas violáceas de las que destacan pintas verdosas de menor intensidad.
Algunos le conocen como «planta espina de pescado», pues el diseño de las hojas es parecido al esqueleto de los peces. Otras clases de Maranta leuconeura son las siguientes:
- Massangeana: de manchas color plata y venas blancas.
- Kerchoveana: de hojas en crema, estampado verde y nada de venas rojas.
- var. Erythroneura: de marcas amarillas en la nervadura central y con venas rojas.
- var. Kerchoveana: de tonos verdes brillantes y pintas en verde oscuro. Sus hojas son comparadas con las patas de los conejos.
Atenciones que necesita una maranta de la oración para reproducirse en casa
La reproducción de la planta sapito se realiza por esquejes y por división. La primera manera es aconsejable para el verano; aprovechas un par de ramas jóvenes extraídas de la base y las introduces en una mezcla de sustrato que contenga arena de río, turba y perlita o vermiculita.
El truco está en preservar la humedad de la plantación y esperar a que enraíce en poco más de una semana.
En cuanto a la técnica por división, es apta para primavera, época en la que separas ramets durante el trasplante o cambio de sustrato. Cerciórate de que los elegidos tengan raíces, tallos y hojas completamente formadas; luego siembra en un recipiente pequeño y guárdalo en una habitación húmeda y cálida hasta que empiece a crecer.
Por otra parte, cultivar esta planta en casa amerita algunas recomendaciones. Es necesario que elijas macetas con un buen drenaje. Si bien se trata una especie dispuesta a la hidratación frecuente, es pertinente prevenir encharcamientos. Otro dato es que no son renuentes al sol, pero sí a la sobreexposición, principalmente en verano.
¿Qué más favorece el desarrollo de la Maranta leuconeura? Veamos los siguientes consejos.
Iluminación suave
A la maranta le va bien en las zonas iluminadas, pero si la sacas al sol pleno, es muy probable que las hojas acaben abrasadas o con manchas. En el caso de los ejemplares para interiores, la mejor ubicación es cerca de una ventana. La idea es que reciba la luz apropiada para que prosiga su crecimiento.
Humedad constante
La planta sapito siempre está sedienta; riega el sustrato una vez por día, asegurando el drenaje. Cuando arrecie el calor, es de gran ayuda rociar las hojas.
Lo habitual es usar agua corriente, pero algunas personas eligen agua de lluvia o agua destilada, con el propósito de proteger a la planta de los residuos y sales minerales del agua del grifo.
Poda regular
Si cultivas una maranta y percibes que las hojas adquieren un pigmento distinto al verde natural, revisa con detenimiento que la planta no tenga partes enfermas. Poda con regularidad para prevenir daños en el follaje y que las malas hierbas se aprovechen de los nutrientes que necesita la especie.
Suelo medio ácido
Los suelos con sustrato de pH levemente ácido son los que les van bien a las marantas. Usa una base de cultivo suelto y que ayude a airear la tierra. Las tiendas de jardinería ofrecen sustratos especiales para plantas de interior.
Abono orgánico
Iniciando la primavera y el otoño, lo apropiado es nutrir el sustrato cada 15 días, utilizando abono orgánico. Es importante no excederse en la regularidad con la que se provee el fertilizante, ya que el producto podría perjudicar la absorción de las raíces, derivando en su putrefacción.
Asimismo, la «sobrefertilización» tiende a transformar el color de las hojas, hasta dañarlas por completo.
Afecciones que podría sufrir la maranta de la oración
La responsabilidad de cuidar una maranta de la oración implica protegerla de enfermedades. Aparte de las manchas o rosetones que podrían formarse en las hojas, otra afectación posible es el enrollamiento a causa de la baja humedad en el ambiente; para ayudarla, puedes pulverizarle agua.
En torno a las plagas, la cochinilla y la araña roja son las que más suelen atacarle. Pero los hongos también hacen lo suyo. De hecho, un estudio sobre la Maranta leuconeura, difundido por la revista Mycobiology, reseña la detección de un hongo propio del género Bipolaris, con tendencia a proliferar en la especie.
Pero siempre que la planta reciba los cuidados adecuados, la mantendrás al margen de cualquier infección y contarás con un ornamento sano en casa. ¿Te animas a cultivar una maranta?
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