Medicamentos para el dolor lumbar

En ocasiones, un dolor lumbar puede impedirnos realizar nuestras actividades cotidianas. A continuación, conoceremos cuáles son los medicamentos recomendados para tratarlo.
Medicamentos para el dolor lumbar
Franciele Rohor de Souza

Revisado y aprobado por la farmacéutica Franciele Rohor de Souza.

Última actualización: 06 julio, 2023

Se pueden usar diversos medicamentos para el dolor lumbar. Claro está, siempre que se administren bajo supervisión médica. Las opciones varían según la causa y la intensidad del problema.

Entre las alternativas se tienen a los analgésicos, los antiinflamatorios no esteroideos (AINEs), los relajantes musculares y hasta los antidepresivos. También se pueden recomendar tratamientos físicos coadyuvantes, lo que incluye la fisioterapia y los ejercicios.

Síntomas y causas del dolor lumbar

A cualquier edad, sin importar el sexo o la actividad a la que nos dediquemos, podemos sufrir un dolor lumbar, lumbalgia o lumbago. Se llama así al que se experimenta en la parte baja de la columna vertebral.

Aunque es posible que también se irradie hacia otras partes del cuerpo. En este sentido, los síntomas que se manifiestan varían dependiendo de la causa o de qué tan intenso sea la percepción del dolor.

Puede haber dolor al final de la columna, cerca del cóccix, o en el costado y sobre los glúteos. También sucede que se acompaña de contractura muscular en la zona. Algunos pacientes tienen dificultades para permanecer sentados o para caminar.

Entre las causas de la lumbalgia, las más comunes son las siguientes:

  • Sobrepeso.
  • Osteoporosis.
  • Traumatismos.
  • Esfuerzos repetitivos.
  • Síndrome miofascial, contractura.
  • Mantener una postura corporal inadecuada.
  • Espondilolistesis, espondilitis anquilosante.
  • Artritis reumatoide, artrosis de la columna, hernia discal.

Medicamentos recomendados para el dolor lumbar

Existen diversas alternativas en cuanto a medicamentos para el dolor lumbar. Estos ayudan a reducir la inflamación o el dolor, aliviando la rigidez y reduciendo la incomodidad al estar sentados o al caminar.

1. Analgésicos y AINEs

El analgésicos de administración por vía oral más recomendado es el paracetamol. Por su parte, entre los AINEs están el diclofenac y el ibuprofeno. Los últimos ayudan cuando el dolor es de ligero a moderado, inhibiendo la producción de ciclooxigenasas y prostaglandinas.

Aunque son medicamentos de venta libre, que pueden ser adquiridos sin receta, se deben consumir bajo indicación del médico, quien debe determinar la dosis ideal.

Según los estudios, se han detectado casos de efectos adversos cardiovasculares o renales de estos analgésicos, sobre todo en adultos mayores.

Ibuprofeno para el dolor lumbar.
Al tomar un AINE para el dolor lumbar, las molestias pueden ceder. De todas maneras, hay que considerar la causa de base y los efectos adversos del fármaco.

2. Relajantes musculares

Si el dolor lumbar tiene su origen o está relacionado con contracciones o espasmos del músculo, pueden ser indicados relajantes musculares, como la ciclobenzaprina. Los mismos se usan de manera conjunta con los analgésicos, como naproxeno o diclofenac.

Ahora bien, los relajantes musculares deben consumirse con precaución y solo en adultos. No es recomendable que el tratamiento se extienda por un período mayor de 15 días.

3. Opioides

Los medicamentos opioides, como la oxicodona, son analgésicos potentes, recomendados solo cuando el dolor es intenso y no responde a otro tipo de abordajes.

De manera específica, para el dolor lumbar se suelen usar el tramadol y la codeína. Se aconseja consumirlos por un corto tiempo. Pueden asociarse con otros analgésicos, como el paracetamol.

4. Corticosteroides

Los corticosteroides son otra opción cuando la dolencia es tan intensa, que impida el estar sentados o caminar. Además, cuando hay signos de posible compresión del nervio ciático, lo que puede expresarse con sensación de ardor o dolor que irradia hacia la pierna.

Estos medicamentos para el dolor lumbar se introducen por vía intravenosa o intramuscular, casi siempre. A tales fines, el médico puede administrar una inyección de cortisona.

Es oportuno acotar que el tratamiento con corticoides no suele tener interacciones importantes con otros fármacos, aunque sí puede haber efectos adversos a mediano plazo, como aumento de la tensión arterial y retención de líquidos.

5. Benzodiacepinas

A pesar de que las benzodiacepinas están formuladas para tratar trastornos de ansiedad o ataques de pánico, también los médicos las prescriben como medicamentos para el dolor lumbar. Ayudarían a reducir los espasmos y las contracciones musculares. Entre sus posibles efectos secundarios se señalan los mareos y la somnolencia.

Pueden generar adicción.

6. Antidepresivos

Algunos antidepresivos, como amitriptilina o nortriptilina, ayudan en el alivio de la lumbalgia crónica. Deben usarse en dosis bajas y por un corto periodo. Siempre bajo supervisión médica.

7. Cremas, geles y pomadas de acción local

Otra opción consiste en aplicar en la zona baja de la espalda, pomadas o geles con diclofenac. Aunque no tienen la misma eficacia de los medicamentos antes mencionados, pueden ser un complemento o una alternativa. Sobre todo cuando los otros abordajes se han mantenido por un tiempo prolongado.

8. Parches analgésicos

También se comercializan productos en forma de parches térmicos o con analgésicos para aliviar el dolor en la espalda baja. Los efectos secundarios y las contraindicaciones son menores que con pastillas. Sin embargo, hay que consultar al médico.

9. Remedios naturales

Entre los analgésicos naturales para combatir el lumbago cabe mencionar al sauce, el jengibre y el árnica. Existen extractos de estos productos, aunque también se pueden preparar en infusiones o aplicar en pomadas.

Corteza de sauce para la lumbalgia.
Los preparados con sauce son analgésicos porque aportan ácido acetilsalicílico; el mismo componente de la aspirina.

Otras medidas complementarias para la lumbalgia

Hay algunas medidas alternativas, así como métodos y técnicas que pueden complementar el uso de medicamentos para el dolor lumbar. Entre las mismas se tiene a las siguientes:

  • Reposo: la primera medida suele ser tomar un descanso, aunque no total.
  • Hielo local: en una bolsa o una toalla, aplicado en la zona, ayuda a reducir el dolor.
  • Compresas calientes: sobre todo en las contracturas musculares.
  • Ejercicios de estiramiento: dirigido a la columna.
  • Fisioterapia: esto incluye la participación de un profesional. Puede ser a través de un plan de reeducación postural global (RPG).
  • Acupuntura: según los estudios, ha demostrado ser efectiva como complemento.
  • Otros: yoga y pilates.

Por otra parte, la cirugía es una opción en pocos casos, cuando el dolor lumbar tiene que ver con una hernia discal o con espondilolistesis. Esto no excluye el empleo de alguno de los medicamentos o tratamientos mencionados.

¿Cuándo acudir al médico?

En ocasiones, el dolor lumbar mejora con reposo, compresas o analgésicos de venta libre al cabo de pocos días. Sin embargo, cuando se mantiene o se hace más intenso, puede estar asociado con otras dolencias.

En estos casos es necesario acudir al médico para realizar los exámenes correspondientes, con miras a identificar la causa y determinar cuál puede ser el abordaje más adecuado.


Todas las fuentes citadas fueron revisadas a profundidad por nuestro equipo, para asegurar su calidad, confiabilidad, vigencia y validez. La bibliografía de este artículo fue considerada confiable y de precisión académica o científica.


  • Chavarría S. Lumbalgia: Causas, diagnóstico y manejo. Rev Med Cos Cen. 2014; 71(611): 447-454.
  • Esparza-Miñana J, Vicedo-Lillo R. Revisión del impacto del tratamiento con acupuntura en el manejo del dolor lumbar inespecífico. Rev. Soc. Esp. Dolor. 2020;  27(1): 53-58.
  • García Meijide J, Gómez-Reino J. Fisiopatología de la ciclooxigenasa-1 y ciclooxigenasa-2. Revista española de Reumatología. 2000; 27(1): 33-35.
  • Ruiz B, Pros S. ¿Por qué un tratamiento precoz en la artritis reumatoide? Medifam. 2001;  11(6): 53-61.
  • Sáez López M, Sánchez Hernández S, Jiménez Mola N, et al. Tratamiento del dolor en el anciano: analgésicos no opioides. Rev Soc Esp Dolor. 2016; 23(1): 39-44.
  • Solís U, Morejón J, de Armas A. Ankylosing spondylitis and illness of Von Recklinhausen. An uncommon association. Rev Cuba Reumatol. 2014; 16(2): 240-244.

Este texto se ofrece únicamente con propósitos informativos y no reemplaza la consulta con un profesional. Ante dudas, consulta a tu especialista.