Medidas preventivas para la salud bucodental

En este artículo te compartimos algunas medidas preventivas para la salud bucodental. Ponerlas en práctica evitará muchas enfermedades de la boca y te permitirá tener una sonrisa bonita y saludable.
Medidas preventivas para la salud bucodental
Vanesa Evangelina Buffa

Escrito y verificado por la odontóloga Vanesa Evangelina Buffa.

Última actualización: 09 julio, 2023

Prestar atención a algunas medidas preventivas para mantener la salud bucodental no solo evita la aparición de enfermedades orales. Esto también asegura que las funciones de la boca se desarrollen con normalidad y permite tener una sonrisa bonita.

La cavidad bucal interviene en múltiples acciones importantes, como la alimentación, el habla y la expresión facial. Con los consejos que a continuación te contamos podrás cuidar la salud bucodental.

5 medidas preventivas para la salud bucodental

Poner en práctica las siguientes medidas preventivas para la salud bucodental te permitirá mantener tu boca en buenas condiciones. Ten en cuenta nuestros consejos para sonreír con tranquilidad.

1. Cepillado dental correcto

Aunque parezca una medida preventiva para la salud bucodental muy obvia, recordar la necesidad de la higiene oral nunca está de más. Lavarse los dientes no se trata simplemente de pasar el cepillo por los elementos dentarios y listo.

El cepillado dental debe realizarse de manera correcta, higienizando exhaustivamente cada pieza dentaria en todas sus caras. Se debe alcanzar también la zona de unión de los dientes con las encías y los movimientos han de ser suaves, pero firmes. El cepillado tiene que hacerse al menos dos veces al día, aunque lo más recomendable es limpiar la boca después de cada comida.

Se estipula el uso de un cepillo dental de cerdas suaves, que no traumatice los tejidos blandos ni desgaste las superficies dentarias. Complementar con una pasta dental con flúor es lo ideal, pues previene las caries y aporta un sabor agradable a la boca.

El cepillado de la noche es el más importante y el que no hay que olvidar. Cuando dormimos disminuye la producción de saliva y los movimientos linguales que ayudan a mantener la boca limpia. Si nos acostamos con la cavidad bucal cepillada, la actividad bacteriana será menor.

Además, es importante higienizar también la lengua, pues en su superficie se depositan restos de alimentos y bacterias que se deben eliminar. Existen raspadores linguales que facilitan la limpieza, pero si no cuentas con este instrumento se puede concretar con el cepillo habitual. Los movimientos deben realizarse de atrás hacia adelante, cuidando de limpiar toda su extensión.

El cepillado es una acción sencilla que, convertida en hábito, reduce el riesgo de enfermedades orales.

2. Utilizar hilo dental

Esta es una de las medidas preventivas para la salud bucodental que a veces los adultos pasan por alto. Es que, si bien el cepillado dental es muy importante para la limpieza de los elementos dentarios, no es suficiente.

Pues las cerdas del cepillo no logran acceder a la zona que está entre los dientes, donde una pieza dentaria contacta con la vecina. Allí se hace necesario el hilo dental; con este filamento sí es posible eliminar la placa bacteriana que está acumulada.

Para hacer la limpieza se debe cortar un trozo de hilo de 50 centímetros de largo y enrollar sus extremos alrededor de cada dedo medio. Con el índice y el pulgar se hace presión para pasarlo entre los dientes, llegando a la línea de la encía.

El hilo se presiona contra el costado de uno de los elementos, formando una letra C. Se realizan movimientos de arriba hacia abajo en los dientes superiores y de abajo hacia arriba en los inferiores. Luego se repite el movimiento haciendo presión contra el otro elemento dentario del mismo espacio.

A medida que se avanza se desenrolla hilo limpio de un dedo mayor y se enrolla hilo usado en el otro. Hay que continuar pasando el filamento en todos los espacios, entre los dientes de toda la boca.

Esta medida preventiva requiere tiempo y destreza, pero la misma se logra con la práctica. Se puede complementar con cepillos interdentales o irrigadores bucales, que también ayudan a eliminar los residuos entre los dientes. Por eso es importante incorporarla a la rutina diaria y repetir este tipo de limpieza al menos una vez al día.



3. Visitar al odontólogo cada seis meses

Muchas veces, los adultos no visitan al dentista por varios años y solo realizan una consulta cuando aparece algún problema. Pero visitar al odontólogo de manera periódica es otra de las medidas preventivas que ayuda a mantener la salud bucodental.

Hacer consultas semestrales al odontólogo permite controlar el estado de la boca y detectar cualquier afección que pueda aparecer de manera temprana. Resolver patologías en sus inicios evita complicaciones y los tratamientos son más conservadores, cómodos y baratos.

Además, el dentista puede sugerir la necesidad de realizar una limpieza dental. Este procedimiento elimina los depósitos de placa bacteriana, el sarro y las manchas de los dientes en zonas de difícil acceso para el paciente.

Es conveniente realizar al menos una profilaxis profesional al año, aunque puede que el dentista sugiera hacerlas más seguidas, según las necesidades de la boca. El odontólogo también podrá indicar la colocación de flúor, el uso de enjuagues o asesorar al paciente sobre ciertas prácticas adecuadas para mantener su boca saludable.

4. Llevar una alimentación saludable

Alimentarse bien no es solo una medida preventiva para la salud bucodental, sino una práctica que beneficia a todo el organismo. Llevar una dieta variada, nutritiva, rica en minerales, antioxidantes, proteínas y vitaminas favorece el cuidado del cuerpo.

Evitar o disminuir el consumo de alimentos ultraprocesados y ricos en azúcares también ayuda a mantener la salud bucodental. Dejar las golosinas, la bollería y las gaseosas solo para eventos puntuales es lo más recomendable.

5. Evitar hábitos nocivos

La práctica de ciertas costumbres puede resultar perjudicial para la salud de la boca. Mordisquear objetos, apretar los dientes o comerse las uñas, por ejemplo, son hábitos que dañan la cavidad bucal.

El consumo de tabaco, drogas y bebidas alcohólicas mancha los dientes y favorece la halitosis. Además, predispone a la aparición de varias enfermedades de la boca, como la periodontitis y el cáncer.

Enfermedades que se pueden prevenir con una buena higiene dental

Poner en práctica estas medidas preventivas para la salud bucodental permite evitar muchas de las enfermedades más comunes de la boca. A continuación mencionamos las más frecuentes.

Caries

La caries es la patología bucal más frecuente, afectando tanto a niños como adultos. Se trata de la desmineralización de los tejidos duros de las piezas dentarias.

La pérdida de minerales sucede por la acción de los ácidos que producen las bacterias de la boca al fermentar los hidratos de carbono de la dieta. Por lo tanto, la presencia de placa bacteriana por una inadecuada higiene oral y una dieta rica en azúcares favorece el desarrollo de la patología.

Al inicio de la enfermedad, la pérdida de minerales se manifiesta como una mancha blanca opaca en el esmalte. La misma se torna más oscura a medida que la caries avanza y aparecen huecos y orificios en las piezas dentarias.

Si la lesión no se trata de manera oportuna, la destrucción avanza hacia los tejidos más profundos, pudiendo llegar a la pulpa del diente. Además de la posibilidad de perder la pieza dentaria, esto genera otras complicaciones, como dolor, inflamación pulpar e infecciones.

Las revisiones frecuentes son muy importantes, ya que permiten detectar la caries en sus estadios iniciales, cuando los tratamientos son más simples. Con la aplicación de flúor terapéutico o con empastes se puede resolver la situación. Si, por el contrario, la afección avanza demasiado, pueden ser necesarias endodoncias, reconstrucciones con coronas e incluso la extracción del diente.

Gingivitis

La gingivitis es la inflamación de las encías que se produce como consecuencia de la irritación que provoca el acúmulo de placa bacteriana y sarro sobre las mismas. Se caracteriza porque el tejido gingival se torna de color rojo intenso, se hincha, sangra con facilidad y duele.

Si la afección se trata a tiempo con limpiezas profesionales, una higiene dental adecuada y el complemento de enjuagues bucales se puede revertir. Si, por el contrario, no se toman medidas para resolverla, puede evolucionar a una periodontitis.

Gingivitis con sangrado en la boca.
Las patologías de la boca, en cierta medida, se vinculan con una deficiente higiene de la cavidad.

Periodontitis

La periodontitis es el proceso inflamatorio e infeccioso de los tejidos de sostén de las piezas dentarias. Es la evolución de una gingivitis sin tratar y la afección compromete a las encías, al ligamento periodontal, al cemento que recubre las raíces y al hueso alveolar.

La sintomatología es similar a la de la gingivitis, pero la unión de la encía con el diente se desplaza más hacia la raíz, formando las denominadas bolsas periodontales. También es común observar grandes acúmulos de sarro y presencia de pus, lo que genera feo sabor y mal aliento en la boca.

Otra característica de esta patología es la movilidad dentaria. La afección reabsorbe el hueso que da soporte a los dientes, por lo que estos comienzan a moverse. En los casos más graves y avanzados hasta pueden salirse por falta de sostén.

Es muy importante que la afección sea tratada en el consultorio odontológico para detener el avance de la destrucción y favorecer la recuperación de los tejidos. Es una patología asociada a otras dolencias sistémicas, como la diabetes y las enfermedades cardiovasculares.

Otras afecciones

Aplicar las medidas preventivas para la salud bucodental que te mencionamos trae muchos beneficios a los pacientes. Mejora su apariencia y calidad de vida, otorgando una sonrisa limpia, estética y funcional.

Además, se previenen otras afecciones, como las siguientes:

  • Halitosis: tener una adecuada higiene oral hace menos probable que haya mal aliento en la boca.
  • Cáncer bucal: si bien el cáncer es una patología multifactorial que muchas veces no se puede evitar, su aparición puede estar ligada a bocas descuidadas y hábitos nocivos.
  • Problemas digestivos: las patologías en los elementos dentarios o la falta de dientes afectan el proceso masticatorio, alterando la correcta digestión de los alimentos.
  • Problemas sistémicos: ya mencionamos que existe relación entre las afecciones de la boca y otras patologías sistémicas. Las bacterias de la cavidad oral pueden viajar por el torrente sanguíneo y ocasionar problemas cardíacos, por ejemplo.

La prevención es más fácil

Cuidar la cavidad bucal no solo aporta beneficios estéticos a la persona. También permite que la boca se mantenga saludable y pueda cumplir sus funciones de manera correcta.

Ahora ya sabes la importancia de poner en práctica estas simples medidas preventivas para la salud bucodental. Evitarás muchas de las enfermedades de la boca y complicaciones que podrían poner en riesgo la salud en general y la necesidad de tratamientos difíciles y costosos.

Incorporar estos hábitos sencillos en tu rutina de higiene diaria y cuidado corporal te traerá muchos beneficios.


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