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El miedo a volar no es solo irracional, esto es lo que puedes hacer para controlarlo

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No es una exageración ni algo que se pueda ignorar sin más. El miedo a volar es real y puede ser paralizante para quienes lo padecen.
El miedo a volar no es solo irracional, esto es lo que puedes hacer para controlarlo
Última actualización: 09 agosto, 2025

Hay personas que no sienten nada de entusiasmo con la idea de subirse a un avión. Por el contrario, solo pensar en hacerlo es un motivo suficiente para sentir punzadas de ansiedad, pánico y otras sensaciones desagradables que suelen ser limitantes. Pero, ¿por qué ocurre?

Ese miedo intenso a volar se conoce como aerofobia, y es más que una simple inquietud o ataque de nervios. Se considera por sí sola una fobia específica, aunque también puede ser la manifestación de claustrofobia (miedo a los espacios cerrados), acrofobia (miedo intenso a las alturas), o incluso una mezcla de ambas.

Comprendiendo el miedo a volar

Es normal sentir una ligera sensación de ansiedad antes de volar, ya que el cuerpo reacciona ante lo desconocido y activa ciertos mecanismos de alerta . Pero cuando surge como un miedo desproporcionado e irracional, puede desencadenar síntomas físicos y emocionales difíciles de controlar. 

La aerofobia es una angustia intensa que se manifiesta como una sensación de pérdida de control, temor extremo y pensamientos catastróficos antes o durante un vuelo. Puede venir acompañada de palpitaciones, sudoración, respiración agitada y una fuerte necesidad de evitar el vuelo. Algunos lo perciben solo con pensar que tienen que subir a un avión.

La experiencia puede ser tan abrumadora, que muchos prefieren perder oportunidades importantes, dejar de visitar a sus seres queridos, cancelar sus vacaciones y resignarse a vivir con restricciones. Esto es lo que diferencia esta fobia de un simple episodio de ansiedad; es tan severo que interfiere con la rutina, las relaciones personales y la calidad de vida. 

¿Por qué se produce esta fobia?

Como sucede con otras fobias, la aerofobia o miedo a volar no tiene una causa claramente establecida. Por lo general, surge de una serie de experiencias, percepciones, influencias o factores ambientales. Para ser más precisos, puede estar relacionada con uno o varios de los siguientes detonantes:

  • Haber tenido una experiencia traumática en vuelos pasados, sea por turbulencias severas, un aterrizaje brusco o un accidente.
  • Sentirse impactado por noticias de accidentes aéreos, sobre todo si son recientes o si ocurrieron cerca.
  • Experimentar una sensación de pérdida de control al tener que confiar en otros.
  • Sentir fobia a las alturas o claustrofobia.
  • Desinformación o noticias sensacionalistas asociadas a vuelos, pese a ser uno de los medios de transporte más seguros.
  • Tener ansiedad generalizada, que aumenta la predisposición a desarrollar miedo a volar.

Estrategias para gestionar el miedo antes de un vuelo

Hay una serie de recomendaciones y ejercicios que puedes poner en práctica antes de tener un vuelo si quieres reducir ese miedo que te abruma. ¡Toma nota!

  • Busca información sobre los procesos de vuelo. Saber cómo funcionan y enterarte de que los accidentes aéreos son extremadamente raros puede ayudarte a racionalizar el temor.
  • Procura llegar al aeropuerto con tiempo suficiente y con todo lo necesario. Cuanto más evites el estrés previo al vuelo, más fácil te resultará calmarte.
  • Intenta probar técnicas de relajación antes del viaje, como respiración profunda, meditaciones guiadas o visualización de un vuelo tranquilo. Además, al momento del despegue, intenta concentrarte en tu respiración o en un objeto fijo.
  • Si viajas con alguien, hazle saber del miedo que sientes para que pueda apoyarte. Incluso puedes informar a la tripulación de cabina al embarcar, pues ellos están capacitados para ayudarte, sobre todo si puedes tener un ataque de pánico.
  • Toma una bebida reconfortante, como una infusión o un chocolate caliente, que te haga sentir más relajado antes de abordar el avión. Evita bebidas con cafeína o alcohol, ya que intensifican la ansiedad.

¿Y qué puedes hacer para calmarte durante el vuelo?

Una vez estés dentro del avión, es normal que empieces a sentir tensión en tu cuerpo y a pensar en todo lo que podría salir mal. El miedo puede intensificarse con el despegue, pero puedes aplicar algunas estrategias para recuperar la calma y tomar control de lo que sientes.

  • Mantén tu mente ocupada tanto como puedas. Lleva un libro, descarga una película o serie, escucha música relajante o podcasts. También puedes jugar en tu móvil, resolver sudokus o hacer cualquier actividad que requiera tu concentración. Lo más importante es distraer la mente de aquellos pensamientos que empeoran la ansiedad.
  • Si sientes que la ansiedad empieza a aumentar, inhala por la nariz y cuenta hasta cuatro. Sostén el aire unos segundos y exhala lentamente por la boca. Repite varias veces hasta empezar a sentirte más tranquilo.
  • Lleva a mano elementos que te tranquilicen, como un amuleto, una bufanda con tu aroma favorito o un antifaz para dormir.
  • Normaliza y anticipa las sensaciones propias del vuelo, como los ruidos, las vibraciones y las turbulencias.
  • Mastica cicles o caramelos suaves. Te ayudan a calmar los nervios y a aliviar la presión en los oídos.

No subestimes la ayuda profesional

Si la aerofobia es severa y limita la vida, lo mejor es buscar ayuda profesional. Opciones como la Terapia Cognitivo-Conductual (TCC) o la exposición gradual (con simuladores o ejercicios) ayudan a desensibilizar el cerebro al miedo, a reconocer qué lo provoca y a verlo desde otra perspectiva.

Reconocer tus emociones sin juzgarte es un gran primer paso para gestionarlas mejor. Válida que es un miedo real, pero ten en cuenta que también es superable. Infórmate, practica ejercicios para relajarse y, si es necesario, solicita apoyo. No tienes que privarte de la experiencia de volar, ni resignarte a ese malestar que te roba la tranquilidad.


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