7 modos de empezar bien el día para combatir el estrés y la ansiedad

Escrito y verificado por la psicóloga Valeria Sabater

Última actualización: 06 julio, 2023

El estrés forma parte de nuestra vida. Esta condición psicológica actúa como mecanismo de supervivencia en el ser humano: nos activa para poder adaptarnos mucho mejor a esos retos cotidianos que tenemos por delante.

Hemos de ser capaces de ver que el estrés, bien gestionado y controlado, es positivo. Actúa como esa energía capaz de darnos fuerza y aliento para resolver problemas, para responder mejor a las pequeñas adversidades del día a día.

Sin embargo, el problema llega cuando dejamos de gestionar, cuando la tensión se acumula, cuando el cerebro solo ve peligros y no los racionaliza.

Día a día, ese estrés se vuelve crónico hasta caer en un estado de indefensión absoluta donde no tarda en aparecer la ansiedad, el dolor muscular, las cefaleas, la hipertensión…

Para evitar o minimizar estas realidades te proponemos poner en práctica estos 7 consejos.

Son 7 ideas que podemos seguir por las mañanas. Elige las que más se ajusten a tus necesidades y empieza a afrontar el día de forma más saludable.

1. Levántate un poco antes, sintoniza con la calma y el silencio

Sabemos que no es fácil, que quitar a nuestro descanso una hora de sueño no es algo que podamos hacer todos los días.

Sin embargo, inténtalo con, al menos, media hora. Las razones por la que deberíamos levantarnos un poco antes son múltiples y muy interesantes:

• Te permitirá bajar el ritmo e ir con más calma (salir de casa con prisas incrementa el estrés).
• Levantarnos antes y de forma más relajada ayuda a estar más presentes, a ser conscientes del aquí y ahora.
• Podremos dedicar más tiempo a algunos sencillos ejercicios con los que gestionar el estrés y la ansiedad.

Disfruta de un pequeño instante de silencio y calma ambiental  cada día nos permite ganar en salud mental.

Así, estudios como el llevado a cabo en la Universidad de Medicina de Harvard nos señala que el silencio nos permite ganar en enfoque, en rendimiento cognitivo y en equilibrio psicológico.

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2. Establece tu agenda: obligaciones y horas de descanso

Vale la pena recordar que la clave principal para gestionar el estrés y la ansiedad es no perder la sensación de control sobre nuestra realidad.

• Por tanto, un modo de lograrlo es estableciendo cuál va a ser nuestra agenda del día.
• Debemos tener claro qué nos espera en esta jornada.
• Debemos también establecer tiempos de descanso y actividades que nos sean placenteras.

Todo día debe tener sus obligaciones y también esos objetivos motivadores y relajantes a los que abrazarnos.

3. Medita durante 5 minutos

La meditación o prácticas como el Mindfulness mejoran nuestra calidad de vida y tienen un impacto muy beneficioso sobre nuestro cerebro. Nos relaja, nos permite relativizar tensiones, atender nuestro ser interno y canalizar la ansiedad.

Estudios como el llevado a cabo en la Universidad de Stanford nos revelan que este tipo de disciplinas son beneficiosas para reducir los síntomas de la ansiedad y el estrés.

Ahora bien, algo de lo que debemos ser conscientes es de que la meditación se entrena día a día.

Los beneficios no se ven en la primera semana, sino al cabo de un tiempo, cuando nuestra mente ha aprendido a desconectar del exterior para conectar con el interior.

4. Realiza algún ejercicio durante 10 minutos

Solo necesitas 10 minutos de tu tiempo. Una vez te levantes, clarifiques tu agenda y medites, nada mejor que hacer algunas flexiones, caminar, saltar a la comba…

Elige lo que más se ajuste a tus posibilidades y que no sea de una intensidad demasiado elevada.

La circulación sanguínea será más óptima, nuestro corazón se fortalecerá día a día y afrontaremos los efectos secundarios del estrés de forma más efectiva.

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5. Un desayuno antiestrés

Para empezar el día del mejor modo es necesario cuidar también nuestra nutrición.

Existen alimentos que, gracias a su alto contenido de antioxidantes, vitaminas y proteínas, nos permiten elevar nuestras defensas para que la capacidad de respuesta hacia el estrés sea la apropiada.

Toma nota de cuáles pueden ayudarnos y empieza a incluirlos en tus desayunos:

• Avena
• Naranjas
• Huevos
• Chocolate negro
• Aguacates
• Arándanos
• Nueces
• Una infusión de manzanilla

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6. Visualiza tu día

Una estrategia fabulosa de afrontamiento del estrés cotidiano es visualizar nuestro día. Plantéate cómo quieres que sea:

• Hoy mi día va a ser tranquilo.
• Nada ni nadie va a alterar mi paz interior.
• Voy a poder con mi día y nada va a tener el poder de hacerme daño.
• Sé cuáles son mis fortalezas, sé lo que valgo y nada ni nadie va a hacer que me sienta débil.
• Hoy mi día va a tener unas horas en que cumpliré mis responsabilidades, pero me permito también disponer de un tiempo para mí, para ser yo, para relajarme y practicar mis aficiones.

7. Sal de casa “nutrido” de emociones positivas

No es ninguna tontería. Pensemos en ello, ¿cuántas veces hemos salido de casa con mal humor?

Una discusión con nuestra pareja, las prisas con nuestros hijos o incluso nuestros propios pensamientos de que nuestro día va a ser horrible incrementan, sin duda, la sensación de estrés.

• Intenta salir de casa con un buen cargamento de emociones positivas en tu mochila personal.
• Despídete de tu familia con un “te quiero”, con esas palabras que se quedan en el corazón y que nos dan aliento para todo el día.
• Convéncete a ti mismo de que todo va a ir bien, y de que te mereces ser feliz. Una mente tranquila atrae el equilibrio a la vida.

No dudes en poner en práctica estos consejos. Asimismo, recuerda que en caso de que dichos estados psicológicos estén ya controlando tu día a día y de que el estrés o la ansiedad mermen tu felicidad, es necesario consultar con profesionales especializados.

Tu bienestar psicológico es muy importante.