Motivos de consulta frecuente en la adolescencia

La identificación de motivos de consulta frecuente en la adolescencia constituye un paso esencial en la formulación de políticas públicas destinadas a este grupo de la población. Conocer las dolencias que padecen, así como los factores determinantes que las originan, debe ser un objetivo de los investigadores en este tema.

De acuerdo a una publicación realizada por un grupo de investigadores del Hospital General Dr. Manuel Gea González, México DF:

“La importancia del grupo de adolescentes dentro del contexto nacional radica no solamente en su importancia numérica sino principalmente en el desafío que significa para la sociedad garantizar la satisfacción de sus necesidades y demandas, así como el pleno desarrollo de sus capacidades y potencialidades particulares”.

Más allá de las particularidades que ofrecen los diferentes contextos, las consultas médicas en la adolescencia en sus etapas iniciales (10-14 años) están relacionadas con el desarrollo puberal, dolor abdominal, cefaleas o dolores de cabeza. El acné no siempre es un motivo de consulta y muchas veces se encuentra naturalizado como formando parte de la vida adolescente.

Los factores emocionales desempeñan un rol importante y muchas veces no constituyen un motivo de consulta frecuente; sin embargo profesionales experimentados pueden identificar alteraciones del estado de ánimo con rapidez, aún cuando no haya sido una consulta manifiesta sino oculta. El desafío entonces es hacer visibles esas expresiones o malestares que por diferentes motivos subyacen ocultos o escondidos.

Verdades sobre consultas en adolescentes

A menudo se plantea que los adolescentes son una población en general sana que concurre al profesional de la salud por cuestiones menores, o bien, por controles de salud relacionados con la solicitud de un apto físico.

Bienvenidas sean esas consultas, ya que permiten que los adolescentes estén vinculados al menos una vez por año con el sistema de salud. Asimismo, conocer su estado inmunitario y la necesidad de nuevas vacunas representa otro elemento de importancia.

Aún así, la salud en la adolescencia se asocia a trastornos de la alimentación, traumatismos, violencia y, en estos últimos tiempos, al suicidio. Este último llama particularmente la atención, pues las cifras han ido en aumento.

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Creencias y percepciones en torno a la salud en la adolescencia

Es difícil erradicar algunas creencias que -fuertemente arraigadas –configuran la imagen que los adolescentes tienen tanto para algunas personas como para la comunidad en general.

Desde mitos ligados al sexo y el rock and roll, hasta la conceptualización de la adolescencia como la “juventud divino tesoro”, lo cierto es que en general los adolescentes gozan de buena salud y particularmente se comprometen con sus proyectos (cuando los hay), así como con ideales y propósitos.

Regresando al tema de los motivos de consulta frecuente en la adolescencia, es de importancia acompañar el desarrollo de una sexualidad saludable y revisar permanente las prácticas de los profesionales de la salud que aleje todo tipo de prejuicios en este sentido.

El embarazo no intencional en la adolescencia: ¿motivo de preocupación?

El embarazo no intencional o embarazo no deseado en la adolescencia es motivo de preocupación. En consecuencia el Ministerio de Educación de Argentina, a través del Programa Nacional de Educación Sexual Integral (ESI) ha implementado un proyecto específico.

Su objetivo es trabajar sobre la disminución del embarazo no intencional en la adolescencia y el cumplimiento de los derechos sexuales y derechos reproductivos que forman parte de los lineamientos curriculares de ESI. Según datos de ese mismo programa:

“El embarazo en la adolescencia suele ser tema de conversación en el grupo docente, directivo y con las familias. Cada persona tiene su mirada al respecto, se intercambian impresiones, modos de abordarlo o de asegurar la continuidad de las trayectorias educativas”.

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Preguntas adicionales sobre los motivos de consulta en la adolescencia

Son diversas las preguntas que surgen cuando pensamos el embarazo en la adolescencia. Así, en el material del ministerio de educación al que hacíamos referencia, los autores destacan y plantean una serie de interrogantes:

• ¿Cuál es la mejor manera de acompañar?
• ¿Qué cosas distintas tenemos que hacer o cómo debemos trabajar el tema para contribuir desde la escuela para evitar los embarazos no intencionales, no buscados?
• ¿Qué estamos enseñando en la escuela para aportar a este propósito?
• ¿Enseñamos sobre los métodos anticonceptivos (MAC)?
• ¿Hablamos lo suficiente con chicos y chicas? ¿Escuchamos sus dudas, temores, miradas?
• ¿Habilitamos un espacio de diálogo genuino con ellas y ellos? ¿Cuáles son las representaciones sociales con relación al embarazo en la adolescencia?
• ¿Cuál es el marco normativo que ampara esta temática?”

En resumen, los adolescentes -una población que en general goza de buena salud- muchas de las alteraciones de la misma están relacionadas con los comportamientos.

Conversar en etapas tempranas acerca de estos temas con el fin de promover la salud representa un camino de importancia para prevenir escenarios tan temidos como la depresión, el suicidio y la violencia.