Muelas de los 6 años: primeros dientes permanentes en niños
Escrito y verificado por la odontóloga Vanesa Evangelina Buffa
Las primeras muelas permanentes aparecen en nuestra boca alrededor de los 6 años. Y desde esa edad nos deben acompañar por el resto de nuestras vidas.
Por eso es importante que los padres estén atentos a su salida y cuidado. Pues las muelas de los 6 años cumplen funciones claves en el desarrollo oral. Y sin la atención adecuada, aumenta el riesgo de que enfermen e incluso se pierdan para siempre.
Sigue leyendo y descubre todo lo que debes saber sobre las primeras muelas permanentes en los niños. Aprende sobre cómo sucede el proceso eruptivo, qué patologías lo afectan y de qué maneras se pueden cuidar.
La salida de las muelas de los 6 años en los niños
En los primeros años de vida, 20 piezas de leche conforman la dentadura del niño. Estos elementos salen de manera progresiva desde los 6 u 8 meses hasta los 3 años, aproximadamente. Y acompañan al pequeño hasta los 6 años, cuando comienza la etapa del recambio dental.
Desde los 5 o 6 años, los niños comienzan la época del cambio de dientes de leche por los definitivos. Este proceso es lento y progresivo.
Los elementos temporarios se mueven, se caen y son reemplazados por los permanentes que ocupan su lugar. Esto sucede hasta alrededor de los 12 años del pequeño. En esta etapa, el niño presenta lo que se conoce como dentición mixta. Pues tiene al mismo tiempo algunos dientes de leche y otros definitivos.
Pero no todas las piezas definitivas ocupan el lugar de un elemento temporario. Los molares permanentes erupcionan en la parte posterior de la boca sin suceder a ningún diente de leche.
Y esto ocurre hasta los 21 años con la salida de las muelas de juicio. Lo que completa la dentadura adulta, con sus 32 elementos dentarios.
Los primeros molares permanentes son llamados muelas de los 6 años. Es que a esa edad es cuando suelen aparecer en la boca. Aunque en realidad, esto es estimativo y depende del ritmo de crecimiento de cada pequeño. Pudiendo aparecer a los 5 años, a los 7 o inclusive después.
Las muelas de los 6 años salen en la parte más posterior de la boca de los niños, justo por detrás de los dos molares de leche. Y como te decíamos, brotan sin que haya ningún diente para reemplazar. Su tamaño es mucho mayor en comparación a las piezas temporarias, pues se trata de un molar que usaremos en la adultez.
Alrededor de los 12 o 13 años erupcionan los segundos molares definitivos, por detrás de los primeros. Y entre los 18 y 21 años los terceros, también conocidos como cordales o muelas de juicio.
Una erupción “silenciosa”
La salida de las muelas de los 6 años muchas veces pasa desapercibida, tanto para los niños como para los padres. No es habitual que el pequeño presente las mismas molestias que los adultos asocian al brote de los dientes del bebé. Al no doler ni sustituir a un elemento que se cae, y estar en una zona poco visible, esta erupción es bastante “silenciosa”.
Por este motivo, ante la llegada de los 6 años, es importante que los adultos estén atentos a lo que sucede en la parte de atrás de la boca de sus hijos. Pues como te contaremos más adelante, la localización posterior y el difícil acceso a la limpieza pueden llevar a que estos elementos definitivos se enfermen.
Cuando las muelas de los 6 años comienzan a salir, se observan pequeñas puntas blancas que se asoman a través de la encía. Son las cúspides del elemento que está por emerger. Esto sucede por detrás de los molares de leche, tanto en el maxilar superior como en el inferior.
A medida que la erupción avanza, se puede ver toda la superficie masticatoria del molar. Y poco a poco irá alcanzando la altura oclusal que le permitirá contactar con su antagonista.
Problemas en la erupción de las muelas de los 6 años
Aunque no es lo más habitual, debes saber que algunos pequeños sí presentan algunas molestias asociadas a la salida de las muelas de los 6 años. La inflamación de la encía y el dolor en la zona, de cabeza o de oídos, son algunos de los síntomas que se pueden presentar durante la erupción.
Hay niños que presentan incomodidad en la zona unas semanas antes de que comience la erupción. También puede aparecer un pequeño oscurecimiento de la región, como un hematoma, que desaparece a medida que la muela se abre paso en la boca.
La salida del nuevo elemento también puede ocasionar complicaciones a la hora de masticar y comer. El trauma de las mejillas al morderlas de manera accidental puede generar llagas en las mucosas.
Una complicación del proceso eruptivo puede ser la infección. Si aparece mal aliento, sale pus de alrededor del molar, la encía se hincha, duele o el niño presenta fiebre, es necesario acudir al odontopediatra.
En estos casos, es favorable ofrecer a los niños alimentos blandos y frescos que alivien la incomodidad. Y evitar las comidas picantes, calientes o ácidas que irritan la encía.
Masajear las encías con el cepillo dental o con una gasa húmeda y limpia también puede calmar las molestias. Si el dolor es muy intenso y el odontopediatra lo considera oportuno, el uso de algún antiinflamatorio infantil, como ibuprofeno, mejorará la situación.
Y aunque existen algunos remedios caseros populares o tratamientos con geles de uso local, su utilización en niños no es recomendable. Estos productos suelen anestesiar la zona y ocasionar otras complicaciones en los más pequeños.
Importancia de las muelas de los 6 años
Las muelas de los 6 años cumplen funciones muy importantes en la boca de los niños y luego en la de los adultos. Pues al tratarse de un elemento definitivo, acompañan la masticación de la persona desde la infancia y para toda la vida.
En los pequeños, la salida de estos elementos ayuda a la forma del rostro del niño. Pues intervienen en el crecimiento de los maxilares y la cara. Además, mantienen la dimensión vertical, que es la altura de la boca.
Estas muelas determinan la forma de morder del niño. Son lo que en odontología se conoce como llave de oclusión. Pues permiten que los dientes de arriba encajen y se relacionen de manera adecuada con los de abajo.
Además, de su posición depende la organización y disposición del resto de los dientes de la boca. Debido a esto, es habitual que en los exámenes y controles de ortodoncia el profesional considere la posición de estas muelas para detectar posibles problemas de mordida.
Asimismo, los primeros molares cumplen un papel fundamental en la alimentación. Con ellos, la persona puede morder, masticar y triturar la comida. Sobre todo en los niños en el período entre los 6 y los 12 años, cuando los segundos molares definitivos aún no han salido y los de leche están en época de recambio.
Posibles problemas
Ya adelantamos que las muelas de los 6 años pueden enfermarse si no se las cuida de manera adecuada desde el momento en que empiezan a salir. La caries es la patología más frecuente que afecta a este elemento.
Las muelas de los 6 años son las piezas dentarias que menos tiempo de vida sana tienen en la boca. Y además, son el elemento dental que más se extrae en el mundo porque no se trata a tiempo. Incluso en edades tempranas.
Son varios los factores que predisponen a que la primera muela definitiva en erupcionar desarrolle caries:
- Posición posterior en la boca: esto lleva a que los padres no se percaten de que este elemento está erupcionando.
- Desinformación: muchos padres desconocen que alrededor de los 6 años a sus hijos les saldrán 4 muelas definitivas. Y por lo tanto, no le dan la atención necesaria.
- Dificultad para higienizar: al estar en una zona posterior, la llegada del cepillo puede ser complicada. Además, si son los propios niños los que se limpian su boca, pueden obviar el sector o se les puede dificultar realizar una técnica precisa.
- Características anatómicas: los primeros molares son piezas dentarias grandes y con una superficie masticatoria con surcos, ranuras y fosas. En estas irregularidades es común que se acumulen gérmenes y bacterias que favorecen el desarrollo de las caries.
- Dieta: el alto consumo de azúcar refinada, dulces, golosinas y bebidas carbonatadas favorece el desarrollo de las caries. Este tipo de dieta suele ser habitual durante la infancia y adolescencia, en la época en que las muelas definitivas empiezan a salir.
¿Cómo cuidar las muelas de los 6 años?
Como te decíamos, las caries son muy comunes en las muelas de los 6 años. Por este motivo, desde que comienzan a aparecer en la boca, los padres deben ocuparse de prestarle la atención que merecen.
Higiene bucodental
Procurar higienizar las muelas de los 6 años en particular, y toda la boca en general, es fundamental para evitar las caries y mantener la salud oral. Los padres son los encargados de realizar o supervisar esta actividad.
Es importante que el niño se cepille los dientes después de cada comida, o al menos 2 veces al día. Las cerdas deben alcanzar la encía y todas las caras de todos los elementos dentarios presentes en la boca. Con movimientos suaves pero precisos, se debe barrer la placa bacteriana acumulada.
Además, al finalizar se debe limpiar la superficie lingual. Y se ha de usar una pasta dental con flúor que ayude a prevenir las caries. El uso de hilo dental para limpiar la zona entre los dientes donde el cepillo no logra llegar también es necesario.
De esta manera, nos aseguramos la limpieza de todas las caras de adentro, de afuera, de los costados y de las superficies de masticación de todos los elementos presentes. Tanto en el maxilar superior como en el inferior.
El odontólogo puede indicar el uso de enjuagues bucales que ayudan a prevenir las caries. Algunos contienen flúor o sustancias antisépticas que fortalecen los dientes o disminuyen la proliferación de bacterias. Al usar estos productos, es fundamental que el pequeño sepa escupir y no trague el líquido.
Cuidar la dieta
Para favorecer la salud oral y prevenir las caries en las muelas de los 6 años, es importante tener una dieta saludable. Esto es comer alimentos naturales, variados y ricos en vitaminas y minerales.
Se deben evitar los ultraprocesados, los azúcares refinados, la bollería, las golosinas, los refrescos y las bebidas carbonatadas. Pues estas comidas cariogénicas suelen ser uno de los factores más influyentes en el desarrollo de las caries en las muelas definitivas.
Visitar al dentista de manera regular
Llevar a los niños al odontopediatra desde edades tempranas es fundamental para mantener su boca sana y evaluar el crecimiento orofacial. Cuando empieza el recambio dental y salen las muelas de los 6 años, estos controles son cruciales. Y se recomienda realizarlos cada 6 meses.
El acompañamiento del profesional en esta etapa ayuda a mantener las nuevas piezas sanas. Y si hay algún problema con la higiene, la dieta o algún hábito nocivo que ponga en riesgo el bienestar de la boca del niño, se puede corregir a tiempo.
Del mismo modo, si la relación de los molares no es la adecuada y se sospecha algún problema de mordida, será oportuna la derivación con el ortodoncista. Así se podrán abordar estos trastornos de manera precoz, evitando complicaciones mayores o tratamientos más invasivos.
Además, el profesional puede realizar medidas preventivas específicas en el consultorio, como las topicaciones con flúor o los selladores dentales.
Flúor y selladores dentales para proteger las muelas de los 6 años
El uso de fluoruros y el sellado de surcos, fosas y fisuras son métodos eficaces para prevenir las caries. Estos procedimientos se realizan en el consultorio dental de manera sencilla, rápida y cómoda.
El flúor aumenta la resistencia del esmalte dental contra las bacterias y disminuye su proliferación. Por lo tanto, es probada su acción benéfica contra las caries.
Si bien el flúor se incorpora de manera habitual con las pastas dentales, el odontólogo puede considerar oportuno aumentar la exposición a este mineral. Sobre todo en casos de alto riesgo de caries o con antecedentes de la enfermedad.
El mismo se puede llevar a la boca a través de barnices o geles que se colocan en el consultorio. O bien indicar alguna pasta o enjuague de uso terapéutico que el paciente deberá usar de manera precisa, según las instrucciones del profesional.
Por otro lado, los selladores dentales consisten en la colocación de una resina fluida que rellena las irregularidades propias de la anatomía de las muelas recién erupcionadas. Este material actúa como una barrera de protección que evita que las bacterias y los restos de comida se acumulen, facilitando su limpieza con el cepillo.
Muelas para siempre
Cuando aparecen las muelas de los 6 años, los niños tienen en su boca piezas que deberían acompañarlos por el resto de su vida. Ser conscientes del rol que tienen los padres en cuidar y enseñar a los pequeños a ocuparse de estos elementos es fundamental para preservarlas sanas.
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