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¿No bajas la tapa del váter? Un error que llena de bacterias tu baño sin que te des cuenta

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Cerrar la cubierta del inodoro antes de iniciar la descarga de agua disminuye la cantidad de partículas contaminantes que quedan suspendidas en el aire.
¿No bajas la tapa del váter? Un error que llena de bacterias tu baño sin que te des cuenta
Última actualización: 23 agosto, 2025

Para muchas personas, bajar o no la tapa del váter antes de descargarlo es solo una cuestión de costumbre. Lo que muchos no saben es que al tirar de la cadena se genera una nube de microgotas invisibles que pueden dispersar bacterias y virus hacia otras superficies, como el lavabo, la puerta de la ducha o los cepillos de dientes.

Por mucho tiempo, científicos y expertos han planteado que estos aerosoles pueden ser una vía para la transmisión de patógenos como la E. coli. Y aunque la evidencia no es del todo concluyente y algunos hallazgos son contradictorios, cerrar la tapa sigue siendo una medida importante para disminuir la propagación de gérmenes en el hogar. ¿Por qué razón?

Los riesgos de soltar el agua del váter sin bajar la tapa

Al accionar la cisterna sin cerrar la tapa, no solo se dispara el agua visible. En este proceso se forman gotitas en aerosol tan pequeñas que tienden a pasar desapercibidas. Sin embargo, debido a su origen, suelen contener bacterias como la E. coli, estafilococos o Campylobacter, que provienen de la materia fecal.

Muchas de estas se esparcen hacia el borde del inodoro, los pisos, las paredes y hasta el lavabo. De hecho, pueden contaminar los cepillos de dientes y objetos personales cuando se dejan expuestos en áreas cercanas. Como no es algo evidente, hay quienes llegan a tener contacto con estas bacterias al tocar dichas superficies o llevar los elementos a la boca.

En consecuencia, hay un mayor riesgo de contraer enfermedades gastrointestinales, como gastroenteritis, diarrea o infecciones, o infecciones urinarias. Además, si los gérmenes hacen contacto con las mucosas (nariz, boca, ojos), pueden influir en la aparición de problemas respiratorios. El riesgo aumenta en baños públicos y de hospitales, donde la carga de bacterias y virus es mayor.

Un hábito simple, con gran impacto

Desde hace varios años, los científicos han evaluado el impacto de cerrar la tapa del inodoro antes de tirar de la cadena. De este modo, han determinado que esta sencilla acción puede disminuir hasta un 50 % las microgotas que se dispersan por el baño. De hecho, investigadores del University College Cork observaron reducciones en la propagación de entre el 30 % y el 60 %.

En pruebas realizadas con un sensor especializado, el equipo midió la cantidad y el tamaño de estas gotas microscópicas en un baño compartido durante una semana. Si bien notaron diferencias al bajar la tapa, también determinaron que algunas bacterias podían concentrarse más en este aerosol y que ciertas partículas permanecían en el aire hasta por 16 minutos después de vaciar el váter.

Desinfectar es la medida más importante

Ahora bien, aunque bajar la tapa es una medida útil para reducir la dispersión de microgotas que contaminan el baño, por sí sola no es suficiente para deshacerse de los gérmenes. Un estudio compartido a través de American Journal of Infection Control concluyó que la desinfección de las superficies del baño tras tirar de la cadena, o tras utilizar el cepillo del inodoro, es más efectiva para reducir la presencia de virus y bacterias.

Por esta razón, aunque acostumbrarte a cubrir la taza antes de vaciar es un buen hábito, limpiar y desinfectar sigue siendo la mejor forma de mantener tu baño seguro. Los desinfectantes domésticos y la lejía diluida son ideales para esta tarea. Algunos limpiadores domésticos (como el vinagre) ayudan, pero pueden ser insuficientes para algunos tipos de microorganismos.

Además, pueden emplearse soluciones con alcohol al 70 % para zonas u objetos que no toleran agua o químicos agresivos, como las asas de las puertas o los cepillos de dientes (sin exceder, aclarando con abundante agua). Estas medidas, así como proteger las manos con guantes para reducir el contacto directo con los gérmenes y ventilar los espacios, contribuirán a que tu baño sea un lugar más seguro.


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