No te aferres a un amor que duele más de lo que vale

El amor no se relaciona con el sufrimiento constante, por lo tanto, en esas ocasiones hay que cerrarles la puerta rotundamente.

El amor es un sentimiento que todas las personas necesitan experimentar para ser felices. Pues permite que se sientan importantes, puedan expresar sus emociones más puras y sean conscientes de que tienen un apoyo incondicional.

Sin embargo, este sentimiento es complejo, debido a que en las relaciones amorosas también pueden existir desacuerdos. No todas las personas tienen exactamente las mismas ideas.

No obstante, en los amores transparentes y sinceros se resuelven esas incongruencias con respeto. Pues el único objetivo es proteger el bienestar y la integridad de cada una de las personas involucradas.

A causa de ello, el amor sano en ningún momento se relaciona con el sufrimiento. En esos casos, lo único que termina fluyendo son las sensaciones negativas y que le restan energía a las personas.

Detectar a los amores dolorosos

El amor es reciprocidad, complicidad y entendimiento porque solo así una persona siente que la hacen sentir especial. Además, entiende que puede abrir todo su corazón, por el hecho de que se van a encargar de entregarle el mismo afecto de calidad.

Del mismo modo, el trato igualitario es el que permite que una persona en verdad se sienta respaldada y cuidada. Pues identifica que la otra persona va a realizar todas las acciones pensando en protegerlo.

A raíz de ello, el amor verdadero sana, reconforta y enriquece la vida de una persona. Esto, debido a que cada acción se encarga de llenar de motivación y fuerza para seguir adelante de la mejor manera.

Por lo tanto, todas las personas deben cerrarle la puerta para siempre a los supuestos amores que se empeñan en causar malestar. Lo único que alimentan es la confusión, la inseguridad y la frustración.

Además, las personas que entregan un amor que duele actúan con la intención de manipular y sentirse más poderosos. A causa de ello, en todo momento le hacen sentir a la otra persona que es culpable de lo malo que ocurre y no tienen ningún aspecto para resaltar.

Aparte de ese factor, los amores que duelen hacen que una persona se quede estancada porque no encuentra las ganas de seguir adelante con sus proyectos. Asimismo, se sumerge en las lágrimas y la tristeza, ya que llega a creer que no se merece nada positivo.

Alejar a los amores que frustran

De ese modo, ante el primer signo de alarma que indique que se está ante un amor de ese tipo, es fundamental cortarlo de raíz. Pues una persona que ama de verdad no necesita que el otro le ruegue para que se comporte bien.

De igual manera, quedarse ante un amor doloroso es hacerse daño a uno mismo, porque se estanca la posibilidad de encontrar la felicidad. Además, se le da más tiempo a la persona errónea para que siga sembrando angustia y desesperación en el corazón.

Darle lugar a un amor doloroso es dedicarse a perder el tiempo, ya que no se dejan fluir las ilusiones positivas. Aparte de esto, se desvanece el anhelo de encontrar libertad y respeto en cualquier circunstancia.

Por lo tanto, es vital acabar con los amores que solo tienen la intención de hacer daño. Ese es el paso imprescindible para proteger la salud mental y retomar el camino hacia las relaciones que sí generan beneficios.

Reflexión final

Aislar a los amores dolorosos es la mejor manera en la que una persona puede demostrar que se ama y se valora a sí mismo. Pues da a entender que no merece ningún mal trato y, por lo tanto, se aleja con dignidad.

Sumado a esto, decirle adiós a tiempo a un amor doloroso es proteger el bienestar que tanto desea una persona. No le da lugar en su vida a las personas que tienen intenciones malintencionadas y autoritarias.