Oxigenoterapia: ¿qué es y cuál es su objetivo?
Revisado y aprobado por la farmacéutica Sara Viruega
La oxigenoterapia es un tratamiento de prescripción médica en el que se administra oxígeno en concentraciones elevadas. Su finalidad es tratar la hipoxia o déficit de oxigeno en la sangre y en los tejidos del organismo.
La principal indicación es el tratamiento de la insuficiencia respiratoria crónica. No obstante, en los últimos años, se emplea con éxito en el mundo de la estética.
¿Para qué sirve la oxigenoterapia?
La oxigenoterapia sirve especialmente para aumentar el aporte de oxígeno a los tejidos. Para llevarlo a cabo, utiliza al máximo la capacidad de transporte de la hemoglobina.
Además, mitiga algunas dolencias y enfermedades como la bronquitis crónica o la EPOC. También es una buena solución a la hipoventilación relacionada con la obesidad y el asma severo.
Hoy en día, la oxigenoterapia es una buena alternativa para tratamientos estéticos, sobre todo para las pieles secas o grasas, con arrugas o cansadas. También ha dado buenos resultados para atenuar las ojeras y las manchas de la piel.
Por otro lado, en el mundo de la estética, el oxígeno aporta la hidratación que necesita la piel. Además, estimula la producción de colágeno y contribuye a lucir una piel con aspecto más joven.
Tipos
El empleo de la oxigenoterapia es clave en los tratamientos de la insuficiencia respiratoria. El oxígeno se administra bajo prescripción médica. Existen dos tipos de oxigenoterapia que se utilizan con más frecuencia: la normobárica y la hiperbárica.
Oxigenoterapia normobárica
En la oxigenoterapia normobárica se administra el oxígeno a diferentes concentraciones. Normalmente, se aplica a una concentración entre el 21 y el 100 %. Una de las opciones más habituales para su aplicación son las cánulas nasales o mascarillas.
Oxigenoterapia hiperbárica
En este tipo de oxigenoterapia, el oxígeno se administra siempre al 100 % de concentración. En la oxigenoterapia hiperbárica, el paciente se encuentra en el interior de la cámara. Para su aplicación se utiliza un casco o una mascarilla.
La finalidad de esta terapia es aumentar el aporte de oxígeno a los tejidos mediante la hemoglobina. Cuando la cantidad de oxígeno que entra en el cuerpo es alta, provoca cierta presión en el alvéolo que hace que la hemoglobina se sature.
De esta forma, aumenta la presión del oxígeno alveolar y disminuye el trabajo respiratorio y cardíaco. Con esto, se consigue mantener de forma constante la presión del oxígeno.
¿Qué complicaciones puede tener?
Como en todo tratamiento, pueden existir complicaciones. En la oxigenoterapia, las complicaciones derivan de una concentración inadecuada del oxígeno. Aunque también pueden deberse a un exceso del tiempo al que está sometido el paciente al tratamiento.
Entre los síntomas que pueden aparecer están los siguientes:
- Traqueítis y bronquitis.
- Lesión pulmonar aguda.
- Displasia broncopulmonar.
- Deterioro del aclaramiento mucociliar.
Además, como consecuencia de respirar la mezcla seca y fría de gases, puede aparecer sequedad y ulceración de las mucosas. También puede aparecer deterioro del transporte mucociliar, retención de secreciones y aumento de su densidad.
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¿Cuales son las vías de administración?
Cuando los pacientes tienen respiración espontánea, la terapia se puede aplicar mediante cánulas nasales y mascarillas. Entre las mascarillas se incluyen las siguientes:
- Mascarilla venturi: administra una concentración exacta de oxígeno al paciente. Durante la administración, al paciente no se le permite comer ni hablar. El paciente puede experimentar la sensación de tener calor y puede sufrir una ligera irritación en la piel.
- Mascarilla de respiración simple: es un dispositivo de plástico blando que cubre boca y nariz. Tiene orificios laterales que permiten la salida del aire espirado. Hay que adaptarla bien a la nariz para evitar fugas; se ajusta a la cabeza mediante una banda elástica.
Otra vía de administración es el sistema de bajo flujo. Este sistema está indicado para las personas que tienen que someterse al mínimo contacto con el oxígeno.
También se puede emplear el sistema de alto flujo y la cámara hiperbárica. No obstante, en pacientes que carecen de respiración espontánea, se aplica mediante un respirador mecánico.
Aunque la oxigenoterapia es un tratamiento de prescripción médica, no hay que olvidar que no solo se utiliza para resolver problemas de salud. Actualmente, se utiliza con éxito en algunos tratamientos estéticos.
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