Parada cardiorrespiratoria (PCR): todo lo que debes saber

Escrito y verificado por el médico Leonardo Biolatto

Escrito por Leonardo Biolatto

Última actualización: 06 julio, 2023

La parada cardiorrespiratoria o PCR es una situación en la que, bruscamente, se detienen la respiración y la circulación sanguínea de una persona. Se trata de un momento crítico que pone en riesgo la vida de quien lo sufre.

El oxígeno, como bien sabemos, es la molécula esencial para la vida. Nuestras células lo utilizan como ‘combustible’ para obtener energía y poder realizar sus funciones. Cuando se produce una parada cardiorrespiratoria, el oxígeno no puede alcanzar todas las partes del cuerpo.

Por ello, si esta situación se mantiene, los tejidos comienzan a dañarse. Sin embargo, la parada cardiorrespiratoria es una situación potencialmente reversible. Esto quiere decir que, si se actúa con rapidez, se puede llegar a salvar la vida de quien lo sufre. Te lo explicamos.

¿En qué consiste una parada cardiorrespiratoria?

La parada cardiorrespiratora, tal y como hemos mencionado, consiste en que se interrumpen de manera brusca la actividad cardíaca y la respiración. Aunque puede tener diferentes causas, lo más frecuente es que ocurra por una alteración eléctrica del corazón.

Es una situación de emergencia y potencialmente reversible, como indicábamos. Si no se trata de manera inmediata, la parada cardiorrespiratoria conlleva la muerte de quien la sufre. Sin embargo, si conseguimos actuar con rapidez, no tiene por qué suceder esto.

Esto supone un problema, ya que el 80 % de las paradas se producen fuera de los hospitales o centros de salud. Lo cierto es que, en España, solo 6 de cada 100 personas saben qué hacer frente a esta situación. Por ello, más adelante te explicamos cómo actuar.

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¿Cómo actuar frente a una parada cardiorrespiratoria?

Frente a una parada cardiorrespiratoria, lo que hay que hacer es el llamado soporte vital básico. Consiste en sustituir las funciones respiratorias y circulatorias de esa persona. Es decir, mantener el flujo de oxígeno y la circulación sanguínea, al menos hasta que lleguen los servicios de emergencia.

Una persona que ha sufrido una parada cardiorrespiratoria estará inconsciente, sin pulso y sin respiración. Debemos intentar colocarla en un entorno seguro y estimularla para ver si recupera la consciencia. Además, hay que contactar con los servicios sanitarios de inmediato.

Antes de comenzar la reanimación, lo ideal es que haya al menos dos personas asistiendo. Una de ellas debe encargarse de reanimar y la otra de hablar con el personal sanitario para seguir sus instrucciones.

Para poder reanimar completamente a esa persona necesitaremos un desfibrilador. En numerosos sitios públicos hay desfibriladores semiautomáticos. Lo más seguro es que, mientras se espera la ambulancia, se pueda intentar acceder a alguno de ellos y utilizarlo.

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La reanimación cardiopulmonar

De cualquier manera, mientras llegan los servicios sanitarios, debe iniciarse la reanimación. Primero, debemos colocar a esa persona boca arriba y empujar sutilmente su cabeza hacia atrás. Con una mano, sujetamos la frente y con la otra el mentón, para mantener la vía aérea abierta.

Una vez hecho esto, debemos hacer compresiones en el tórax de esa persona. Nos colocamos encima de él o de ella y, con los brazos estirados, ponemos las manos en el centro de su pecho. Hay que realizar 30 compresiones rítmicas con fuerza.

En ese momento, se inspira sobre la boca de la persona inconsciente y se insufla el aire con fuerza. El protocolo indica realizar dos ventilaciones y seguir con las compresiones. Es un mecanismo sencillo pero que requiere fuerza y ritmo, por lo que lo ideal es que alguien releve al reanimador y siga mientras el primero descansa.

Lo que debemos recordar es que, haciendo la reanimación de manera correcta, podemos salvarle la vida a esa persona. Existen muchos cursos y formas de aprender este tipo de medidas de primeros auxilios.