Nilda Chiaraviglio, terapeuta de pareja: “Amar con libertad no es amar menos, es amar mejor”

¿Por qué algunas parejas logran vínculos sólidos mientras otras se deterioran con el paso del tiempo? Las relaciones duraderas no se construyen solo con romanticismo, sino con gestos cotidianos que fortalecen la pareja, como una buena comunicación y respeto.
Pero para la terapeuta Nilda Chiaraviglio hay algo más: el secreto de las parejas que mejor funcionan está en la independencia. Amar con libertad significa mantener tu esencia y construir un puente sólido entre ambos, no una cárcel. Te contamos las claves que destaca Chiraviglio y cómo lograrlo:
La independencia como pilar del amor duradero
Para Nilda Chiaraviglio, el amor no se trata de dos personas que se funden en una sola, sino más bien de un espacio armónico en donde ambas crecen y se desarrollan. Es decir, que cada persona debe mantener su individualidad.
“El secreto está en la independencia”, menciona. No tienes que dejar de ser tú, con tu identidad, tus pasiones y sueños. De hecho, las parejas que tienen 30, 40 o 50 años juntas suelen ser aquellas que pudieron respetar sus espacios personales.
“El amor que funciona no se basa en la necesidad desesperada de tener al otro las 24 horas del día ni en la idea de que ‘sin ti no soy nada’. Eso no es romanticismo, es una trampa emocional”.
Su analogía con un jardín es muy útil para comprenderlo. Cada persona de la pareja es una planta y no necesitan invadirse sus raíces para crecer, sino que cada una se nutre del sol, de la tierra y del agua. Si una asfixia a la otra, ambas terminan muriendo.
La importancia de la autonomía y la conexión
Según Chiaraviglio, “las parejas que funcionan construyen un puente, no una cárcel”. Y este puente se edifica sobre dos pilares, que son la autonomía y la conexión. La autonomía se refiere a la capacidad de cada persona para ser completa por sí misma, mientras que la conexión es el lazo que las une.
Estos pilares son esenciales y constituyen la base de la libertad dentro de la relación. Aunque muchas personas teman otorgar independencia a su pareja, esta no representa una amenaza, sino una oportunidad para crecer juntos. Cuando cada uno tiene autonomía para desarrollarse y ser como es, sin que el otro intente cambiarle, surge una conexión más profunda, una energía compartida que fortalece y enriquece la relación.
“El amor sano no es sacrificio absoluto; es equilibrio. Es saber que puedes entregar, pero también recibir y que ambos siguen siendo seres completos, no mitades desesperadas por encajar”.
El arte de acompañar al otro y darle libertad
El amor no debe buscar moldear a la pareja a una imagen preestablecida o idealizada, sino celebrar a la persona tal como es. Por eso es importante que cada uno mantenga sus espacios personales, dedique tiempo a sus aficiones y proyectos propios, y cultive amistades fuera de la relación. “Cuando tú eres feliz, cuando tú te sientes realizado, traes esa plenitud a la relación”.
Además de tener su vida privada, deben acompañarse. De acuerdo con Chiaraviglio, “el amor más fuerte no es el que se devora, es el que se acompaña”. De esa forma, esos momentos de independencia y libertad no son un riesgo para la relación, sino más bien el oxígeno que la mantiene viva.
Cómo cultivar comunicación y confianza
Ahora bien, más allá de darse libertad mutua y de aceptar al otro por cómo es, existe un punto para lograrlo que no debe pasarse por alto: la importancia de la comunicación y la confianza. Estas son algunas formas de cultivarlas.
- Considera a tu pareja un aliado: afronten los problemas como un equipo, en lugar de actuar como rivales.
- Fortalece la unión: cada obstáculo debería fortalecer la relación para convertir los desafíos en oportunidades de crecimiento.
- Busca entender al otro y no ganar: en lugar de querer tener la razón o imponer tu postura, intenta comprender el punto de vista de tu pareja.
- Respeta a tu pareja: para crear confianza, recuerda que el espacio personal del otro debe ser sagrado, sin necesidad de imponer cadenas ni de exigir pruebas constantes
- Da y recibe gratitud: aunque la reciprocidad es importante, no se trata de llevar la cuenta de lo que da cada uno, sino de saber que ambos se esfuerzan por sostener su vínculo.
- Rían juntos: incluso en medio de las discusiones, el humor ayuda a mantener la frescura de la relación, liberar las tensiones y recordarles la conexión que comparten.
Amar con libertad no implica indiferencia o falta de compromiso, sino que puedan tener su vida privada y elegir estar juntos a la vez. Ese equilibrio requiere de esfuerzo y de confianza, pero es el secreto de las parejas que mejor funcionan. Si alcanzan ese grado de independencia, ambos podrán aportar lo mejor de sí y fortalecer su relación
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