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Picadura de nigua: prevención y tratamientos

8 minutos
La picadura de nigua provoca una patología infecciosa conocida como tungiasis. En ella, el parásito se introduce dentro de la piel y se alimenta de la sangre del hospedador.
Picadura de nigua: prevención y tratamientos
Samuel Antonio Sánchez Amador

Escrito y verificado por el biólogo Samuel Antonio Sánchez Amador

Última actualización: 06 julio, 2023

El término picadura de nigua hace referencia a una infección parasítica provocada por la especie Tunga penetrans, un insecto sifonáptero (pulga) que se introduce en la piel de los pies del hospedador, actuando como un ectoparásito intraepidérmico. Este patógeno está asociado a la pobreza y su prevalencia en zonas endémicas oscila entre el 15 % y el 55 %.

La picadura de nigua provoca la tungiasis, una patología que se encuentra englobada dentro del grupo de Enfermedades Tropicales Desatendidas (ETDs), que afectan de forma anual a más de 1000 millones de personas empobrecidas que habitan en regiones cálidas y templadas. Si quieres saber más sobre esta condición, sigue leyendo.

¿Qué son las niguas y dónde se encuentran?

Los términos nigua y pique hacen referencia a la misma especie: Tunga penetrans. Tal y como indica la revista Dermatología Peruanael primer registro que se tiene de esta especie es del año 1526, cuando el colono español González Fernández de Oviedo y Valdés reportó en su diario este cuadro clínico en los conquistadores localizados en Haití.

El insecto forma parte del orden Siphonaptera, que engloba a las pulgas, los parásitos externos hematófagos (que se alimentan de sangre) radiados en 1900 especies diferentes. Debido al contacto estrecho que tienen con el sistema circulatorio de varios hospedadores, muchos de estos invertebrados son vectores de enfermedades, como el tifus, la peste y las teniasis.

Por su parte, Tunga penetrans es la pulga más pequeña que existe, con solo 1 milímetro de longitud total. También destaca debido a sus hábitos generalistas, pues es capaz de infectar a 26 especies de mamíferos repartidas en 5 géneros distintos, mientras que la mayoría de especies del género Tunga tienen un único hospedador, como mucho 2.

Tal y como indica el portal Orpha.net, la nigua es uno de los pocos ectoparásitos que se han expandido del hemisferio occidental al oriental, pues antiguamente la infección solo estaba circunscrita al continente americano. A día de hoy, esta especie es endémica en 88 países diferentes, incluyendo zonas del Caribe, América Central y Sudamérica, África e India.

Aun así, cabe destacar que la prevalencia es muy variable, dependiendo de la zona consultada. Por ejemplo, en las regiones hiperendémicas (donde la nigua es abundante) se estima que hasta el 50 % de la población puede estar infectada. En países como Colombia, por otro lado, se reportan de 3 a 8 pacientes por cada 1000 habitantes.

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Controlar la expansión de ciertos parásitos es muy difícil, sobre todo cuando se asocian a condiciones económicas de empobrecimiento.

Para saber más: Mordedura o picadura de animales marinos: ¿qué debo saber?

¿Cómo nos pican las niguas? Su ciclo vital

Los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades (CDC) nos muestran, con todo detalle, el ciclo vital de las niguas. De entre todas las fases parasitarias de este invertebrado destacamos las siguientes:

  1. Las larvas de nigua nacen en el medio ambiente, tras un período de incubación de 3 a 4 días. Estos pequeños organismos pasan por 2 fases larvarias diferentes hasta entrar en estado pupal, que dura de 3 a 4 semanas.
  2. Un mes después de su formación, de cada capullo sale un adulto, macho o hembra. Los ejemplares buscan activamente animales de sangre caliente que parasitar, pues este fluido es su único alimento. Tanto machos como hembras pican, pero solo estas últimas se introducen bajo la piel.
  3. Tras picar, las hembras fecundadas se entierran en la epidermis del hospedador, lo que provoca una inflamación con forma de nódulo. Los hacen en el estrato granuloso de la piel y solo el ano es visible y conecta al animal al exterior.
  4. Las hembras, asentadas en el tejido del hospedador y nutridas de su sangre, comienzan a expulsar huevos, pues han sido fecundadas por los machos antes de enterrarse en la piel humana. En un lapso de 7 a 10 días son capaces de producir hasta 200 huevos cada 24 horas.
  5. Tras 2 semanas, las niguas hembras mueren y se desprenden de la piel del hospedador. De todas formas, han cumplido su cometido de expandir los huevos por el medio de forma efectiva.

El momento de la picadura

La mayoría de las niguas se asientan en las plantas de los pies, pues su capacidad para saltar es muy reducida. No existe un momento concreto en el que sucede la picadura. Solo basta con caminar descalzo en una zona hiperendémica para estar en riesgo de acabar presentando tungiasis.

Además, tal y como indican en PLOS Neglected Tropical Diseases, Tunga penetrans es uno de los pocos ectoparásitos que puede cumplir todo su ciclo vital sin salir de la casa del hospedador. Una persona puede liberar huevos entre las rendijas del pavimento del hogar y las larvas resisten bien con una cantidad de materia orgánica mínima. Por esta razón, la picadura de nigua puede producirse hasta dentro de la casa.

¿Cómo reconocer las picaduras de nigua?

En este punto, cabe destacar que lo que provoca la sintomatología no es el parásito en sí mismo, sino la reacción del sistema inmunitario frente a él. Aparece una inflamación aguda (en forma de eritema, edema, dolor y picor) localizada, provocada por el crecimiento de un elemento foráneo dentro de la piel del hospedador.

Además de esto, la Revista do Instituto do Medicina Tropical de São Paulo indica que el parásito es visible de forma directa. La hembra enterrada bajo la piel experimenta un claro crecimiento hipertrófico, por lo que pasa de medir 1 milímetro hasta 1 centímetro.

Se pueden distinguir distintos estadios de la picadura:

  • Estadio I: de los 30 minutos a unas horas tras la picadura aparece un punto rojo de 1 milímetro de longitud.
  • Estadio II: 1 o 2 días después de la penetración comienza a formarse un nódulo blanquecino evidente bajo la piel que indica el crecimiento de la nigua. La apertura anal del parásito aparece como un punto negro en el centro del nódulo; algo parecido a una espinilla, pero mucho más doloroso y pruriginoso.
  • Estadio III: de los 3 días a las 3 semanas. La lesión es evidente a nivel macroscópico y el bulto bajo la piel no se puede obviar.
  • Una vez muere la nigua, aparece una costra negra formada por sangre coagulada y detritos. Esta involuciona con el tiempo hasta dejar una cicatriz epidérmica superficial.

En el 95 % de los casos esta pulga elige como sitio predilecto de enquistamiento los pies. Tiene predilección por las plantas, los bordes de las uñas y la superficie plantar de los dedos. En el 5 % de casos restantes puede suceder en las manos.

En este punto, cabe destacar que no existe ningún test diagnóstico que identifique de forma fiable la tungiasis por picadura de nigua. Con que el paciente haya estado (o resida) en una de las regiones endémicas —y presente los síntomas citados— es suficiente para comenzar el tratamiento.

Posibles complicaciones

Uno de los mayores puntos de investigación en la actualidad es la relación de la nigua con otros microorganismos. Tal y como indican fuentes ya citadas, se cree que Tunga penetrans podría contener agentes bacterianos en su superficie corporal o en su interior. Esto facilitaría mucho que se produjesen infecciones secundarias en los hospedadores.

Uno de los microorganismos más preocupantes que podrían entrar con la pulga en la piel del humano es Clostridium tetaniLas infecciones secundarias a la picadura de nigua, por tanto, pueden llegar a causar eventos supurativos, úlceras cutáneas, necrosis tisular e incluso gangrena.

La picadura de nigua y sus tratamientos

El primer paso para tratar la picadura de nigua (y la consecuente tungiasis) es remover al parásito de forma quirúrgica del estrato granuloso de la piel. Tras esto, se debe aplicar el fármaco mupirocina al 2 %, 2 veces al día durante 7 a 10 días. Este es un antibacteriano que evitará las complicaciones.

Si la situación lo requiere, también se puede recurrir a la administración de antibióticos sistémicos. Además, se pone especial hincapié en que toda persona en estas regiones reciba la vacuna antitetánica, debido a la estrecha relación de la nigua con este microorganismo.

Quizá te imagines este cuadro clínico como un pequeño granito en la planta del pie, pero nada más lejos de la realidad. Una persona puede presentar múltiples niguas enquistadas en el pie e infecciones accesorias, lo que conlleva necrosis, mal olor y putrefacción.

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Está indicada la vacuna antitetánica en zonas endémicas del ectoparásito, para evitar sus complicaciones más peligrosas.

Prevención y recomendaciones

La prevención principal ante una picadura de nigua es llevar zapatos en todo momento. Aun así, en las regiones en las que el patógeno es endémico, muy pocas personas usan esta prenda. Lo ideal es que sea calzado cerrado (botas) y no sentarse o tumbarse en superficies desconocidas.

Por otro lado, la Biblioteca Nacional de Medicina de los Estados Unidos recomienda la aplicación de insecticidas tópicos de tipo DEET como método preventivo accesorio. Estos repelentes deben tener una concentración al 30-50 % para ser efectivos y, a la vez, no provocar daños en la piel.

Para saber más: ¿Es recomendable que los niños caminen descalzos?

La picadura de nigua y la realidad socioeconómica

La picadura de nigua en sí misma puede resultar desagradable, pero la tungiasis derivada de ella es mucho más preocupante. Sobre todo si se asientan bacterias en el foco de infección, la patología se puede complicar y poner en riesgo la vida del paciente.

Resulta triste ver cómo algo tan simple como unos zapatos podría frenar eventos endémicos como este. Desde luego, este tipo de patologías nos hacen considerar el contexto que tenemos en el planeta y tomar conciencia sobre la falta de medios de muchas poblaciones.


Todas las fuentes citadas fueron revisadas a profundidad por nuestro equipo, para asegurar su calidad, confiabilidad, vigencia y validez. La bibliografía de este artículo fue considerada confiable y de precisión académica o científica.


  • Kochubei, A. (2017). La tungiasis. Dermatología peruana, 27(3), 169.
  • Tungiasis, Orpha.net. Recogido a 13 de mayo en https://www.orpha.net/data/patho/GB/uk-Tungiasis.pdf
  • Tungiasis, CDC. Recogido a 13 de mayo en https://www.cdc.gov/dpdx/tungiasis/index.html
  • Feldmeier, H., Heukelbach, J., Ugbomoiko, U. S., Sentongo, E., Mbabazi, P., von Samson-Himmelstjerna, G., & Krantz, I. (2014). Tungiasis—a neglected disease with many challenges for global public health. PLoS Negl Trop Dis, 8(10), e3133.
  • Heukelbach, J. (2005). Tungiasis. Revista do Instituto de Medicina Tropical de São Paulo, 47(6), 307-313.
  • Nigua, Medlineplus.gov. Recogido a 13 de mayo en https://medlineplus.gov/spanish/ency/article/001333.htm

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