¿Por qué el orgullo es considerado como una enfermedad?
¿Sabes lo que es el orgullo? Ese exceso de estimación y admiración que puede que tengamos hacia nosotros mismos y que nos hace creer que somos mejores que los demás. Hoy vamos a ver los motivos por los que se considera esto una enfermedad.
Seguro que en alguna ocasión nos hemos encontrado con alguna persona que hemos calificado de “orgullosa”. Esta persona no parecía ser feliz o sentirse bien siendo mejor que los demás. Es más, parecía estar en un constante estrés y ansiedad. No obstante, de esto solo podemos darnos cuenta si observamos con mucha atención.
El estrés que conlleva el orgullo
Ser orgulloso lleva a las personas a no sentirse bien. Y es que, aunque buscan sentirse mejores que los demás, lo cierto es que tras esto subyace una muy baja autoestima. Esto provoca lo siguiente:- Se comparan con los demás: Para que nadie les quite ese puesto de ser mejores o superiores que los demás, siempre están alerta, comparándose con otras personas para reafirmarse en lo que creen.
- Esconden su inseguridad: Mediante el orgullo, las personas orgullosas esconden la inseguridad que tienen. Porque, en realidad, bajo esa creencia de sentirse superiores lo que tienen es un gran miedo a que los demás descubran que, en realidad, ellos se sienten inferiores.
- La ansiedad por ser el mejor: El estrés que conlleva el orgullo viene dado por la necesidad de llamar siempre la atención o de ser demasiado exigente con uno mismo para resaltar por encima de los demás.
Como podemos ver, aunque una persona orgullosa pueda parecer que está por encima de los demás, en realidad esto no es así. Tras esta actitud se encuentra una persona muy frágil, que posiblemente ha sufrido mucho y que ha soportado mucho dolor.
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Los problemas de las personas que viven con orgullo
A continuación, vamos a descubrir cuáles son los problemas con los que se enfrentan las personas que viven con orgullo. Como ya hemos visto, este tipo de personas no son felices, pero vamos a indagar más para saber por qué esto es así:
- Son incapaces de admirar a los demás: Mediante la admiración uno puede aprender y desear conseguir metas más desafiantes. En cambio, querer ser mejores y estar por encima de los demás tan solo les lleva a sufrir por compararse constantemente.
- No saben escuchar: Su afán por ser el centro de atención les impide escuchar a los demás. Esto provoca conflictos en sus relaciones interpersonales y que las personas de alrededor consideren que solo hablan de sí mismas.
- No son capaces de actuar sin demostrar su valía: En cada cosa que hacen intentan demostrar su valía, así no se relajan ni disfrutan ni un solo instante. Esto les impide ser felices con lo que hacen, algo bastante dañino para ellas mismas.
Bajo el orgullo hay problemas muy profundos
El gran problema de las personas que actúan con orgullo, y por eso se considera una enfermedad, es que están escondiendo algo que les duele. Cuando hacen esto, en lugar de resolver el problema, lo esconden. Esto, de manera inevitable, lo va a cronificar.
Las personas con orgullo pueden estar durante muchos años ignorando un problema que han camuflado bajo una actitud orgullosa. Esto provoca que este empeore, aunque sea en la sombra, aumentando la sensación de que no se es feliz.
Aunque la persona con orgullo se mantenga con esta actitud durante largo tiempo, al final esto se transforma en una enfermedad. Las migrañas, los mareos, los dolores de barriga son una manera que tiene el cuerpo de indicar que hay algo que se tiene que solucionar. Es lo que se conoce como somatización de emociones.
El orgullo no es algo que no tenga solución, aunque para poder buscarla es necesario que la propia persona sea consciente de lo que le ocurre. Solamente así podrá buscar ayuda y resolver aquello que subyace bajo ese orgullo.
¿Has conocido a alguien muy orgulloso? ¿Has utilizado tú el orgullo para camuflar algún tipo de carencia o inseguridad? El orgullo puede terminar convirtiéndose en una enfermedad, con síntomas físicos que tienen un origen mucho más profundo. Nuestro bienestar interior, nuestra tranquilidad y nuestra paz son importantes y repercutirán en nuestra salud.
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