¿Qué pueden indicar los granitos en el pezón?
Escrito y verificado por el médico Nelton Abdon Ramos Rojas
Seguro que te has fijado en pequeños granitos en el pezón que pueden cambiar ligeramente sus características a lo largo del tiempo. ¿Son inofensivos? ¿Por qué aparecen? Ya te adelantamos que no debes preocuparte, debido a que se deben a glándulas propias de los senos en la mayoría de los casos.
Estos granitos suelen aparecer en los bordes de la areola y son mucho más evidentes ciertos días del mes. A pesar de que no generan ningún tipo de malestar como dolor o inflamación, pueden llegar a preocupar a muchas mujeres.
Recalcamos que se tratan de estructuras normales del seno, por lo que no debes preocuparte. Si alguna vez te preguntaste qué indicaban los granitos en el pezón, en este artículo hallarás las respuestas, ¡no te lo pierdas!
Cambios habituales los senos
En el desarrollo de una mujer se experimentan una gran variedad de cambios con la edad, tal y como sostiene un artículo publicado por los expertos de MedlinePlus. Estos pueden aparecer o desaparecer con el paso del tiempo y muchas veces sin siquiera notarlo. Estas variaciones suelen ser más frecuentes en la zona de los senos. Por eso, se torna necesario extremar la atención ante cualquier tipo de anormalidad como:
- Acné
- Bultos
- Sudoración
- Sensibilidad
- Enrojecimiento
Y es que, aunque en su mayoría no implican un riesgo para la salud debido a que ocurren por procesos hormonales, es bueno informarse para estar atento a cualquier cambio. Además, investigaciones detallan la importancia de realizar exploraciones en la mama como prevención.
¿Qué son exactamente los granitos en el pezón?
Los granitos en el pezón son también conocidos como tubérculos de Morgagni o Montgomery. Son pequeñas glándulas sebáceas que están ubicadas tanto en la areola como en el pezón.
“Los tubérculos de Morgagni o Montgomery son cada uno de los diversos nódulos pequeños y blandos situados en la superficie de las areolas de las mujeres. Están constituidos por grandes glándulas sebáceas inmediatamente por debajo de la superficie areolar”.
–Diccionario Mosby (1999)–
Los tubérculos de Montgomery son conocidos por ayudar a mantener los pezones lubricados y en buen estado, ya que producen aceites naturales que ayudan a controlar el pH y proteger el pezón ante cualquier tipo de infección. Por esto mismo, tienen funciones antibacterianas.
¿Es normal tener tubérculos de Montgomery en el pezón?
Sí, se trata de algo completamente normal. Todas las mujeres nacen con ellos (presentando entre 4 y 28 en total, para ser más precisos) y su tamaño y grosor no siempre será igual en todos los casos. Además, puede ser que experimenten cambios por los siguientes motivos:
- Estrés
- Embarazo
- Menstruación
- Cambios hormonales
En estos casos suelen hacerse más notables a la vista y al tacto. Ahora bien, estos tubérculos o “granitos” no son sensibles ni tampoco causan dolor. De igual forma, al momento en el que estos procesos finalizan, estos tubérculos recuperan su tamaño normal.
Por otro lado, los conductos excretores de estas glándulas se pueden obstruir generando un aumento de tamaño de los tubérculos y una pequeña infección, tal y como sostiene el Comité de Nutrición y Lactancia Materna. Debes tener en cuenta que la apariencia en estos casos será muy similar a la de una espinilla, incluso presentarán un pequeño punto blanco.
Ante una infección, lo más importante es que no se manipule la lesión, la glándula deberá volver a su tamaño normal al cabo de algunos días. Sin embargo, si la inflamación o el dolor no disminuyen, se debe buscar asistencia médica especializada lo antes posible.
Granitos en el pezón durante el embarazo
En general, el cuerpo de las mujeres sufre varios cambios durante la gestación. Los mismos son necesarios para permitir el desarrollo del bebé y su posterior sobrevivencia luego del parto. En el embarazo los senos suelen agrandarse y las areolas tienden a oscurecerse.
De igual forma, es común que las glándulas de Montgomery aumenten de tamaño y se hagan más notorias. No obstante, este es un cambio normal que no representa ningún inconveniente para la madre.
Estas glándulas adquieren una mayor importancia durante la lactancia. Las sustancias secretadas ayudan al bebé a ubicar el pezón a través del olfato para permitir su alimentación. Además, reducen la probabilidad de presentar lesiones al mantener el área bien lubricada durante el amamantado.
¿Qué cuidados se deben tener con los tubérculos de Montgomery?
Aun cuando estos tubérculos son naturales, hay que mantener un cuidado para no afectar sus funciones y mantener el pezón lo más protegido posible. También es importante no pellizcar o exprimir los tubérculos, ya que esto podría generar una lesión en la piel y favorecer a la aparición de infecciones.
Dentro de los cuidados recomendados, destacan los siguientes, que están amparados por un folleto informativo de la Universidad Pública de Navarra:
1. Cambiar el sujetador
Es importante cambiar de sujetador en cuanto sea notable que los senos comienzan a crecer y los tubérculos o “granos” comienzan a aparecer o incrementar su tamaño. De esta forma se evitarán las irritaciones y daños del pezón.
La salud de las mamas no se verá beneficiada si los oprimes, por lo que te recomendamos cambiar de sujetador en cuanto comiences a notarlo apretado.
Las mujeres embarazadas suelen tener mayor sensibilidad en las mamas y, por ende, sus pezones. Esto se debería, según estudios, al aumento de la progesterona. Por ello, es importante utilizar sujetadores naturales, sin aros metálicos o tirantes que puedan afectarlos.
2. La higiene es fundamental
Es posible que la zona de los senos esté expuesta a la sudoración por las temperaturas y la fricción, es importante asearla con un jabón de pH neutro para evitar así la alteración de las glándulas mamarias y los tubérculos de Montgomery. Esto no solo mantendrá la zona limpia y libre de bacterias, sino que, además, ayudará en la eliminación del sudor, las secreciones y el acné.
Por otra parte, es recomendable utilizar una crema hidratante adecuada para mantener la piel en buen estado y así, evitar molestias por resequedad y afines. De esta manera, se disminuirá al máximo la aparición de lesiones microscópicas en los senos, y con ello las infecciones.
Otras posibles causas de granitos en el pezón
Además de los tubérculos de Montgomery, como bien explican los expertos de MayoClinic, existen ciertas alteraciones capaces de causar la aparición de granitos en el pezón. Por fortuna, la mayoría de estas afecciones son benignas y desaparecen con un sencillo tratamiento médico oportuno. Entre las otras posibles causas de esta lesión destacan las siguientes:
Espinillas
Los pezones cuentan con poros, los cuales pueden obstruirse y causar la aparición de una espinilla, como en cualquier otra parte del cuerpo. En estos casos, los granitos duelen y se puede observar una pequeña bola de pus en su interior. El tratamiento es similar al de cualquier espinilla, por lo que se recomienda no extirparla y dejar que desaparezca por sí sola a los pocos días.
Dermatitis y alergias
Los granitos en estos casos serán numerosos, pueden estar enrojecidos y generar escozor intenso. Una reacción alérgica en los senos es rara, aunque no imposible. En la mayoría de los casos, aparece por el contacto con un sujetador, una prenda o una crema específica. Lo ideal en este caso es identificar el agente causal y eliminarlo.
Por otro lado, los granitos en los pezones también pueden ser resultado de una urticaria. En este caso, se acompañará de otros tipos de lesiones, como los habones y las líneas de rascado. Esta reacción puede tardar un poco más en desaparecer. El tratamiento médico varía según la gravedad del cuadro.
Unas glándulas beneficiosas y necesarias
Como puedes ver, los granitos en el pezón se deben, en la mayoría de los casos, a los tubérculos de Montgomery. Además, hay que tener presente que estos granitos no suponen ningún peligro para la salud; por el contrario, solo traen beneficios. Eso sí, en caso de que tengas inquietudes, consulta siempre con tu médico antes de actuar.
Por su parte, es importante tener en cuenta que, si los granitos en el pezón se acompañan de otros síntomas como dolor, enrojecimiento o cambios en la piel, deberás consultar con el especialista cuanto antes. Estos síntomas pueden ser indicativos de una afección mucho más seria que debe tratarse con la brevedad posible.
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