¿Qué es el balance hídrico?
Escrito y verificado por el nutricionista Saúl Sánchez Arias
El balance hídrico hace referencia al equilibrio existente entre la ingesta de líquido y la excreción de los mismos. Ha de mantenerse dentro de unos rangos concretos para garantizar la salud del organismo. Depende de varios factores como pueden ser la temperatura, el consumo de sales minerales y la humedad.
Un defecto a la hora de equilibrar esta ecuación puede ocasionar consecuencias graves, como puede ser la deshidratación. Esta situación resulta fatal en muchos casos, sobre todo cuando se trata de personas mayores.
Por este motivo, es necesario tener una buenas pautas de hidratación y conocer los síntomas que se aparecen cuando algo no está funcionando bien.
Ingesta de agua para controlar el balance hídrico
La mejor bebida hidratante que existe es el agua. Aunque en la actualidad cada vez se reduce más su consumo en favor de zumos y refrescos, la capacidad de estos últimos de hidratar al organismo es limitada. De hecho, en el caso de los refrescos azucarados, la ingesta de grandes cantidades se asocia a un mayor riesgo de procesos de ruptura del balance hídrico.
Otra de las bebidas que juega un papel importante a la hora de aumentar el riesgo de deshidratación es el alcohol. Esta sustancia presenta un marcado poder diurético, tal y como afirma un artículo publicado en la revista Journal of Applied Physiology.
Por este motivo, por ejemplo, es una conduzca de riesgo ingerir bebidas alcohólicas después de la práctica deportiva porque en ese momento la reposición de líquidos resulta crucial para el organismo.
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Cuidado con las altas temperaturas
Las altas temperaturas son un factor de riesgo a la hora de generar problemas con el balance hídrico. También una alta humedad ambiental es capaz de influir en este proceso. Por este motivo, es aconsejable mejorar las pautas de hidratación en épocas estivales, sobre todo en personas mayores que son más susceptibles a este tipo de situaciones.
Se aconseja realizar pequeñas ingestas de agua fría cada poco tiempo. Las bebidas frescas presentan una velocidad de vaciado gástrico mayor que las calientes. Por eso pueden ser consumidas y asimiladas de forma rápidampor el organismo para mejorar la hidratación.
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Las sales minerales influyen en el balance hídrico
El aporte de sales minerales, como el sodio, también está relacionado con el balance hídrico. Consumir grandes cantidades de estas sustancias puede aumentar la retención de líquidos. Sin embargo, salar poco las comidas en condiciones ambientales de altas temperaturas puede aumentar el riesgo de hiponatremia.
Esta condición se produce a partir de una excesiva pérdida de sodio a partir del sudor. Se trata de una patología que puede resultar peligrosa y fatal, según un artículo publicado en la revista Journal of the American Society of Nephrology.
Síntomas de la deshidratación
Antes de un proceso de deshidratación aparecen una serie de síntomas a los que hay que prestar atención porque alertan del problema:
- Cansancio excesivo.
- Mareos.
- Sensación de calor pero ausencia de sudor.
Cuando esta sintomatología se refleja, quiere decir que ya se ha perdido un porcentaje considerable del agua corporal, pero aun hay vuelta atrás. Para ello, es necesario ingerir líquidos en abundancia.
Vigila el balance hídrico para gozar de una buena salud
Muchas veces, cuando hablamos de dieta saludable, hacemos incapié en las comidas, pero no en las bebidas. Mantener un correcto balance hídrico resulta crucial a nivel de salud. Evitar la deshidratación previene la aparición de patologías graves que pueden resultar fatales.
Además, este riesgo se ve aumentado en la época estival, en condiciones de altas temperaturas y humedad. En el caso de las personas mayores, son todavía más frecuentes y graves los casos de deshidratación, igual que en los niños.
Para prevenir estos procesos se aconseja el consumo frecuente de agua, no de zumos ni de bebidas azucaradas con gas. Resulta beneficioso elegir bebidas ligeramente frescas, pues el tiempo de vaciado gástrico es menor y permiten una hidratación más rápida del organismo.
Por último, cabe destacar la necesidad de consumir frutas con frecuencia. Estos alimentos cuentan con un alto porcentaje acuoso, por lo que su ingesta regular mejora los valores de hidratación del organismo.
Sin embargo, resulta primordial reducir el consumo de alcohol. Esta sustancia presenta propiedades diuréticas, por lo que aumenta el volumen de orina excretado y, con ello, el riesgo de romper el balance hídrico y la posibilidad de deshidratación.
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